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7 de Febrero de 2020

Tótems indígenas en Plaza Dignidad: La lucha por la autonomía y reconocimiento de los pueblos originarios

Valentina Manzano

Colectivo Originario es un taller de tallado en madera dirigido por el reconocido escultor mapuche Antonio Paillafil, que el 6 de diciembre del año recién pasado instaló tres tótems indígenas en plena Plaza de la Dignidad. Había uno diaguita, otro mapuche y otro selk'nam. A un día de cumplir dos meses instalados en el corazón de las manifestaciones, las esculturas sufrieron el mismo destino de la escultura del perro Negro Matapacos: una de ellas fue quemada por desconocidos, durante la madrugada del 5 de enero. Mauricio Soto Paillalef, uno de los integrantes del taller, conversó con The Clinic y explicó la historia de las esculturas, el proceso de creación y todo lo que han vivido a partir de la instalación. Cuenta que les advirtieron del posible ataque y que hasta los han acusado de financiar la primera línea. Aquí aclara que este colectivo solo busca que los pueblos originarios sean autónomos y reconocidos.

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El 6 de diciembre de 2019 los integrantes del taller de madera impartido por el profesor  Antonio Paillafil se dirigieron a la Plaza de la Dignidad a instalar tres esculturas en la tierra. Cada una representaba una cultura ancestral: diaguita, mapuche y selk’nam.  Pero este grupo de personas también iba para instalar otra cosa: la discusión sobre la participación de indígenas y pueblos originarios en esta transformación que social que vive el país. Hablar de un Estado plurinacional, autonomía de las regiones, reconocer la nacionalidad indígena y descentralizar el país. “Eso es lo que se pide, no solo reconocer los pueblos originarios si no que también tengan autonomía”, cuenta Mauricio Soto Paillalef, uno de los integrantes del taller.

Con estos tótem buscan visibilizar a los pueblos originarios, que hablen por sí mismos y así sus demandas puedan ser incluidas en la redacción de la nueva Constitución. “Tienen que ser parte activa del Estado y se tiene que rescatar el conocimiento ancestral, el equilibrio de la vida con la naturaleza”, explica Mauricio, de ascendencia mapuche por parte materna.

Cada tótem representa una zona y cultura del país. La cultura diaguita, del norte de Chile está representada por el Petroglifo Chamán de Tilama, el cual está compuesto por tres partes: su cabeza representa la deidad del Sol Inti, el corazón es el portal espiritual y su vientre es una flor que habla de la fertilidad.

Foto: @angulos_dispersos

En el centro está la escultura Chemamüll mapuche, que significa gente de la madera. “En este caso específico es una Domomamüll que es una mujer de madera. Rescata la esencia femenina que se vincula con la naturaleza de la mujer y si nos vamos más a lo profundo, habla de que es por ella por la cual nosotros podemos renacer, esa energía nos permite renacer como personas. La vida está conectada a la naturaleza, por eso es súper significativa”, explica Mauricio.

Foto: Valentina Manzano

Para visibilizar al extremo sur hicieron un espíritu Selk’nam que representa a los Onas, de Tierra del Fuego. Mauricio explica que si bien los Selk’nam no están reconocidos como pueblo originario de igual forma decidieron incluirlos “para representar el extremo sur y para visibilizar el genocidio al cual fueron sometidos”.

¿Por eso uno está sosteniendo al otro? 

-Claro, en este caso el espíritu Selk’nam está sosteniendo a un Ona y lo está recibiendo de su muerte. Yo creo que por eso los de primera línea lo quieren y lo aprecian tanto, porque se sienten súper identificados. Las veces que he ido me han hablado de eso y saben que es un espíritu Selk’nam, se han ido informando a medida que la misma gente les ha dicho. Hay muchas personas que no saben qué significa cada uno, preguntan y se identifican, y eso ha sido súper bueno porque al final las esculturas ya no son nuestras, pertenecen a todos.

Foto: Valentina Manzano

Las esculturas fueron hechas completamente de madera. Para Mauricio, esta materia prima posee una energía especial que la dota de significado y simbolismos. “Cuando trabajas con la madera, cada pieza agarra energía propia de todos los que la trabajaron. Nosotros estamos en la naturaleza, no estamos en un taller de puro cemento, estamos rodeados de tierra y árboles. Esa energía se impregna en la madera, entonces cobra un sentido simbólico muy fuerte”, dice.

Foto: @angulos_dispersos
Foto: @angulos_dispersos

QUEMAR PARA RENACER

Hace dos días, la madrugada del 5 de febrero, el Petroglifo Chamán de Tilama fue quemado por desconocidos, al igual que con otros símbolos e intervenciones icónicas del 18 de octubre, como el Matapacos gigante que fue destruido una y otra vez, pero que siempre reaparece gracias al trabajo de artistas y ciudadanos que lo reconstruyen.

Mauricio explica que este tótem era el más fácil de quemar por el tipo de madera con el cual fue construido y por su estructura: “el corazón formaba un portal de lado a lado, por lo tanto yo me imagino que pusieron ahí toda la combustión y agarró mejor la madera. En cambio los otros son maderas un poco más resistentes y duras y no tienen por dónde meter material para que el fuego pueda hacer ignición. Entonces yo creo, que puede ser que hayan intentando con las tres pero ese fue el que agarró”.

¿Qué sentiste cuando te enteraste de esta quema?

-La verdad es que sabíamos que podía pasar. Yo personalmente siempre dije entre que se las roben y las quemen prefiero que las quemen, que ningún particular se las lleve para su uso privado. Porque hubo información de que algunos particulares se las querían llevar, para sus casas, porque era un momento histórico y querían quedarse con la historia en sus casas. También nos llegaron indicios de unos grupos de extrema derecha que hablaban de ir a quemar los tótem.

Foto: Valentina Manzano

Pero para Mauricio, esta quema hace que las esculturas cobren un simbolismo mucho más fuerte “porque la gente está preguntando por lo que pasó y se está informando. Está resurgiendo y se está hablando el tema, eso es lo que más nos interesa, que se hable, que la gente sepa, que se pueda poner en la mesa para que así se logren las demandas”.

Su objetivo inicial se está cumpliendo. “En una de las instalaciones a las 1 de la mañana se hicieron ceremonias y la gente de forma espontánea ayudó a instalar todas las piezas”, dice.

Todas las esculturas fueron instaladas el 6 de diciembre, pero Mauricio cuenta que pensaron que solo durarían un par de días. Se equivocaron. Faltó solo un día para que cumplieran dos meses intactos.

¿Cuál ha sido la reacción de las personas, qué les han dicho?

-La gente está súper agradecida. Una vez fui a la plaza y estaban haciendo una ceremonia de bendición de los tótem, de las tierras. Para el año nuevo también fui y habían unas chicas que estaban haciendo una ceremonia indígena, estaban con kultrün y trutruka. Estaban bendiciendo la comida, el lugar y luego comenzaron a entregar comida a la gente como cena de año nuevo. Uno se encuentra con esos actos espontáneos y ves que ellas y ellos abrazan las esculturas y las hacen suyas. Es súper rico ver eso.

Foto de @angulos_dispersos

“También nos ha llegado información muy loca. Hace poco nos contaron que hay personas que dicen que nosotros financiamos la primera línea ¡Y no tenemos plata pa eso! -dice entre risas-. ¡Imposible! Nosotros sacamos unos troncos reciclados y comenzamos a trabajar con la plata nuestra. Trabajamos con lo que nos llega y el propio bolsillo. Si nos llega algún tronco de algún árbol muerto hay que ver cómo financiar un camión para que lo traiga, y así lo podemos trabajar”.

¿Tienen planes de reponer el tótem quemado? 

-Hay ideas de reponerlo, pero queremos dejar pasar un tiempo, que sea tema, que la gente vea lo que pasó, lo que hicieron. Te das cuenta que hay gente que no quiere a los pueblos originarios, entonces hay que hablar de eso.

¿Sientes que al instalar esos tótems aportaron con un granito de arena para el cambio?

-Sí, desde nuestra vereda aportamos mucho más de lo que pensamos, porque la gente hizo suyas las esculturas, hizo desde el corazón todos esos actos ceremoniales, van a saludarlas y las tocan. Aportamos con el arte, al igual que todos los artistas, todas las pinturas, los rayados, los murales maravillosos que hay, todos hacemos un poco, todos somos un grano de arena para el cambio.

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