Exiliados del GAM: Los kpopers tras el estallido

Este fue un fin de año movido para la comunidad de kpopers chilenos. Durante más de una década se tomaron la zona entre el Parque San Borja y el GAM para juntarse a diario a bailar las coreografías de sus ídolos, comer ramen e intercambiar posters y poleras de sus grupos surcoreanos favoritos, pero tras el estallido social tuvieron que abandonar este punto estratégico, lleno de espejos y espacios amplios, y buscar un nuevo lugar de reunión. Como si fuera poco, el informe de “Big Data” que el Ministerio del interior entregó a la Fiscalía, apuntaba a este grupo como uno de los potenciales desestabilizadores de Chile. Los jóvenes de una comunidad silenciosa que preferían leer manga, antes del activismo y la subversión, aquí levantan su voz y expresan sus demandas sociales.