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Planeta

21 de Enero de 2020

La urgencia de reservar el río Puelo para el desarrollo local y la conservación del medio ambiente

Andrés Amengual

En un contexto mundial en el que el cambio climático es protagonista, la escasez hídrica es una preocupación. Se estima que una cuarta parte de la población del mundo se puede ver afectada por la crisis del agua, y científicos han propuesto medidas basadas en la naturaleza para mitigar los efectos del cambio climático, lo que incluye a la protección de los ríos. Los importantes beneficios que aporta ecosistémicamente el río Puelo, ubicado en la Región de los Lagos, a toda la región, han llevado a organizaciones sociales y vecinos de la zona a empezar una campaña para que su caudal sea declarado como Reserva de Agua. Pese a que han habido algunos avances, como que la empresa Hidroner SpA cedió al fisco los derechos de agua que tenían otorgados en la zona, todavía queda camino para que se pueda proteger el ecosistema de esta zona y beneficiar a las comunidades locales.

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Por Verónica Droppelmann A. y Puelo Patagonia para nuestro medio aliado, Ladera Sur

La cuenca del río Puelo, en la Región de los Lagos, es un paisaje característico y único de la Patagonia, con aguas cristalinas y densos bosques templados, que forman ecosistemas que albergan especies nativas y que pueden aportar al desarrollo local de los habitantes de la comuna. Fluye libre, es decir, no hay intervención alguna de centrales o embalses en su caudal. Sin embargo, todo este ecosistema y sus beneficios se podrían ver afectados constantemente porque no es una zona que esté protegida por el Estado. Es por esto que las comunidades de la cuenca del río Puelo, junto con otros actores sociales, como la ONG Puelo Patagonia, han estado luchando para que se declare una Reserva de Caudal, hasta ahora la única forma legal de poder protegerlo.

Esta idea comenzó en 2013. En ese entonces, en la zona de la cuenca del río Puelo existía el mega proyecto hidroeléctrico Central de Pasada Mediterráneo (210 MW). Específicamente la hidroeléctrica buscaba instalarse en las cercanías de los ríos Torrentoso y Manso, en la comuna de Cochamó, en la Región de los Lagos.

En la defensa en contra de este proyecto, nació el lema y la campaña “Puelo Sin Torres”, que se oponía a la construcción de la mega central Mediterráneo y sus 203 torres de 39 metros de altura. “De ahí nació el sueño de proteger la cuenca del Puelo, no solo por la importancia del río como ecosistema en sí mismo, sino por la biodiversidad presente en la comuna completa”, cuenta Andrés Diez, Director Ejecutivo de la ONG Puelo Patagonia, quienes impulsaron esta campaña junto con las comunidades de la zona, empezando la búsqueda para que se pueda transformar en una Reserva de Agua para fines de conservación y para el desarrollo local.

Si bien el Sistema de evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) aprobó Mediterráneo a través de su Resolución Ambiental (RCA) en 2014, a pesar de sus falencias, la presión de los opositores logró que el Tribunal Ambiental anulara la decisión. Este hecho fue confirmado por la Corte Suprema en enero del 2018, explicando que el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto “no evaluó correctamente una de las variables, al contar con un deficiente informe antropológico respecto a la existencia de comunidades indígenas aledañas a la proyectada central”.

Con esto se logró un paso importante, pero todavía quedaba mucho por avanzar. Para poder proteger y declarar este lugar como Reserva de Agua, se necesita contar con los derechos de agua del caudal del río Puelo. ¿El problema? Para 2016, todo el caudal pertenecía a una sola empresa: Endesa. Esto, según explica Diez era clave porque aquellos habitantes locales que quisieran tener algún emprendimiento turístico estaban limitados porque no podían obtener sus derechos de agua: “Por ejemplo, un alojamiento turístico según la ley de turismo debe obligatoriamente estar en el Registro de Sernatur y para esto, debe tener sus derechos de agua al día para obtener la autorización sanitaria. Entonces, habían alojamientos, pero no les quedaba otra que funcionar sin estar registrados. Eso fue bastante dramático hasta que en agosto 2016 Endesa decide liberar parte del caudal, con lo cual la Dirección General de Aguas (DGA) crea una reserva que asegura el abastecimiento para viviendas de aquí a 100 años”.

Posteriormente, en diciembre de 2016 Endesa entregó todos los derechos de agua de la cuenca del río Puelo al Estado. En esta oportunidad la empresa señaló que “sólo desarrollará proyectos viables económica y técnicamente, que cuenten con aprobación de las comunidades locales”. Además, la compañía gastaba anualmente cerca de 20 millones de dólares al Estado por los derechos de agua que no estaba utilizando.

“Cuando Endesa devolvió todos los derechos nosotros dijimos: hay caudal disponible, en lugar de que sea otorgado a otras empresas o especuladores (…), trabajemos para crear una reserva de caudal”, dice Diez. Luego, en enero de 2019, 39 agrupaciones sociales solicitaron al Presidente Sebastián Piñera, a través del Intendente de la Región de Los Lagos, Harry Jürgensen, que se creara una Reserva de Agua.

“Paralelamente, preparamos el libro Puelo Reserva de Agua e hicimos un estudio de todos los derechos otorgados y en trámite en la cuenca del Puelo, ahí volvimos a la DGA contándoles sobre el interés de la comunidad de crear una reserva, y ellos nos respondieron: ‘Lo que pasa es que se acaban de adjudicar varios derechos de agua sobre el río Puelo que habían sido solicitados mientras Endesa tenía la propiedad’, fue como un balde de agua fría, ya que no podíamos hacer nada al respecto (…) La DGA de la Región de Los Lagos, había otorgado tres derechos que copaban la disponibilidad del río, por lo cual nuevamente nos encontrábamos frente a la imposibilidad de pedir la reserva”, cuenta Diez.

Así, pensando que se habían perdido una gran oportunidad, la comunidad de Puelo empezó una nueva tarea: hablar con los dueños de los derechos de agua que se necesitaban para que la cuenca se declarara como Reserva de Agua.

Los dueños de los derechos

La primera empresa dueña de los derechos de agua de la zona con la que se pudo tener contacto fue Hidroner SpA, quienes tuvieron una respuesta positiva. Ricardo y Camilo Ruiz, dueños de la empresa, en diciembre de 2019, firmaron un documento en el que se comprometieron a donar en 100% de sus derechos de agua en la cuenca del río Puelo, que equivalen a cerca de 714 metros cúbicos por segundo.

En un comunicado, Camilo Ruiz, socio y representante legal de la empresa, destacó la importancia del río Puelo: “Entendemos que el río Puelo presenta condiciones ambientales únicas y excepcionales, y por lo tanto es necesario que sus aguas se conserven para el desarrollo de la comunidad local y para potenciar a la región con la importancia turística que ésta tiene y merece”. Y agregó que esta iniciativa es la muestra de que “el sector privado puede y debe ser más generoso y aportar a la conservación del patrimonio ambiental de nuestra región”.

Sobre los dueños del resto de los derechos de agua, Diez comenta: “A los otros dos dueños hemos tratado de contactarlos, pero no nos han vuelto a responder. Esperamos que después de esta noticia nos respondan, porque es una señal robusta sobre la vocación del territorio”.

La cuenca del Río Puelo

El río Puelo está catalogado como Zona de Interés Turístico (ZOIT) por Sernatur en 2007 gracias al  valor paisajístico de sus atractivos naturales (ríos, lagos, montañas, bosque nativo, entre otros), la presencia de recursos termales y los ecosistemas de sus bosques templados lluviosos, junto con flora y fauna endémica. Esto responde además a una necesidad de las comunidades para fomentar y apoyar el turismo local, contribuyendo a la conservación de las condiciones naturales de esta zona.

Además, este lugar fue declarado Reserva de la Biósfera de la Unesco, denominada “Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes”, que comprende la zona cordillerana de las regiones de Los Ríos y Los Lagos, promoviendo una relación equilibrada entre las poblaciones, el desarrollo de sus actividades y la naturaleza.

El Puelo es el segundo río con más caudal de Chile, después del río Baker, y sus efectos son de vital importancia no sólo para la cuenca propiamente tal, sino que para todo el ecosistema marino de la región. Sus aguas provienen principalmente de deshielos, glaciares, humedales y lluvias, que aportan con nutrientes, agua fría y oxígeno al estuario y Seno del Reloncaví. Entonces, el Puelo aporta a que, por ejemplo, existan cultivos de choritos en Chiloé, o bien a moderar el aumento de las temperaturas de las aguas interiores por efecto del cambio climático”, cuenta Andrés Diez.

Reserva de agua

Actualmente no existe ninguna ley que proteja íntegramente los ríos. La única forma de poder acceder a alguna forma de protección para el río Puelo es a través de la aplicación de una norma del Código de Aguas que dispone que tratándose de solicitudes de derechos no consuntivos, cuando concurran circunstancias excepcionales y de interés nacional, el Presidente de la República podrá reservar parcialmente el caudal de un río. Un ejemplo en este sentido, fueron las declaraciones de Reserva de Caudal de los ríos Cochamó y Petrohué en 2009. Ambos son vecinos del río Puelo. Sin embargo, solo 12 de los 1251 ríos de Chile se han declarado como Reserva de Agua.

Así, lo que se busca al tener los derechos y que el Río Puelo sea declarado como Reserva, es que estas aguas estén aseguradas para el abastecimiento de los habitantes de la comuna de Cochamó y conservar la naturaleza que alimenta el río Puelo.

Según explica Andrés Diez, en una Reserva de Caudal como la que se plantea para el Puelo, sí se podrían seguir solicitando y otorgando derechos, pero solo para proyectos que tengan que ver con el desarrollo local o  la conservación: “No es una reserva de agua, en el sentido de que el agua no se puede utilizar, la gracia es que se reserva para fines determinados, impidiendo el uso para fines industriales”.

Es por esto que  existe una iniciativa que busca avanzar en una protección más integral de los ríos, como la iniciativa de Ley de los Ríos Salvajes. “Esta ley tiene que ver con entender el río no sólo como un cauce, como lo hace la Reserva de Aguas (…) La idea no es proteger solo el agua, sino que todo el ecosistema. No es que la Reserva de Caudal sea mala figura de protección, es diferente”, explica Celeste Santibañez, abogada de la ONG Geute Conservación Sur, una de las 4 organizaciones sociales a cargo de la propuesta.

Santibañez agrega que el río Puelo puede salir beneficiado por esta ley gracias a su importancia en términos ecosistémicos, así como para el desarrollo de las comunidades locales y la región. Sin embargo, esta iniciativa está todavía en proceso de elaboración.

Lo que sigue en la lucha

“Lo ideal sería poder contar a corto plazo con un renovado Código de Aguas, o bien sacar adelante propuestas como la Ley de Ríos Salvajes, que permitiría reservar y restaurar ríos o tramos de ríos, así no tendríamos que esperar que privados donaran de vuelta derechos cedidos por el mismo Estado. Pero mientras no tengamos esas opciones en la ley, buscamos lograr la declaración definitiva de la Reserva de Agua través de un decreto presidencial”, afirma categóricamente Diez, quien dice que posteriormente habrá que conversar con quienes tienen el resto de los derechos del río Puelo para que vean la importancia de esta zona para el desarrollo sustentable de la región.

“Lo que nosotros queremos es invitar a todos los que tienen derechos otorgados en la cuenca del Puelo a que se unan a la reserva, así por una parte ayudarán  a conservar uno de los lugares más importantes en términos de biodiversidad en Chile, y por otro permitirán a la comunidad continuar su desarrollo hacia la tan anhelada sostenibilidad”, finaliza Diez.

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