Columna de Cristián Arcos: La cancha dispareja

La noticia la dio a conocer el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Rogerio Caboclo. La selección más ganadora de todos los tiempos, la más reconocida a lo largo del planeta, daba un paso adelante hacia la igualdad en un deporte marcado por las brechas de género. Brasil determinaba que a partir de ahora las jugadoras de la selección femenina ganarían lo mismo que sus colegas masculinos. Mismos premios, mismos viáticos, mismos lugares de alojamiento, mismas canchas para practicar.

La información fue recibida con emoción por la entrenadora del Scratch, la sueca Pía Sundhage, quien encabeza la preparación del equipo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. Si bien el plantel donde brillan Marta, Formiga y Leticia Santos no tuvo una buena participación en el Mundial de Francia 2019, eliminadas en las llaves de octavos de final, aspiran que pelear por la presea dorada. Las brasileñas fueron subcampeonas en el Mundial de China 2007 y se quedaron con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Beijing 2008. Cuenta en su liga local con 36 equipos profesionales que participan en la liga de fútbol femenino.

Con la Copa del Mundo entre las manos por cuarta vez en su historia, las jugadoras norteamericanas no dudaron en cantar al unísono un coro que tenían reservado para entonar en una instancia estelar. En medio de los festejos, se escuchaba el “equal pay, equal pay”, una demanda que las futbolistas vienen solicitando hace décadas y que aún no encuentra respuesta satisfactoria por parte de la Federación de Fútbol de su país.

“Las brasileñas fueron subcampeonas en el Mundial de China 2007 y se quedaron con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Beijing 2008. Cuenta en su liga local con 36 equipos profesionales que participan en la liga de fútbol femenino”.

Estados Unidos ha ganado cuatro mundiales de fútbol femenino. Se alzaron en las ediciones de 1991, 1999, 2015 y 2019. Han ganado cuatro medallas de oro en Juegos Olímpicos. Subieron a lo más alto del podio en Atlanta 1996, Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012. Las diferencias con la selección masculina son enormes. Los varones nunca han tenido una actuación relevante en las Copas del Mundo y suman una medalla de bronce en la década del ’30. 

El sueldo promedio de una jugadora de fútbol femenino de la liga local en EE.UU es de U$16.538. El de los hombres es de U$70.250. Las jugadoras de la mejor selección del mundo reciben un premio de U$8.000 si superan a uno de los equipos situados entre los cuatro primeros del ranking mundial. Los varones reciben U$17.000 si superan a uno de los combinados ubicados en el top 10. 

El principal argumento esgrimido por la Federación de Fútbol de Estados Unidos era que la industria masculina generaba más dinero. En la demanda presentada por 30 jugadoras contra el organismo demostraron que por derechos de televisión el fútbol femenino generó entre el 2016 y el 2019, U$50.8 millones. En el mismo período, la selección masculina vendió sus derechos en U$49.9 millones.

Tras ganar el Mundial de Canadá 2015, la selección femenina recibió U$1.72 millones en premios. Por llegar a los octavos de final en el Mundial de Brasil 2014, sus colegas masculinos recibieron U$5.4 millones como recompensa. Hope Solo, la mejor arquera de todos los tiempos y referencia en el fútbol femenino mundial señaló que “a ellos les pagan por asistir a los campeonatos. A nosotras por ganar”. 

En junio pasado el juez Gary Klausner falló en favor de la Federación norteamericana de fútbol, quienes no están obligados a igualar los premios y viáticos entre las selecciones masculinas y femeninas. 

“Hope Solo, la mejor arquera de todos los tiempos y referencia en el fútbol femenino mundial señaló que ‘a ellos les pagan por asistir a los campeonatos. A nosotras por ganar'”. 

La delantera danesa Pernille Harder fue una de las grandes figuras del Wolfsburgo de Alemania, equipo que llegó a la final de la Champions League femenina. En la instancia decisiva perdieron ante el Olympique de Lyon club que ganó por quinta vez consecutiva el certamen. Pero la atacante de 27 años no pasó desapercibida. Después de anotar 103 goles por el equipo germano, fue transferida al Chelsea en la transacción más cara en la historia del balompié de mujeres. El equipo de Londres pagó 350 mil dólares por su carta. Muy lejos de los U$222 millones que pagó el Paris Saint Germain al Barcelona por el delantero brasileño Neymar, la transferencia récord en el fútbol masculino. 

Christiane Endler ganó el Trofeo Zamora en España cuando atajaba en el Valencia. El galardón premia a la arquera más destacada del torneo. La chilena ya tenía experiencia internacional y era considerada la mejor futbolista nacional de todos los tiempos. Había ganado una Copa Libertadores con Colo Colo, había jugado un Mundial juvenil, fue subcampeona de América y era la capitana del equipo chileno que clasificaría por primera vez a un Mundial de adultas, que se jugó en Francia en el 2019. 

Endler pasó del Valencia al PSG por 30 mil dólares, la transferencia más cara hasta esa fecha de una futbolista chilena. En uno de sus viajes para jugar por la selección la arquera subió una foto en sus redes sociales. Viajaba en clase turista, situación muy distinta a los jugadores de la selección masculina quienes, por reglamento, se trasladan a Chile en primera clase cuando vienen a disputar partidos por la selección. 

En nuestra competencia local sólo Santiago Morning tiene contrato profesional con todas sus jugadoras. Colo Colo, la Universidad de Chile y otras instituciones tienen algunos vínculos formales, pero no con todas. Varios equipos se asocian con clubes de barrios o entidades para que usen su nombre y cumplir con la normativa de la Conmebol que exige que toda institución que participe en torneos internacionales debe contar con una rama femenina. 

La selección chilena jugará en partidos de ida y vuelta contra Camerún para el último boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. La Roja femenina nunca ha jugado ese torneo. Entrarían a la historia, otra vez, pese a lo dispareja de la cancha. 

“En nuestra competencia local sólo Santiago Morning tiene contrato profesional con todas sus jugadoras. Colo Colo, la Universidad de Chile y otras instituciones tienen algunos vínculos formales, pero no con todas”.

*Cristián Arcos es periodista y columnista deportivo.