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Entrevistas

16 de Marzo de 2020

Germán Codina en entrevista con The Clinic: “Ojalá no nos demoremos en tomar medidas y pase lo mismo que con el terremoto”

Germán Codina no se escucha como en agosto pasado, cuando una balacera dejó cinco muertos en su comuna y encendió el debate de la desigualdad territorial. Hace seis meses estaba enojado y aprovechó de hacerlo público delante de cada cámara y micrófono que llegó hasta Puente Alto. Al Gobierno no le cayó bien tanto reclamo de un RN y se encargaron que lo supiera. Seis meses después Codina vuelve a escena, ahora como el líder que representa 330 comunas agrupadas en la Asociación Chilena de Municipalidades y que deben enfrentar la pandemia del coronavirus. Está alerta y vuelve a sacar la voz con fuerza: “preferimos medidas exageradas a que parezca que actuamos con negligencia”.

Por

Germán Codina ya estaba preocupado por los 700 mil habitantes de Puente Alto. No tenía suficiente comercio para hacer frente a una nueva crisis y lo venía advirtiendo desde octubre. Lo poco que quedó en pie sigue siendo objeto de la delincuencia y la llegada del coronavirus los podría dejar desabastecidos. “Si a eso le sumas las salas de espera de los hospitales, que ya están saturadas en un año normal, imagínate ahora con la pandemia. Podrían transformarse en el caldo de cultivo del coronavirus”, agrega. Le inquieta también la especulación en el mercado y cree que el Gobierno debiera poner límite de precios a bienes de primera necesidad. “No puede ser que el alcohol gel se venda a un precio cincuenta veces mayor que lo que se vendía hace un mes atrás”.

El cierre de las fronteras, dice, era algo que se tenía que hacer aunque sonara alarmista.

¿Cerrar fronteras es una medida que se está tomando tarde?

Una medida que restrinja el ingreso al país es útil en este momento. Prefiero que se tomen medidas que puedan parecer exageradas antes que tener que lamentar noticias dolorosas por no haber tomado las decisiones correctas a tiempo. Por ejemplo, lo que le pasó a la presidenta Bachelet con el terremoto del 2010 donde muchos le aconsejaron que no se apurara y ella se vio en una situación tan compleja en la que no quiso ser alarmista. Ojalá no nos pase lo mismo que con el terremoto. Cuando ocupas cargos de autoridad tienes que asumir un liderazgo y ese liderazgo, a veces, puede no ser muy agradable para la gente pero terminan entendiendo que cumpliste con tu obligación ética de resguardar la vida y la salud de tus compatriotas.

“HAY AUTORIDADES QUE CAEN EN LA ANUNCITIS AGUDA”

Palacio de La Moneda. Jueves 12 de marzo. 11:20 am. El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, termina una reunión con el alcalde de Puente Alto y comerciantes de la comuna para tomar acciones concretas que permitan a los vecinos volver a abrir sus locales, completamente destruidos por delincuentes. Están preocupados y exigen una solución desde el gobierno central. Los que aún pueden abrir las cortinas tienen que cerrar a las cinco de la tarde antes que la turba empiece a arrasar con todo. Los números no dan a fin de mes y necesitan más seguridad o tendrán que empezar a reducir sus empleados. Blumel les acaba de prometer un programa de recuperación de fachadas y revisar las estrategias policiales. Se encienden las cámaras y el ministro da inicio al punto de prensa: nos hemos reunido con el alcalde. Se da vuelta, buscándolo, pero Germán Codina no está.

En el punto de prensa el ministro lo busca y usted no está.

Por ahí estamos en alguna foto… (ríe). Estaba con vecinos de Puente Alto, cerrando distintos temas, comerciantes que sufrieron el saqueo de los locales, incendios. Hoy están en la disyuntiva si cerrar o echar a los trabajadores que tienen. Me preocupa mucho eso.

Cinco meses antes que la crisis social se hiciera visible, en la población Carol Urzúa de Puente Alto murieron cinco personas en una balacera. Una masacre, como la llamó Germán Codina que aprovechó la atención de los medios para denunciar clasismo cuando se hablaba de seguridad ciudadana entre comunas. Dos semanas después llegó Sebastián Piñera para inaugurar un globo de televigilancia de 132 millones de pesos. La tecnología tenía que dejar de ser privilegio exclusivo de los municipios con más ingresos, afirmó el Presidente en una ceremonia donde el alcalde no habló.

Se inaugura un globo de televigilancia que está sin usarse porque nadie estaba capacitado para operarlo. Después una campaña de barrios prioritarios y en La Pintana no hay ningún avance al respecto. Se inaugura el programa Hospital Digital y los vecinos dicen que no funciona. ¿Se cansó de los anuncios del Gobierno?

Muchas veces hay autoridades que se equivocan y caen en la anuncitis aguda y no en las reformas profundas que tienen que producirse. El tema de la delincuencia no sólo tiene que ver con los mecanismos de control también con la generación de un progreso para todos y generar espacios de prevención para niños y jóvenes.

¿Quién sufre de anuncitis aguda?

Muchas autoridades y puede ser un poco injusto cargarle toda la responsabilidad a la autoridad de turno. En general quienes están en un cargo de autoridad tienen el serio problema de tratar de generar los anuncios para hacerle ver a la ciudadanía que están haciendo acciones en el sentido correcto. A mí me gusta más hacer anuncios y mostrar resultados, así creo que tiene que ser.

¿Cuánto se ha avanzado en barrios prioritarios después del tiroteo en Carol Urzúa?

Lo de los barrios prioritarios no ha dado los resultados que se hubiera esperado y eso está claro. Si uno mira la sensación que hay en la población, en los vecinos, y esto pasa a nivel país, se ha visto la instalación de narcotráfico, de bandas organizadas y lo que se define como barrio prioritario debiera ser todo el territorio nacional. Debiéramos tener políticas que sean de carácter nacional y no porque haya un límite entre un barrio y otro se va a dejar de intervenir con la misma fuerza en la otra cuadra.

Después del tiroteo habló derechamente de clasismo en la seguridad de una comuna y otra. Después del estallido, y siendo Puente Alto una de las comunas más azotadas por la crisis, su discurso parece estar más templado. ¿Le pidieron no echarle más leña al fuego?

Fue público el año pasado mi enfrenamiento con la subsecretaria de prevención del delito, con las autoridades de Gobierno y me he mantenido siempre fiel a lo que planteé ese momento y a la defensa de los vecinos de Puente Alto. Pero tampoco podemos hacernos los sordos frente a una realidad que tiene que ver con las demandas sociales que incluso habíamos planteado con anterioridad y que hoy día necesitan una prioritaria atención desde las políticas públicas. No puedo centrar el debate sólo en el tema de  más o menos carabineros o más o menos fuerza pública. Es un aspecto fundamental sí, sobre todo para que la gente honesta y trabajadora pueda salir adelante pero me parece que la solución de lo que está viviendo Chile no pasa por pedirle peras al olmo. No son los carabineros los que tienen que arreglar la crisis, los que tienen que hacerlo son el sistema político.

¿Crees que le falta autocrítica al Presidente?

Me hubiera gustado que el Presidente, después de la consulta ciudadana municipal,  al día siguiente hubiera tomado el resultado de la Agenda Social y hubiera formado grupos de trabajo pero no de expertos, con ciudadanos, sindicatos, municipios, empresariado, organizaciones sociales, adultos mayores. Que hubiera estado dispuesto a implementar aquellas políticas públicas en cada uno de los ámbitos, tomando todo lo que esos grupos de trabajo generaran pero no cerrarse en otra visión. Siento que hoy el único espacio legítimo es el que le de participación a la gente.

¿Qué destaca del trabajo de Sebastián Piñera desde octubre?

Creo que la situación es tensionante. Lo he visto muy comprometido con la democracia y la paz. Me gustaría mayor profundización de las reformas que tiene que tener nuestro país y creo que ahí está al debe. El Presidente debiera tirarse el piscinazo para hacer un cambio de modelo en muchos aspectos para garantizarle a la gente una salud pública donde no mueran 26 mil personas al año en listas de espera, donde la gente no tenga que hipotecar los pocos bienes que tiene para que sus hijos puedan tener una buena educación y muchas otras cosas más.

¿Lo han invitado a participar de la franja del plebiscito?

Sí. Y saben que como estoy por el Apruebo me están pidiendo ser parte de la franja. Una de las fortalezas que tiene Renovación Nacional es que respeta la pluralidad, la diversidad y no me he sentido en ningún minuto obligado o amedrentado para no poder dar mi opinión.

¿Se siente un díscolo en esa franja?

Sí, pero no me hecho a morir. Por el contrario me siento feliz de poder levantar las banderas de lo que uno cree que es justo. Incluso si en el partido me pidieran, como le pidieron a Lavín, participar del Rechazo, feliz participo contándoles la verdad de porqué creo en el Apruebo y porqué creo que ese es el camino.

Hay varias comunas que están trabajando en procesos de participación ciudadana previo al plebiscito, informando e invitando a votar. Acá no hay un programa, ¿por qué?

Primero, el gran plan y me toca tener la doble chaqueta de ser presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades y alcalde de Puente Alto fue levantar la idea que tenía que existir un plebiscito. La gran acción fue juntar a los alcaldes de distintos colores políticos y levantar la alternativa de una consulta ciudadana que era un empujón para que se solucione la crisis social que vive el país.

En esa consulta ciudadana, ¿cuáles fueron las prioridades de los vecinos de Puente Alto?

Las prioridades fueron pensiones, salud, educación y después viene lejos la desigualdad de ingresos..

¿Y seguridad?

Seguridad no estuvo marcado dentro de las primeras preferencias. Sin embargo, creo que es algo que subyace a la realidad nacional. El tema de la delincuencia es una preocupación que van a tener que enfrentar todos los gobiernos.

¿Vio algún cambio en materia de seguridad con la llegada del ministro Blumel?

Creo que la coyuntura que le ha tocado abordar a Blumel es tremendamente compleja, lo mismo que le tocó a Chadwick y lo han estado haciendo con grandes dificultades porque los recursos que administra el Ministerio del Interior no pueden variar mucho en dos o tres meses. Cuando me refiero a recursos, hablo por ejemplo de la capacitación de la fuerza policial. Es evidente que se tienen que modernizar pero eso es imposible realizarlo de un mes para otro. Si se hace así sería solamente cosmético porque lo que hay que hacer es involucrarse en la identidad de la institución y hacer varios cambios. Lo que sí le dije al ministro es que, es tanta la demanda que debe tener, que eso le ha impedido estar en el territorio y sería bueno que se vinculara más yendo a comunas afectadas, a entender en terreno lo que está sucediendo en distintas partes del territorio nacional.

¿Cómo se lleva con Mario Desbordes?

Bien, tenemos mucha sintonía en la agenda que Chile necesita. Incluso antes del acuerdo que firmó el Congreso tuvimos varias conversaciones de lo que estábamos haciendo nosotros como Asociación Chilena de Municipalidades y, de alguna forma, nos fuimos complementando en opiniones para buscar una salida a la situación tan delicada que estaba viviendo nuestro país.

¿No ha pensado renunciar, considerando el discurso mayoritario del partido frente a las demandas sociales?

No he pensado en renunciar a pesar que, con nuestra diversidad interna, me toca convivir con personas que piensan muy distinto en algunos ámbitos. Hemos sido tratados con respeto a pesar de ser una minoría. He levantado mi agenda igual, a pesar de las diferencias con otros integrantes del partido y a pesar incluso que nos hayan demonizado por levantar fuerte una agenda social que tiene que plantear la necesidad de un cambio de modelo en muchos aspectos del país.

La figura de Andrés Allamand ¿le parece que aporta en la discusión dentro del partido?

Más que un aporte, respeto que pueda opinar distinto. Sí reconozco que me sorprendió que asumiera una posición tan dura y pro Rechazo. Cuando uno ve el Allamand de hace 20 ó 30 años atrás, lo veía en los díscolos que trataban de decirle al establishment: las cosas se tienen que hacer distinto. Me sorprende la postura de ahora pero creo que está actuando desde sus convicciones.

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