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Reportajes

31 de Julio de 2020

Palabra de trazador

El médico César Gómez es jefe del equipo de trazabilidad de Covid-19 en Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Lirquén. El trabajo de su equipo es fundamental para el control de la pandemia. Aquí cuenta cómo se desempeña y las dificultades para “mantener la templanza” frente a pacientes que poseen una alta incertidumbre.

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“Hace dos semanas tuve que llamar a una pareja; ambos tenían más de 70 años y estaban contagiados. Estaban al cuidado de su familia y durante todo el seguimiento habían tenido una evolución positiva. Pero ese día hablé con uno de sus hijos y me dijo que ambos habían empeorado y estaban hospitalizados”, dice César Gómez sobre lo “traicionero” que puede llegar a ser el Covid-19, especialmente en las personas mayores.

El médico egresó hace tres años de la Universidad de Concepción y está en su penúltimo año de EDF (Etapa de Destinación y Formación, antes llamados “médicos generales de zona”). Todos los días viaja 20 kilómetros al norte desde la capital del Bio Bío hasta el Lirquén, localidad que pertenece a la comuna de Penco y donde está el Centro de Salud Familiar (Cesfam) en el que trabaja como jefe del equipo de trazabilidad de Covid-19 desde el 7 de junio. 

Antes de esa fecha sólo trabajaba en el servicio de urgencia, pero a partir del aumento de casos y de la orden del Ministerio de Salud de integrar a los centros de Atención Primaria en la tarea de vigilancia de casos activos de coronavirus y de control de posibles contactos estrechos, Gómez también se integró en la unidad epidemiológica del Cesfam. “En el equipo somos entre 7 y 10 personas y actualmente, cada uno llama de 10 hasta 15 personas por día” dice. 

Crédito: Registro personal

¿Todos esos son casos activos?

-No. Hoy día, en toda la comuna, son solamente 63 las personas con Covid activo; es decir, que tienen la posibilidad de infectar a otros. 

¿Qué seguimiento les hacen a estas personas?

-Los llamamos cada dos días para ir evaluando qué síntomas tienen y cómo van evolucionando. Les indicamos más o menos el día de la eventual alta en caso de que la persona no tenga más síntomas, y ese día enviamos un médico a su domicilio para que los examine bien y les dé un certificado que indique la mejoría. 

Sólo trabajaba en el servicio de urgencia, pero a partir del aumento de casos y de la orden del Ministerio de Salud de integrar a los centros de Atención Primaria en la tarea de vigilancia de casos activos de coronavirus y de control de posibles contactos estrechos, Gómez también se integró en la unidad epidemiológica del Cesfam. “En el equipo somos entre 7 y 10 personas y actualmente, cada uno llama de 10 hasta 15 personas por día”.

Gómez dice que, si bien en la región del Bio Bío no están en cuarentena, ve poco probable que comiencen un proceso de apertura como se hizo en Los Ríos o en Aysén. “Por lo que se ve en los medios, en la gente palpita una cierta seguridad. En Concepción sigue habiendo mucha gente en las calles, pero la realidad local es distinta a la que vivimos a nivel país” explica. 

¿Han detectado rebrotes?

-En particular, el Servicio de Salud de Talcahuano se ha mantenido estable, pero con un alza de casos en los últimos días.  Hace dos semanas, con mi equipo estábamos realizando seguimiento a 50 personas diarias aproximadamente, entre casos activos y contactos estrechos. Ese número subió hasta los 91 hoy día (30 de julio), viéndonos obligados de aumentar a casi el doble el número de trazadores con el fin de hacer una completa cobertura. 

DEBERÍAMOS LLEGAR ANTES

Gómez es oriundo de Purranque y decidió que, hasta que termine la pandemia, no visitará sus padres que aún viven ahí. “No los veo desde febrero”, cuenta. En ellos pensaba en el peak de casos: “Me afecta psicológicamente pensar que no puedan obtener la ayuda correspondiente si se llegan a contagiar”. 

Si bien en la región del Bio Bío no están en cuarentena, ve poco probable que comiencen un proceso de apertura como se hizo en Los Ríos o en Aysén. “Por lo que se ve en los medios, en la gente palpita una cierta seguridad. En Concepción sigue habiendo mucha gente en las calles, pero la realidad local es distinta a la que vivimos a nivel país” explica Gómez.

¿Cómo transcurre el día a día en tu trabajo?

-Parto revisando los mails que envía Seremi con la información de los pacientes contagiados y las planillas de posibles contactos estrechos. Coordino quién de mi equipo llama cada persona y después se nos va el día evaluando los síntomas de los contactados. 

“Hacemos un completo seguimiento: si es que sus síntomas van a la baja, o si tiene algún tipo de repunte. A partir de eso busco signos de alerta para indicar medidas farmacéuticas que se puedan dar por teléfono, o en caso de que sean síntomas de urgencia, le indico al paciente formas de asistir a un centro de salud”, relata Gómez. También les preguntan a las personas si tienen más necesidades, tales como sanitizaciones de sus domicilios, si quieren algún tipo de licencia médica especial o si se ven obligados a irse a una residencia sanitaria. “Al final del día hacemos un balance que lo enviamos a Seremi sobre pacientes hospitalizados, recuperados y en general cómo avanza la curva de casos”. 

¿También se comunican con los contactos estrechos?

-Sí, pero esa definición la hace Seremi. En el Servicio de Salud Talcahuano demoramos 48 horas en entregar los resultados del los PCR. Seremi notifica a los positivos por teléfono en un plazo de 24 horas y le pregunta con qué personas tuvo contacto. Y esa información recopilada la envían a nuestro centro, donde les hacemos seguimiento por los 14 días que estas personas podrían presentar los síntomas respectivos. 

Gómez hace una crítica al sistema: “Estamos supeditados a realizar nuestro primer llamado recién al tercer o cuarto día desde que el paciente es notificado como positivo. Lo ideal sería que fuera mucho antes”.

Crédito: Registro personal

APOYO EMOCIONAL

“Las personas te preguntan mucho si van a tener cursos leves, serán asintomáticos o si pudieran agravarse. Existe una gran incertidumbre. La gente está estresada”, cuenta Gómez sobre lo que le han dicho en los llamados que hace a diario. 

¿Qué puedes responder en esos casos?

-Ahí mi trabajo se enfoca en intentar tranquilizarlos, darles apoyo y a partir de la información sintomática que tengo de cada uno, orientarlos más o menos como puede seguir su enfermedad. Pero cuando en realidad detecto que hay personas que seguramente se ven asociadas a algún problema psicológico, los derivo al equipo del programa de salud mental que hay en nuestro centro. Ahí ellos también los llaman e intentan asistirlos en ese ámbito.

“Estamos supeditados a realizar nuestro primer llamado recién al tercer o cuarto día desde que el paciente es notificado como positivo. Lo ideal sería que fuera mucho antes”.

Aunque los pacientes no son los únicos afectados: “Nosotros somos humanos y el Covid nos ha significado una gran carga emocional. El personal médico no está exento de eso” dice Gómez. 

¿Qué es lo que más los afecta?

-Cuando algunos pacientes están muy preocupados respecto al tema, esto permea y a uno también le llega. También afecta especialmente cuando analizamos los contactos que hacemos y vemos que nuestro Excel de casos sigue aumentando de un día para otro. Se hace cada vez más difícil, pero tenemos que mantener la templanza para entregar la calma necesaria a las personas que atendemos. 

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