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Actualidad

7 de Enero de 2020

Cinco años del atentado a la revista satírica Charlie Hebdo

EFE

Cinco años después del ataque terrorista que acabó con la vida de 12 personas en el semanario satírico francés, "Charlie Hebdo", sus supervivientes promueven un periodismo combativo contra el islamismo, una posición que levanta ampollas y es motivo de amenazas, especialmente en redes sociales.

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A las 11.37 horas del 7 de enero de 2015, dos hombres irrumpieron en la oficina de la revista satírica francesa “Charlie Hebdo”, en plena reunión de contenidos, abriendo fuego contra los presentes. 12 personas fallecieron y 11 resultaron gravemente heridas. Los atacantes lograron burlar las estrictas medidas de seguridad impuestas tras un incendio intencionado a la ex oficina, tras la publicación de un número titulado “Charia Hebdo” que parodiaba a Mahoma.

Fue por esto que el semanario se mudó a una pequeña oficina, entre la plaza de la Bastilla y la de República.

Tras la repercusión del libro “El Colgajo”, de Philippe Lançon -periodista y columnista sobreviviente al atentado, que tras el ataque debió someterse a una veintena de operaciones para la reconstrucción de su mandíbula- el director del satírico, Riss, publicó recientemente “Une minute quarante-neuf secondes” (Un minuto cuarenta y nueve segundos).

Más frío y menos indulgente con la Francia que siguió a la masiva manifestación del 11 de enero y su “Je suis Charlie” (“Yo soy Charlie”, fue el grito de las manifestaciones en solidaridad con la redacción), Riss defiende en su narración la postura que ha marcado el rumbo del “Charlie Hebdo” que sobrevivió, estandarte de la lucha contra el fundamentalismo islámico, la extrema derecha y la “anti Ilustración”.

El ejemplar de conmemoración de este 7 de enero la toma contra las nuevas formas de censura y nuevas dictaduras, con una caricatura donde un hombre aparece aplastado por las redes sociales de su teléfono.

“‘Charlie Hebdo’ ha sido blanco de estos nuevos censores que en un clic se transforman en profetas de su propia religión y lanzan fatuas contra los blasfemos ignorantes. Vigilados en permanencia por estos pequeños gurús enfermos, estaríamos tentados de dejarnos vencer por el pesimismo”, escribe Riss en el editorial.

Tras haber superado unos años convulsos marcados en un primer momento por el enfrentamiento interno contra una parte de la plantilla que aspiraba a transformar el periódico en cooperativa y participar como accionistas en las nuevas y flamantes cuentas del periódico, “Charlie” observa ahora como el famoso lema “Yo soy Charlie” fue para muchos una falacia.

“Creo que Charlie vuelve a estar solo. No hay ninguna solidaridad. El mundo olvida, como siempre, y se ha hecho más difícil”, decía el periodista Lançon en una entrevista con el periódico “Journal du Dimanche”.

Previo al aniversario, Reporteros Sin Fronteras organizó el lunes una conferencia bajo el título “Los periodistas frente a la intolerancia religiosa”, donde pusieron en evidencia que el atentado no sirvió para aprender lecciones.

Allí, Richard Malka, abogado de Charlie Hebdo declaró que “¿Quién osa hoy, después del atentado, criticar la religión? Nadie. Ese combate lo han ganado”. Además señaló que “todos los años” reciben numerosas amenazas.

“Depositamos anualmente un puñado de denuncias. Tanto la policía como la Fiscalía se las toman muy en serio desde el atentado y las penas pronunciadas hasta ahora son relativamente duras”, explicó.

Según el abogado, las amenazas llegan exclusivamente a través de redes sociales.

La revista, refugiada en una redacción con alta seguridad y cuya dirección se mantiene en secreto, ha denunciado el abandono de buena parte de quienes los defendieron tras el ataque y que ahora se asombran ante sus portadas.

Su exacerbada postura antimilitarista, atea, crítica con la extrema derecha pero también con las izquierdas que, “han inventado lo políticamente correcto para hacer olvidar su renuncia a la lucha contra la injusticia social”, recoge reproches en todo el país.

Mientras tanto, y convencidos de que pese a las dificultades deben ser más combativos que nunca, los supervivientes y los familiares de las víctimas se enfrentan a un año clave en la investigación del ataque, cuyo juicio se celebra del 20 de abril al 3 de julio.

El abogado Malka sostiene que, hoy día, defender la libertad de prensa y “el maravilloso derecho a la blasfemia es defender el derecho a pensar el mundo según la propia razón, más allá de los dogmas”. Una postura que permitió a las sociedades aplicar la razón del hombre ante la de Dios hace ya más de tres siglos.

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