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Entrevistas

11 de Agosto de 2020

Marcelo Mena, ex ministro de Medioambiente: “No voy a descansar hasta que Ventanas cierre”

Foto: Agencia Uno

Volvió hace cinco meses de Estados Unidos tras dos años en Washington DC trabajando para el Banco Mundial en investigación y análisis del cambio climático. Instalado en Santiago, con un pie en la Universidad Católica de Valparaíso, Marcelo Mena reconoce que tiene una batalla pendiente: el cierre definitivo de una de las fundiciones más contaminantes del mundo, Ventanas.

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De su último año de colegio, Marcelo Mena -44 años, ingeniero civil,  ex ministro de Medioambiente y actual Director del Centro de Cambio Climático de la Universidad Católica de Valparaíso- dice que hay un día que quedó grabado en su memoria. Estudiaba en Viña del Mar cuando se prendieron las alarmas por una nube tóxica que llegaba desde la fundición de cobre Ventanas, ubicada en la V Región. Un monstruo negro se movía en el aire. Mena recuerda que sintió que la muerte lo rodeaba. La pestilencia que emanaba del yacimiento minero ubicado en la comuna de Puchuncaví no terminó ese día. El olor a arsénico lo persiguió. 

En su paso por el ministerio de Medioambiente como subsecretario (2014-2017) y ministro (2017-2018) tuvo que revivirlo con la posibilidad de tomar cartas en el asunto. En sus cuatro años liderando temas medioambientales con la ex presidenta Michelle Bachelet intentó aumentar las exigencias para gases contaminantes, pero no logró que se implementaran. En su defensa, Mena dice que le faltó un episodio crítico de salud, como el de 2018 donde se alcanzaron concentraciones siete veces superiores al máximo recomendado por la OMS durante 10 minutos. Con ese antecedente en la mano él podría haber movilizado la paralización definitiva de la fundición. 

Hoy asesora a la Defensoría de la Niñez en una demanda contra el Estado por los daños generados en Puchuncaví.  El cierre de Ventanas es algo que no se termina de perdonar.  Piensa en los afectados: “Que alguien le tenga miedo a algo que el Estado permite es tremendo. Es una violación a los derechos humanos. No voy a descansar hasta que Ventanas cierre”. 

Registro personal

Cuando eras subsecretario de Medioambiente propusiste aumentar las exigencias en la medición de emisiones de Ventanas. ¿Por qué no se concretaron?

-Quisimos adoptarlas, pero siempre hubo una oposición muy férrea por parte del sector minero con influencia en el ministerio de Hacienda y el de Minería. Cuando quisimos aprobarlas, nunca llegamos a consensos. No fuimos capaces porque no tuvimos una crisis para justificar la aplicación de las medidas. Así opera el sistema político, por mucho que yo dijera que era para evitar otra crisis de contaminación, si no está, no se le da la urgencia a las decisiones.  

¿Quién puede tomar la decisión de cerrar Ventanas?

-Yo creo que, fundamentalmente, le corresponde al Ministerio de Hacienda que tiene que ser capaz de poder aprobar que ese tipo de inversión sea buena para el medioambiente y para la economía. 

Pero el país pierde varios millones de dólares al año por tener funcionando Ventanas, eso sumado a los altos contenidos de arsénicos que genera. ¿Cuál es la razón para que siga operando? 

-Porque da empleo y porque tiene capacidad de fundición que es estratégico para el país. Si los chinos empiezan a ponerle más condiciones a nuestros minerales, eso lleva a controlar menos la producción. Así es como siguen operando minas que van a pérdida, porque el riesgo que hayan regulaciones ambientales internacionales es mayor que eso. Si el país no es capaz de tomar una decisión al respecto no culpen a un ministerio de Medioambiente. 

“No fuimos capaces porque no tuvimos una crisis para justificar la aplicación de las medidas. Así opera el sistema político, por mucho que yo dijera que era para evitar otra crisis de contaminación, si no está, no se le da la urgencia a las decisiones”

En tus cuatro años en el ministerio de Medioambiente, ¿cuánto insististe en cerrar Ventanas?

-Uno trata de ir abriendo puertas. El último episodio crítico que teníamos nosotros como antecedente fue el año 2011. Cuando negociamos esto el 2016 y 2017 era muy abstracto, por eso pensamos en hacer una norma inicial que visibilizara que había episodios críticos y que pudiera gatillar un paso inevitable para el cierre. No trabajé para ese cierre porque no tuvimos evidencia en ese minuto. Si hubiéramos tenido episodios críticos con las características de 2018 habría impulsado el cierre. 

Pero Ventanas es una de las fundiciones más contaminantes del mundo; ¿se necesita un episodio crítico para tomar la decisión de cerrarla?

-Es que para la ley, con respecto a cómo justifica la Superintendencia de Medioambiente este tema, se necesita un hecho inminente y no hubo cambios en salud desde el episodio de 2011. No hubo intoxicaciones, no teníamos evidencia reciente para poder cerrar. Salimos en marzo de 2018 y el episodio crítico fue cinco meses después de eso. 

Antes de la COP25 trascendió que el presidente Sebastián Piñera iba a anunciar el cierre de Ventanas. ¿Está en las manos del presidente una decisión así?

-Supe que ese anuncio era verosímil. Puede ser una decisión del presidente y sería un gran legado. Se ha avanzado con parches, y la dignidad que tiene que tener la gente de Ventanas es saber que mañana no se va a intoxicar.

Y está en juego el futuro de los niños.

-Yo he sabido de los resultados de los estudios de la Universidad Católica de Valparaíso con los niños del lugar. Tenían miedo de abrir sus ventanas, las cerraban con distintos sellos para que no entrara la contaminación. Los adultos no les creían que estaban siendo afectados. Decían que no podían imaginar un futuro. Que alguien en una zona de Chile le tenga miedo a algo que el Estado permite es tremendo. Es una violación de derechos humanos. No voy a descansar hasta que Ventanas cierre. 

Si puede ser una iniciativa presidencial, también la podría haber tomado la ex presidenta Bachelet.

-Efectivamente ella la podría haber tomado, pero nuevamente si no tenemos eventos críticos de salud es difícil, ¿cuál sería la justificación? Cerrar esta fundición también es hacerse cargo de qué se hace con la gente que trabaja ahí.

“Que alguien en una zona de Chile le tenga miedo a algo que el Estado permite es tremendo. Es una violación de derechos humanos. No voy a descansar hasta que Ventanas cierre”

“EL LOBBY DE DOMINGA HABRÍA SIDO INMENSO”

Hablemos de Dominga. ¿Qué podríamos esperar del fallo del Tribunal de Antofagasta?

-Espero que se evalúe el fondo del proyecto. Una mina de esas características pone en riesgo la salud de las personas a través de la contaminación que causa y que no somos capaces de medir, además de impactar negativamente un ecosistema que es como el Galápagos de Chile. No tenemos una zona de mayor biodiversidad marítima en nuestro país. 

Durante tu gestión como ministro de Medioambiente te tocó enfrentar la aprobación o rechazo en el comité de ministros, donde una de las polémicas fue que tuvo poco tiempo para revisarse. ¿Haces un mea culpa por haber pedido evaluarlo con dos días de anticipación?

-Siempre se pueden hacer las cosas mejor, pero la Corte Suprema dice que eso no es un problema. Ellos dijeron que procedimentalmente estaba correcto. Hay una cuestión que se llama el silencio administrativo: cuando al titular no se le responde a tiempo, les permite pasar a la siguiente instancia. Dominga ya había anunciado en los medios que si nosotros no veíamos el tema en el comité de ministros iban a pasar directo al Tribunal Ambiental. El plazo se cumplía el lunes que citamos a comité y si no tomábamos una decisión ese día nos podría haber expuesto a una acusación constitucional por no haber dado una respuesta a tiempo. 

Marcelo Mena saliendo del cambio de gabinete en 2018. Crédito: Agencia Uno

¿Y por qué no se reunieron antes?

-Ese tipo de argumentos de pasar a otra instancia nunca la había hecho un titular. El comité de ministros, en el proyecto Hidroaysén estuvo tres años en conversación.  Un proyecto minero se demora, desde que pasa el comité de evaluación regional al comité de ministro, aproximadamente un año. Con Dominga tuvimos que hacerlo en tres meses. 

¿Por qué tuvieron menos tiempo en este proyecto?

-Con el silencio administrativo, si no entregabas respuesta en 60 días, ellos podían pasar directo al Tribunal Ambiental. Ellos pensaban que para qué tanto trámite con el comité si sabemos que lo van a rechazar, mejor pasar al Tribunal Ambiental. 

Avisar de un viernes para un lunes disminuía la posibilidad de lobby político. 

-Efectivamente no había cómo pararlos porque nosotros estábamos fallando a las 8 de la mañana del mismo día que se acababa el plazo. El lobby que podría haber operado habría sido inmenso y nos anticipamos a que eso pudiera tener efecto.

Si el Tribunal de Antofagasta rechaza la evaluación ambiental sigue quedando, por segunda vez, la instancia de la Corte Suprema. ¿Cuándo se toma la decisión final?

-Se va a acabar cuando el proyecto se presente bien y no ignore la evaluación ambiental como han intentado hacerlo tantas veces. Han pasado tres años desde que entró al sistema y si lo hubiera hecho con una evaluación como corresponde estarían muy bien encaminados para ser aprobado. Han insistido en una forma más violenta hacia la institucionalidad ambiental.

Entonces hay que reestructurar el proyecto porque la evaluación ambiental va a seguir siendo la misma hoy o mañana.

-Efectivamente. Sigue habiendo un segundo puerto sin haber evaluado los efectos sinérgicos con otro primer puerto y no se resuelven los temas de fondo. Esto se habría evitado si se aprovechara la capacidad portuaria existente. 

El entonces ministro Marcelo Mena en la entrega del Sello Producción Sustentable a Unilever en febrero de 2018. Crédito: Agencia Uno

“EL INTENDENTE GUEVARA TIENE QUE INHABILITARSE DE DECISIONES CON ANGLOAMERICAN”

Hay preocupación de agricultores, vecinos, incluso de  Aguas Andinas respecto al proyecto Los Bronces Integrado de Angloamerican que podría impactar en los glaciares. ¿Cómo observas el avance de este proyecto?

-En general la minería va a estar cada vez más cerca de donde vive la gente. Por eso que no tenemos parques nacionales en la Región Metropolitana, porque estarían en la zona de montaña y el lobby de la minería para evitar que se creen es feroz. El conflicto que encontramos hoy es que Chile sabe que la riqueza del país viene de la minería, pero no entiende que no se puede seguir haciendo a costa de las comunidades.

¿Es posible adelantar que no habrá un impacto medioambiental antes que empiecen los trabajos?

-Hay una desconfianza natural. Hubo otra empresa que dijo que no iba a impactar los glaciares y que hoy está cerrada: Pascua Lama. Efectivamente la experiencia de proyectos como Alto Maipo nos ha demostrado que no son muy buenos para modelar lo que está pasando bajo la tierra. Lo que pasó ahí fue que se encontraron que había mucha más agua que estaba generándose en las perforaciones por lo que les costó muchísimo más llevar a cabo ese proyecto. Le falta humildad al sector para reconocer que no saben todo. 

“En general la minería va a estar cada vez más cerca de donde vive la gente. Por eso que no tenemos parques nacionales en la Región Metropolitana, porque estarían en la zona de montaña y el lobby de la minería para evitar que se creen es feroz. El conflicto que encontramos hoy es que Chile sabe que la riqueza del país viene de la minería, pero no entiende que no se puede seguir haciendo a costa de las comunidades”

Lo que sí sabemos es que el proyecto genera material particulado, vibraciones en los procesos, tronaduras. ¿No son suficientes externalidades como para que los vecinos y agricultores tengan dudas?

-Tiene que seguir avanzando y agotar las instancias pertinentes. Eso le corresponde al Comité de Evaluación Ambiental llevarlo a cabo. El problema es que el que preside esta mesa es el actual intendente (Felipe) Guevara.

Ahí hubo cuestionamientos en su gestión de alcalde de Lo Barnechea por los traspasos de fondos desde Angloamerican a la municipalidad a través de la Corporación Cultural, que presidía justamente Felipe Guevara. 

-Efectivamente. El principio de probidad es tener que abstenerte si es que has emitido un juicio favorable con respecto a algo. Una forma tácita es haber recibido financiamiento por parte de la empresa donde uno podría preguntarse qué tanta independencia tiene como intendente para fallar en el proyecto. Claramente el Intendente Guevara tiene que inhabilitarse para tomar decisiones con Anglomerican.  

“El principio de probidad es tener que abstenerte si es que has emitido un juicio favorable con respecto a algo. Una forma tácita es haber recibido financiamiento por parte de la empresa donde uno podría preguntarse qué tanta independencia tiene como intendente para fallar en el proyecto. Claramente el Intendente Guevara tiene que inhabilitarse para tomar decisiones con Anglomerican”

“NO ESTAMOS PREPARADOS PARA EL CLIMA NORMAL, MENOS PARA EL EXTREMO”

El 2020 ha sido el año de emisiones contaminantes más baja de las últimas décadas. Una reactivación de la economía, ¿podría adelantar los plazos que nos hemos trazado para detener el calentamiento global?

-Todos los países que están construyendo nuevas centrales están viendo los beneficios de las energías renovables. Más allá de lo que uno piense, lo que viene es renovable. El problema es el transporte. Como vamos a tener desconfianza de andar en micro, la gente va a optar por el auto. Eso va a ser una presión importante y ahí las ciclovías temporales que está haciendo el Gobierno son un buen paso. La peatonalización de las calles para que no estemos apiñados en las veredas cuando necesitamos distanciamiento social también es relevante. Transporte es un tema que me preocupa. 

Pero la mayoría de la gente que se mueve en transporte público se demora más de una hora en llegar a sus lugares de trabajo, para ellos las ciclovías no son una alternativa tan eficiente. 

-En los barrios más altos casi 80% de los viajes son en auto y son cortos. Mi idea no es que la señora Juanita se vaya hasta Vitacura en bicicleta. Lo que hay que hacer es que el que se mueve trayectos cortos en auto “haga espacio” para que el transporte público sea más rápido. 

“Más allá de lo que uno piense, lo que viene es renovable. El problema es el transporte. Como vamos a tener desconfianza de andar en micro, la gente va a optar por el auto. Eso va a ser una presión importante y ahí las ciclovías temporales que está haciendo el Gobierno son un buen paso. La peatonalización de las calles para que no estemos apiñados en las veredas cuando necesitamos distanciamiento social también es relevante. Transporte es un tema que me preocupa”

Marcelo Mena durante la ceremonia en que la ex Presidente Michelle Bachelet firmó decreto que promulgó la política oceánica de Chile en marzo de 2018. Crédito: Agencia Uno

¿Cómo se puede equilibrar la reactivación del modelo económico que tenemos teniendo en cuenta la necesidad de ser sustentables?

-Estamos en una época decisiva porque nos jugamos el cumplimiento del Acuerdo de París. Si no lo cumplimos, el calentamiento global podría llegar a los dos grados y hay una serie de eventos de magnificación como lluvias más extremas, sequías más extensas y desastres ambientales. Lo interesante es que la meta de descarbonización de Chile tiene impacto en una mayor generación de empleo. Y no solamente descarbonizar, también tener un país más resiliente, donde haya inversiones de eficiencia hídrica, que la infraestructura de ciudades y puertos se anticipen a los próximos desastres. No estamos preparados para el clima normal, menos para el extremo. 

¿Cómo se incorpora la gran ola de la crisis climática cuando las prioridades del gobierno durante un buen tiempo van a estar puestas en la salud y la economía?

-Hay un falso dilema con respecto a esto. Si invirtiéramos en limpiar las ciudades del sur estaríamos generando trabajo. Hoy hay 12 mil subsidios de revestimiento térmico de vivienda y eso genera en torno a 18 mil empleos al año. Si ampliamos eso a las tasas que correspondería implementar no estamos botando la plata a  la basura, estamos dando empleo y permitiendo que la gente ahorre combustible.

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