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27 de Agosto de 2020

UnaComuna, la iniciativa que apoya ollas comunes impulsando una economía circular

Gentileza UnaComuna

Tres estudiantes se organizan con dirigentas comunitarias de El Bosque, San Bernardo, Renca y La Serena para entregar aportes monetarios que financien la compra de insumos para ollas comunes en comercios locales. Una iniciativa que actualmente permite entregar 7000 almuerzos semanales y que, según su propia vocera, es un “parche para un sistema roto”. Antonia Browne, que ha organizado desde su casa el proyecto, afirma que las cocinas populares “son consecuencia de un sistema precario que viene desde antes”.

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El 18 de mayo, en pleno crecimiento de la curva de contagios de coronavirus, en la comuna de El Bosque se llevaron a cabo diversas manifestaciones incluyendo cortacalles, barricadas y enfrentamientos con la fuerza policial. Los dirigentes y vecinos de la comuna decidieron, pese a la pandemia, salir a las calles para visibilizar una realidad que se comenzaba a vivir en poblaciones de menos recursos: la falta de alimentos provocada por la situación económica que ya comenzaba a azotar los hogares de personas mayores, trabajadores cesantes y familias hacinadas.

Antonia Browne (23), socióloga y estudiante de ciencia política comenzó en marzo a organizarse con dirigentas comunitarias –“la mayoría son mujeres entre 30 y 60 años”, dice- que conoce hace años por un voluntariado que hizo en otra ONG para recaudar dinero, donarlo y que ellas compraran los insumos necesarios para ollas comunes en El Bosque, San Bernardo y Renca. Sus compañeras de estudio, Josefina Frei e Isidora Camus, también hicieron una labor similar entre marzo y julio, cuando juntas decidieron formar UnaComuna.

Canalizaron sus iniciativas particulares e hicieron páginas de Instagram y Facebook. La particularidad de su forma de trabajo es que propone una idea de economía circular y un trabajo más horizontal: “Sería súper egoísta y ridículo de nuestra parte creer que uno tiene una mejor solución para sus problemas. Ellas tienen las herramientas”, dice Antonia de las líderes de las villas con que trabajan, quiénes se encargan de comprar los alimentos y productos en almacenes locales, hacer una rendición de cuentas respectiva a UnaComuna y organizar turnos de la olla. “Algunas veces las señoras se piden días de la pega en la que trabajan informalmente para cocinarle a sus vecinos. ¿Quién responde por la pandemia? ¿Quién se hace cargo de esos problemas estructurales?”, se pregunta.

Gentileza UnaComuna

Aquí la historia de cómo nace esta plataforma de apoyo, que, con menos de 500 seguidores en sus redes, actualmente es capaz de financiar 7 mil almuerzos semanales. 

TRABAJO CONJUNTO

Los menús que financia UnaComuna son elaborados por las organizadoras de cada olla, pero dice Antonia que “son porciones cada vez más contundentes. Damos almuerzos, pero la mayoría agrega un pan o algo para la once. Casi todos no lo comen entero y guardan los restos para la noche”.

¿Cómo logran generar todos los recursos?

– Es atribuible a nuestras redes y contactos que dieron altas donaciones y también a esfuerzos de algunas empresas que donan con lo que pueden. Por ejemplo, oficinas que están con teletrabajo y nos han dado sus cheques de restaurant. Pero también tiene mucho que ver el comercio local: entre ellos mismos se donan y nosotros fortalecemos eso. Por ejemplo, que la carnicería de la esquina te rebaje al 20%. Esa es parte de las riquezas de trabajar de esta forma.

Dice Antonia que “son porciones cada vez más contundentes. Damos almuerzos, pero la mayoría agrega un pan o algo para la once. Casi todos no lo comen entero y guardan los restos para la noche”.

https://www.instagram.com/p/CC_dcpNjRFB/

¿Cómo se entablan los vínculos con las comunidades organizadas o las confianzas para entregar recursos y que sea bien aprovechada?

– Conocemos a la mayoría de las dirigentas con que trabajamos hace años por lo que tenemos confianza igual, pero también tratamos de equilibrar: no sólo comunicarnos con las juntas de vecinos, sino que, con las ex juntas, o con las personas que tienen más trayectoria en las cosas sociales. Pero sí es fundamental que nosotras no buscamos intervenir tanto, sino que acompañamos, porque podemos dar ciertas claves de funcionamiento y todo, pero ahí hay dinámicas que a nosotras no nos incumben. Las líderes y sus vecinos tienen las herramientas para organizarse.

¿Cómo funcionan con cuarentena?

– Coordino siempre desde mi casa y si tengo envios, los hago con un señor desempleado y que hace despachos por Santiago. 

Si bien los resultados han sido favorables y con los días ha aumentado la cobertura, Antonia aclara que “no apoyamos a las ollas comunes porque queremos que existan. Se han romantizado, casi con nostalgia este sentido comunitario y todo lo que quieras. Pero son consecuencia de un sistema precario que viene de antes y se está normalizando que haya gente haciendo fila para comer en la mitad de pandemia”.

PARCHE PARA UN SISTEMA ROTO

A juicio de la organizadora de UnaComuna, la pandemia ha evidenciado el desconocimiento que tienen las autoridades de los territorios vulnerados. “Lo vemos con el bono a la clase media, que no está llegando donde debería. La cosa no está bien destinada y nadie se hace cargo. Se lavan un poco las manos entregando las cajas y ya” agrega.

“No apoyamos a las ollas comunes porque queremos que existan. Se han romantizado, casi con nostalgia este sentido comunitario y todo lo que quieras. Pero son consecuencia de un sistema precario que viene de antes y se está normalizando que haya gente haciendo fila para comer en la mitad de pandemia”

¿Hacen falta políticas públicas?

– A veces me han dicho “Antonia, mejor llámate a un matinal y va a llegar la municipalidad con ayuda”. Eso nos lleva a pensar si está o no está el estado. Claro que las medidas tomadas no están bien orientadas por falta de coordinación, cosa que provoca vacíos y caos.

Y entra el narcotráfico también…

– Claro, ellos ocupan espacios no solo donde no llega el Estado, si no también donde se hace el desentendido. 

Recuerda, por ejemplo, que un día tuvo problemas con una transferencia y no pudo depositarle a una villa, pero un narco fue directamente y dio dinero.

Gentileza UnaComuna

Recuerda, por ejemplo, que un día tuvo problemas con una transferencia y no pudo depositarle a una villa, pero un narco fue directamente y dio dinero.

¿Su asistencia es mejor que los apoyos entregados por el gobierno?

– Esto nos vino a refregar algo mucho más grave de lo que nosotros creíamos y que necesita soluciones a largo plazo. Sería muy soberbio de parte de nosotros decir que todo lo que hace para ayudar está mal, pero lo que nosotros simplemente es trabajar con responsabilidad. Si bien, a través de lo que entregamos no vemos resultados duros o datos, sabemos que estamos poniendo un parche a un sistema que está roto.

¿Piensan seguir hacia el futuro con esta iniciativa?

– No sabría decirlo, porque esta pandemia es lo más indescifrable que hay. Y claro, si bien nacimos en un contexto de emergencia, esto es solo la profundización de un problema anterior. Como leí por ahí: “La pobreza estaba escondida en cómodas cuotas”. Creo que las tres, por los estudios que realizamos, queremos estar en el servicio público en el futuro, no porque no vaya a ser necesario UnaComuna, sino porque queremos dedicar nuestros esfuerzos y energías en cosas que tengan más alcance e impacto en términos de número de personas.

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