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Cine & Streaming

7 de Mayo de 2020

Los cuatro secretos íntimos que revela Michelle Obama en el documental “Becoming”

Foto: Netflix

La alianza entre los Obama y Netflix lanzó un nuevo trabajo en conjunto: El documental “Becoming: Mi historia” que sigue a la ex primera dama durante la gira de lanzamiento del libro homónimo. La obra dirigida por Nadia Hallgrim se sumerge en la intimidad de Michelle Obama y recorre aspectos poco conocidos de su vida, como la presión que había sobre ella en la Casa Blanca, los celos que tenía de su hermano, sus primeras experiencias frente al racismo y impresión inicial que le causó Barack.

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Michelle Obama fue durante ocho años la primera dama de Estados Unidos y convirtió su historia en uno de los libros de no ficción más vendidos en varios países de Norteamérica y Europa, con más de 10 millones de ejemplares. Su lanzamiento fue todo un evento, recorrió 34 ciudades del país y fue entrevistada por personalidades como Oprah Winfrey, Stephen Colbert, Reese Whiterspoon, Sarah Jessica Parker y Chimamanda Ngonzi Adichie.

Todo ese recorrido se va mezclando con la historia pasada de Michelle Obama, desde su paso por su casa de infancia al sur de Chicago hasta sus días como una celebridad mundial en la Casa Blanca. En The Clinic revisamos algunos de los secretos más íntimos que revela en el documental de Netflix, “Becoming: mi historia”

ÚLTIMO DÍA EN LA CASA BLANCA

“Una pequeña parte de lo que soy pasó durante esos ocho años. Lo que pasó antes fue mucho más”, es una de las frases que lanza Michelle Obama para adentrarnos en su vida. Sin embargo, hay un momento en el que Oprah le pregunta si se puso a cantar “Libre soy, libre soy” -como la canción de Frozen- durante su último día en la Casa Blanca.

“Lo que pasó en el último día es que los amigos de Sasha y Malia (sus hijas), que crecieron en la Casa Blanca, fueron a hablar conmigo esa noche y dijeron: ‘Queremos dormir aquí’. Y les dije: ‘¿¡Qué!?’. Querían pasar la noche allí para poder desayunar todo lo que quisieran a la mañana siguiente. Así que así fue. Al otro día intentábamos mudarnos, ellos despertaron y tuve que sacarlas de ahí. Fue como: ‘Vamos, despierten, los Trump ya vienen’”, relató.

Ella agrega que ese día “hubo lágrimas, todos lloraron, el personal lloró. Yo intenté no llorar porque si salgo llorando todos dirán que es por otro motivo. Hay que mantener la compostura. Fue un día emotivo. Pero luego subimos al avión presidencial y lloré por 30 minutos. Creo que fue la liberación de ocho años tratando de hacer todo a la perfección”

Michelle Obama y su hija. Captura: Becoming

LA RELACIÓN CON SU HERMANO

Durante el documental, Michelle visita su casa de infancia al sur de Chicago, acompañada de su madre, Marian Shields, y su hermano Craig. En ese momento, ella revela medio en broma medio en serio que siempre batalló por ser la favorita de su madre, tras la muerte de su padre.

Además, relata que incluso llegó a la Universidad de Princeton siguiendo los pasos de su hermano, pero su consejera le pidió que fuera más realista, le dijo que no apuntara tan lejos, ya que esa institución la consideraba “demasiado grande” para ella. “Pero bueno, ella se equivocó”, cierra sacando carcajadas del público.   

Michelle Obama cuando niña. Captura: Becoming

RACISMO 

Sobre su infancia, Michelle relata que en los años 70 habían “familias negras como la mía que nos estábamos mudando a los vecindarios y eso ahuyentaba a las familias blancas. Y les decían ‘vendan sus casas de prisa porque su valor bajará rápido’. Así que se fueron mucho más hacia los suburbios”. En ese instante, toma una foto de su curso en kinder donde aún quedaban niños blancos, pero ya en secundaria no quedaba ninguno. “Mi familia, tristemente, para algunos, no pertenecía ahí”, agrega. 

Una vez en Princeton, ella formó parte de la minoría de estudiantes afroamericanos en la universidad. La madre de una de sus roomies estaba escandalizada por compartía con una persona de color. “Sentía que su hija estaba en peligro y yo no estaba preparada para eso”, añade.

En el documental, Obama también se da espacio para la reflexión, recuerda a los jóvenes afroamericanos muertos por la violencia policial e incluso invita a estudiantes a no abandonar su educación. Uno de ellos le confiesa que es difícil compartir la sala con estudiantes que llevan gorros a favor de Donald Trump. “Así que estás en la escuela… Ve a la escuela. Obtén tu maldita educación. Barack y yo, a lo largo de la presidencia, con las mentiras y lo que dijeron sobre nosotros, todo lo que pudimos hacer fue despertarnos todos los días y hacer nuestro trabajo”, le responde.

Michelle Obama en Princeton. Captura: Becoming

SU PRIMERA CITA CON BARACK

En uno de los momentos más graciosos del documental, Michelle Obama cuenta que conoció a Barack cuando ya era abogada y se suponía que ella sería su mentora. En primera instancia, ella se hizo una imagen de “cerebrito”, pero todo cambió cuando lo llamó por teléfono y escuchó su voz. 
“Fue ahí cuando tuve la idea de que podía haber algo más. Tenía esa voz de Barack Obama. El calor salía del teléfono por esa voz”, relata. A su primera cita, Barack llegó tarde, y ella pensó: “Este hombre negro de pacotilla llega tarde le primer día”. Pero cuando volvió a usar su voz para decir “Lo siento” finalmente se rindió. 

Michelle y Barack. Captura: Becoming

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