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Coronavirus

27 de Marzo de 2020

La encrucijada de los trabajadores de Latam: Entre bajarse el sueldo, amenazas de quiebra y el coronavirus

Agencia UNO

La semana pasada, Latam llamó a sus 18 sindicatos para plantearles una oferta: Se bajan un 50% los salarios o toda la compañía se va a pique. La tensión y la angustia es total en la empresa, mientras varios de los operarios tienen que seguir trabajando como si nada, entre aviones contaminados y con mascarillas que deben reutilizar hasta por cinco turnos. Los escenarios para la compañía de la familia Cueto no son auspiciosos y giran en torno a la quiebra, los despidos masivos o un salvataje por parte del Gobierno que encabeza su ex accionista, Sebastián Piñera.

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“Los ánimos acá están demasiado tensos”, es lo primero que dice Cristián Lobos, dirigente del Sindicato de Trabajadores de Mantenimientos Aeronáuticos (Sindimantto), que reúne principalmente a los funcionarios que se dedican a la reparaciones de aviones.

Si bien el personal administrativo fue enviado a casa y están con modalidad de teletrabajo, ellos han permanecido “al pie del cañón con los mismos turnos, los mismos horarios, con mínimas medidas de protección, exponiéndonos día a día” a la pandemia del coronavirus que en Chile ya ha cobrado cinco vidas y ha infectado a 1.610 personas.

Lobos explica que incluso hay mecánicos que trabajan en directa relación con pasajeros, que hacen reparaciones en aviones contaminados, sólo armados con una mascarilla que en “la hoja de seguridad dice que dura un turno, pero nosotros tenemos que usarlas por cinco días”.

“Acá hay un temor porque no están los resguardos. Estamos impulsando un montón de formas y métodos para que la gente trabaje un poco más en calma y sus colegas también. Desde el comité paritario impulsamos tomar la temperatura en la entrada de cada turno. Conversamos con el policlínico para que nos apoyaran con los instrumentos. Sin embargo, la empresa se ha desentendido del trabajador. El trabajador se siente abandonado”, subraya.

En la misma línea, Luis Chávez del Sindicato de Trabajadores de Lan Express (Sindilanex) puntualiza que “una de las áreas que sigue trabajando en terreno, no desde la casa, es mantenimiento. Una de las áreas donde la carga laboral no se va a detener es mantenimiento. Una de las áreas que tiene que tener todo listo cuando se reactive todo y los aviones salgan a volar, es mantenimiento. Y no existe un protocolo de protección al trabajador”.

“La empresa tiene una mirada implacable sobre otro concepto de realidad. Acá la gente está atemorizada en el aeropuerto. Tiene mucho temor a cumplir con su pega. Hay trabajadores que están pensando en dejar botada su pega porque no quieren contagiarse, tienen papás de 80 años en sus casas. Acá están jugando con las necesidades de la gente. Acá hay condiciones que son inhumanas”, agrega.

Foto: Agencia UNO

LA MEGA CRISIS DE LAS AEROLÍNEAS

Se estima que la crisis que atraviesa la industria aeronáutica por la pandemia del Covid-19 es la más grande de todos los tiempos. Expertos hablan de pérdidas globales que bordearán los 252 mil millones de dólares en ingresos este año. Ni siquiera los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 habían presionado tanto a las aerolíneas.

Un análisis de la revista Bloomberg basado en el método Z-Score, desarrollado por el reconocido investigador Edward Altman para predecir bancarrotas en la década de los ’60, logró identificar que el mayor peligro se concentra en las firmas de Asia, principalmente por los altos niveles de deuda que tienen.

Sin embargo, también advierten que si no hay rescates gubernamentales o no aparecen nuevas fuentes de financiamiento, las compañías de otras partes del mundo también corren serio peligro. De hecho, el Centro de Aviación CAPA -con sede en Sidney- aseguró que la mayoría de las empresas transportistas se declararán en quiebra a fines de mayo si no existen estas políticas de salvataje.

Foto: Agencia EFE

Pero hay dudas respecto al alcance de las medidas que tomen los Estados. De hecho, la experta brasileña, Luciana de Araujo, aseguró a la agencia AFP que “la prioridad a futuro de los gobiernos va a ser mantener a las personas vivas, las necesidades de las aerolíneas van a ser secundarias”. En ese contexto, el CEO de Qatar Airways, Akbar Al Baker, lanzó una frase para el bronce y que resume la crisis: “En este período tan difícil, solo será la supervivencia del más apto”.

Un análisis realizado por la International Air Transport Association (IATA) – organización que agrupa a 290 aerolíneas de 117 países- reveló que Latinoamérica experimentará uno de los descensos más marcados en el tráfico para 2020, sólo superado por Europa.

En Chile, las aerolíneas se están sumando a la tendencia mundial de la industria de “ajustar sus gastos” frente a la fase más crítica de expansión del Covid-19, pensado para los meses de abril, mayo y junio, según un reciente reporte del Diario Financiero. Entre las medidas tomadas está reevaluar contratos con proveedores, repartir utilidades entre accionistas y lanzar ofertas muy agresivas para el mercado. Sólo por dar un ejemplo, Latam Airlines publicó una promoción de vuelos a Miami por sólo 200 mil pesos.

DESCONTAR LA MITAD DEL SUELDO

La semana pasada, Latam citó a los 18 sindicatos de los distintos rubros de su empresa a una reunión urgente. ¿La razón? Proponerles una reducción del 50% del salario a sus más de 43 mil empleados.

Los sindicatos saben que una medida de estas proporciones no se puede imponer, porque la ley no lo permite. La empresa ha resuelto hacerlo a través de un anexo de contrato que se negocie individualmente.

Sin embargo, hasta ahora los dirigentes sindicales aseguran que en su mayoría los trabajadores se han negado a firmarlo y solicitaron un informe financiero para revisar el impacto que tendrían en la empresa dichos descuentos.

Ignacio Cueto, gerente general de Latam. Foto: Agencia UNO

Luis Chavez de Sindilanex argumenta que el documento no se firma “pero no porque no me importe la empresa o porque no me dé cuenta que estamos en una crisis. ¡Todo el mundo se da cuenta! No es que no me importe la situación que estamos viviendo, es que no puedo. No estoy en condiciones. La gente tampoco tiene la capacidad financiera para darle una ayuda a la empresa”.

En la misma línea, Cristián Lobos de Sindimantto detalla que la empresa les dejó bien claro que “no sirve que uno, dos, cien o mil se sumen a esta campaña de reducción de sueldo. Tienen que ser todos. El mensaje que nos da la compañía a través de recursos humanos, relaciones laborales y la gerencia, es que si no accedimos a esa rebaja del 50%, la empresa quebraría en tres meses. Y si no resulta, van a existir despidos masivos. Así de fuerte fue el mensaje“.

Ante dichas amenazas, Chávez asegura que “los trabajadores están inquietos con una medida como esa, porque nadie quiere perder el trabajo en estos momentos. El comentario de la empresa fue intimidante y amenazante. Así lo sintió la gente. Yo le dije a los gerentes que desde la realidad que ellos observan, el trabajador debe dejar de lado sus prioridades de vida porque tiene que ayudar a la empresa”.

Foto: Agencia UNO

También genera dudas que la empresa se haya negado a que ese 50% de descuento del sueldo sea con devolución. Lobos recalca que “les propusimos que nos devolvieran la plata al cabo de tres meses, dijeron que no. ¿A fin de año? tampoco. ¿El próximo año? tampoco. ¿De aquí a tres años? tampoco. ¿En la indemnización? tampoco. ¿Y si la devuelven en acciones? tampoco”.

“Hemos hecho un montón de análisis como sindicato y no nos tragamos el cuento de que dependa única y exclusivamente de los trabajadores disipar o revertir que la compañía se vaya a quiebra”, agrega.

Ambos dirigentes reconocen que les ha jugado en contra el mito de que los trabajadores de Latam “ganan bien”. Chávez es directo, asegura que “la gente no gana muchas lucas en mantenimiento pese a que el riesgo es terrible” y enumera una serie de casos de trabajadores de su sindicato que deben pagar planes de salud de su familia, comprar medicamentos para sus padres o hijos, o costear la pensión alimenticia.

Por otro lado, Lobos habla de que esa fama del trabajador de Latam es “una realidad disfrazada”, acotado netamente al rubro de los pilotos, y subraya que “independiente de que hay sueldos que están por sobre la media, la reducción del 50% del sueldo va a significar en una gran masa inclusive no poder sostener sus hogares. Literalmente, vamos a tener gente que no va a tener qué comer”.

Consultados por The Clinic, desde Latam aseguraron que no se referirán “a las conversaciones que mantiene con los sindicatos de la compañía a través de la prensa. Los términos de dichas conversaciones son de público conocimiento y mientras éstas continúen, Latam no hará ninguna declaración al respecto”.

LOS CAMINOS PARA LATAM

Ante la negativa de la mayoría de los trabajadores y sus sindicatos, Latam sigue afinando su oferta. De hecho, un informativo del Sindicato de Trabajadores N°1 de Lan Express revela una propuesta reciente de descuento diferenciado del sueldo, los que irán de 0 a 50 por ciento.

Sin embargo, el camino es pedregoso para la compañía. Según el académico de la U. de Chile y experto en derecho laboral, Claudio Palavecino, la estrategia de hacer firmar un anexo de contrato para reducir el sueldo es algo “perfectamente legal, atendiendo al hecho notorio de que la demanda de vuelos se ha desplomado con el coronavirus”.

“Lo que está diciendo Latam efectivamente es ‘tratemos de sobrevivir a este chaparrón, hagamos un esfuerzo’ y les propone a sus trabajadores una modificación del contrato de mutuo acuerdo. El problema se va a suscitar precisamente con los trabajadores que se niegan. De ahí pueden emerger al menos cuatro escenarios”. Estos son:

1. DESPIDOS POR NECESIDADES DE LA EMPRESA

Palavecino señala que esta es una posibilidad cierta “atendida justamente a que habría una merma en la demanda de vuelos, que indudablemente afecta financieramente a Latam”.

Sin embargo, advierte que la mayor complicación surge a la hora de pagarles las indemnizaciones por término de contrato a los trabajadores. “Eso puede tener un costo significativo y podría ser inviable”, subraya.

Foto: Agencia UNO

2. DESPIDOS POR EL ARTÍCULO 159 DEL CÓDIGO DEL TRABAJO

Según el artículo 159 del Código del Trabajo, numeral 6, se podrá poner fin a un contrato de trabajo por “caso fortuito o fuerza mayor”, lo que “permite despedir sin derecho a indemnización”, explica Palavecino.

Sin embargo, el especialista puntualiza que “los tribunales le van a cerrar rápidamente la puerta a la empresa” porque, tanto la Dirección del Trabajo como la justicia, “han concluido que esa causal sólo es válida cuando la empresa, producto de la causa mayor o del caso fortuito, ya no puede continuar operando, que en principio no sería la situación”.

“Ahí le puede salir el tiro por la culata a Latam, porque los despide sin derecho a la indemnización, pero los trabajadores demandan ante los tribunales y van a obligar a la empresa a pagar no sólo las indemnizaciones, sino también el recargo legal del 50% de esta causal”, subraya.

Foto: Agencia UNO

3. LA QUIEBRA

Es una de las amenazas que le plantea Latam a sus trabajadores, que en tres meses podría entrar en proceso de quiebra. Para Palavecino, este sería “el caso más dramático” donde los dueños dejan de administrar la empresa y un liquidador tendrá la misión de vender todos los activos para pagarle a los acreedores.

El abogado asegura que en la legislación chilena se le cambió el nombre a “uno más elegante: Liquidación concursal, que básicamente es lo mismo”. Si se invoca, un tribunal resolverá ponerle término automático a todos los contratos de trabajo y, con los primeros dineros que se reúnan, procederán a “pagarle los finiquitos a los trabajadores”.

Foto: Agencia UNO

4. LA SALIDA LEGISLATIVA

Pese a que el Presidente Sebastián Piñera descartó un programa de asistencia financiera exclusivo para Latam, recientemente presentó a través del Ministerio de Hacienda un compendio de medidas económicas que incluyen el llamado Proyecto de Ley Covid-19 de protección a los ingresos laborales.

Dicha iniciativa busca garantizar el pago de ingresos recurriendo al seguro de cesantía en circunstancias excepcionales, como una pandemia. Es decir, por el tiempo que dure la crisis, el empleador podrá dejar de pagar el sueldo a sus trabajadores, para que ellos puedan recibir ingresos mediante ese seguro sin perder el vínculo laboral ni sus derechos.

Para ello, se prometió la inyección de unos 2.000 millones de dólares en el Fondo de Cesantía Solidario para poder cubrir a trabajadores que por la emergencia deban permanecer en su hogar sin la posibilidad de hacer trabajos a distancia.

Sebastián Piñera junto al ministro de Hacienda, Ignacio Briones. Foto: Agencia UNO

Palavecino llama a esta iniciativa una “suspensión temporal del contrato” el que se mantiene por el tiempo que dure la catástrofe, y precisa que de este modo “el trabajador no tiene que prestar servicios ni la empresa pagarle. De este modo, ellos podrán cobrar el seguro de cesantía sin ponerle término al contrato”, lo que podría ser una salida para el conflicto de Latam.

Sin embargo, el proyecto ha generado al menos dos aprehensiones en el Congreso. En conversación con The Clinic, la diputada Camila Vallejo (PC) manifiesta que “no hay una distinción muy clara entre aquellas empresas que están en una situación crítica de las que no, y tampoco hay una distinción en el tamaño de las empresas”.

“De alguna manera, se habilita que hayan pactos de reducción de jornada laboral o pactos de suspensión de pago de remuneraciones manteniendo el contrato laboral vigente a empresas que no necesariamente estén en una situación de insostenibilidad financiera”, subraya.

Camila Vallejo. Foto: Agencia UNO

Además, la legisladora critica que hasta el momento se desconoce si van a ser suficientes los 2 mil millones de dólares que está proponiendo el fisco.

“¿Qué pasa si el seguro de cesantía individual queda sin fondo producto de que se ocupó el 100% en el pago de remuneraciones durante la crisis? ¿y si te despiden después de la crisis? El Fondo Solidario tendría que subsidiar ese seguro, pero no sabemos si va a estar con suficientes recursos para cubrir toda esa demanda”, concluye.

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