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Entrevista Canalla

2 de Octubre de 2020

Jani Dueñas, la comediante solitaria: “Sólo quiero tener paz interior”

Ha pasado este año completamente a solas, apegada al budismo. Hace poco participó en la franja del Apruebo y revolucionó las redes con un tuit sobre el Festival. Pero, en general, lo único que le interesa hoy es estar tranquila. Y, bueno, hacerse tatuajes.

Por

Jani Dueñas, 45 años, signo Capricornio, soltera sin urgencias, famosa por su voz y su humor, atea, culturalmente judía, filosóficamente budista, habita en la actualidad una propiedad en Providencia y se ha dejado el pelo largo. Durante la pandemia, además, ha dado pocos besos, no compró más ropa, se dio cuenta que tenía dieciséis polerones iguales, y se ha dejado de pintar las uñas porque, en un momento, tuvo el siguiente pensamiento:

“¿Para qué chucha me pinto las uñas?” 

Antes solía pintarse las uñas con el objeto de lucir más exuberante, pero, al iniciarse la pandemia, y sin tener a nadie a quien asombrar con unas uñas rojas, y, además, luego de hondas meditaciones en torno a la existencia, consideró que era banal pintarse las uñas. Se levanta, entonces, por las mañanas y hace yoga con las uñas transparentes o hace cualquier cantidad de ejercicios que la tonifican. Jani ha decidido esto:

-Voy a salir victoriosa de la pandemia.

Jani, según parece, saldrá de esta pandemia más flaca, más joven, tonificada, con las uñas sin color, más budista y con poca ropa. “No he comprado nada de ropa”, admite. Y está más budista porque este espacio de tiempo lo ha utilizado para leer filosofía estimulante y contactarse con un maestro. Desde hace un año y medio, tras el golpe psíquico que implicaron esas pifias en Viña del Mar, Jani ha estado trabajando en pos de su paz interior. 

Antes solía pintarse las uñas con el objeto de lucir más exuberante, pero, al iniciarse la pandemia, y sin tener a nadie a quien asombrar con unas uñas rojas, y, además, luego de hondas meditaciones en torno a la existencia, consideró que era banal.

-Trato de meditar todos los días.

-¿Qué ha aprendido, Jani?

-Que uno no se define por lo que hace. Y yo ahora voy tomando la vida en el día a día. Yo estoy en el presente.

-¿Qué le interesa hoy?

-Estar tranquila.

-¿Qué más?

-Tener paz interior.

-¿Qué ha hecho para eso?

-He hecho un mundo a mi medida. He creado un mundo en el que soy dichosa. 

En el Jani Mundo Pandémico hay un estudio radial en una pieza y allí pasa el día. En el Jani Mundo ella se puede despertar a las 9:30 o se puede poner a conversar con un amigo o se puede quedar mirando fijamente una nube. En el Jani Mundo ella medita casi todos los días. En el Jani Mundo ella no está forzada a ser divertida. En el Jani Mundo ella hace radio, pone voces, come poco, alimenta a una mascota, prepara un show cómico y luego, si es que así lo estima, pasa el resto del día encontrándose a sí misma y dejándose el pelo largo. 

-Y nunca me había dejado el pelo largo.

-¿Y la soledad?

-¿Qué?

-¿Cómo ha sido este año completamente a solas?

-Lo paso muy bien conmigo misma. Me caigo bien. Y, bueno, estoy más vieja también, entonces no necesito tanta vida social.

En el Jani Mundo ella medita casi todos los días. En el Jani Mundo ella no está forzada a ser divertida. En el Jani Mundo ella hace radio, pone voces, come poco, alimenta a una mascota, prepara un show cómico y luego, si es que así lo estima, pasa el resto del día encontrándose a sí misma y dejándose el pelo largo.

Jani dice que ha estado con muchas preguntas en la cabeza, por ejemplo: “¿Qué es el consumo”. O preguntas tipo: “¿Hasta cuándo sigue el neo liberalismo?”. O bien, preguntas personales como: “¿Y si me fuera a hacer mermeladas a Valdivia?”. Las ha intentado resolver con mucha calma, pero lo que sí parece estresarla es el futuro de los afectos. El reinsertarse en la seducción.

-¿Hace cuánto que no da un beso intenso?

-Uf. Hace tres meses…

Esa vez, recuerda, no pudo discernir si el otro ser humano estaba higienizado, libre de bacterias, inmune a la plaga. Simplemente la condujo la pasión. Pero ahora, en momentos en que la sociedad empieza con audacia a normalizarse, Jani revela pavor.

-Tengo la cagada con eso…

-¿En qué sentido?

-O sea, no sé qué va a pasar… Imagínate si se me acerca alguien…

-¿Qué hará?

Y Jani confiesa que si siente un chispazo de conexión, si accede a un intercambio de feromonas, la pregunta más seductora será:

-“¿A cuánta gente has visto?” “¿Con quién has estado?” Esas van a hacer las preguntas ahora…

Y afirma con un grito:

-¡Lo más excitante sería que alguien me mostrara un Carnet de Sanidad! 

Y piensa:

-Ha cambiado totalmente el mercado, el sexo, todo. Yo, por suerte, pasé esta pandemia a solas.

-¿Pero por qué?

-He sabido que hay demasiadas separaciones. Parejas que llevaban un mes juntas y las pilló el encierro. Y terminan separadas, obvio. 

Agencia Uno

Jani anuncia formalmente que va a cambiar en muchos sentidos. Proyecta que no volverá a ir a un mall, que no irá a un supermercado, que no se comprará ropa que no tiene sentido comprar. Por fortuna, informa, hace un tiempo se hizo una depilación láser porque ya no tiene ganas de volver a depilarse. Si bien su aspecto, visible a través de la cámara, es lampiño, su determinación apunta a una filosofía: ir a lo relevante. Jani Dueñas se dirige, decidida, hacia sí misma. Jani crece. Jani trabaja con la voz y saca la voz.

-Sí, bueno, lo único que no he dejado de hacer son dos cosas…

-¿Cuáles?

-Comprar cajas de vino y hacerme tatuajes.

-¿Toma mucho vino en soledad, Jani?

-Noo. Me tomo una copa o máximo dos. Muy suave. Y me duermo. Temprano. Como una vieja. La gente cree que soy reventada.

-¿No es reventada?

-Noo. No soy una alcohólica, ni tampoco ando fumando marihuana todo el día. Hay algunos que creen eso. Yo soy re poco rockera.

A veces, dice, cuando salía de sus presentaciones, algunos espectadores conmovidos le regalaban cogollos de marihuana, como una ofrenda de gratitud por el momento vivido. Pero Jani dice que eso es porque su personaje es así. Genera empatía con los cannábicos. 

-Y los tatuajes, bueno, apenas pude salir, al tiro me fui a hacer uno…

Y Jani confiesa que si siente un chispazo de conexión, si accede a un intercambio de feromonas, la pregunta más seductora será:
-“¿A cuánta gente has visto?” “¿Con quién has estado?” Esas van a hacer las preguntas ahora…
Y afirma con un grito:
-¡Lo más excitante sería que alguien me mostrara un Carnet de Sanidad!

Hay gente que anhelaba salir para ir a un parque o a estar con un amigo: Jani Dueñas parecía estar desesperada porque le dibujaran los dedos. Culminó la cuarentena y salió disparada en dirección a una aguja. Se hizo tatuajes en todos los dedos de las manos. Sumará otro en la pierna. Los tatuajes le permiten conservar la cordura. Es la única licencia que se da porque, a fin de cuentas, mantiene su cautela:

-¡Yo no le daría un abrazo apretado a nadie!- insiste, seria, con su nueva cara de joven con el pelo largo.

Eso sí, luego reflexiona:

-Pero también tenemos que aprender a vivir así.

-¿Así cómo?

-A vivir en la incertidumbre- reflexiona, ida, budista.

Yo apruebo

Hace unos días Jani Dueñas apareció en la franja televisiva del Apruebo. Tuvo una participación muy escueta, pero con contenido. En un momento apareció en cámara, emergiendo desde una urna, y, refiriéndose a las personas que tienen derecho a voz y voto, dijo: “Y también hay mujeres sin hijos y un poquito buenas para el trago”.

-El 25 de octubre es el puntapié inicial, el inicio de un proceso constituyente. Un proceso largo- dice seriamente.

-¿Usted ha leído la Constitución?

-Por partes. Es que el lenguaje leguleyo me genera distancia. Pero he ido a charlas con abogados constitucionalistas que explican por qué Jaime Guzmán es el demonio.

-¿Y quién tiene que hacer la nueva constitución?

-El pueblo.

-¿Cómo sería eso?

-O sea, una nueva constitución no la pueden hacer burgueses sentados en una biblioteca, ni intelectuales, ni nada, la constitución la tiene que hacer la gente, el pueblo.

-¿Qué pondría en la constitución?

-Que no siga favoreciendo a los que más tienen. Y la haría más feminista, más paritaria, más respetuosa de los pueblos originarios, más actualizada. 

“Una nueva constitución no la pueden hacer burgueses sentados en una biblioteca, ni intelectuales, ni nada, la constitución la tiene que hacer la gente, el pueblo”

-¿Y usted, Jani, dónde se ubica políticamente?

-Yo soy de izquierda.

-¿De qué izquierda es?

-Yo soy de izquierda, progresista, socialdemócrata como Lavín… uf… qué patudez esa… no, no, soy una especie de socialdemócrata danesa, algo por ahí.

-¿Y qué partido o sector la identifica?

-Creo que el Frente Amplio. Pero mi acercamiento ha sido básicamente con las mujeres de ese sector. Tengo mucho respeto por la Natalia Castillo de RD. Por la Catalina Pérez que es la presidenta de RD. Por la Gael Yeomans de Convergencia Democrática. Por la Maite Orsini también. Y ese sector se relaciona con Giorgio y con Boric, pero las mujeres del conglomerado también son bacanes.

-Jani, su texto en la franja del Apruebo apuntaba a las mujeres que no quieren ser mamás y a las que toman alcohol…¿usted es así?

-Es la etiqueta que siempre me ponen.

-¿Nunca quiso ser mamá?

-Yo de chica no era esas que se sueñan con una hija, paseando. Yo no me veía con una Janita por la calle. Pero, claro, una vez que tenía pareja estable lo hablé. Pero al final no pasó más allá.

Agencia Uno

Agrega: 

-Este mundo es bien culiao, porque te presiona que a cierta edad, sea como sea, te tienes que plantear la pregunta.

-¿Pero está feliz sin un hijo?

-Yo lo que soy no lo cambiaría por nada. No puedo echar de menos algo que nunca he tenido. La maternidad uno la desarrolla de otra forma.

-¿A qué se refiere?

-Una puede dar a luz, no sé, un proyecto, ideas…

-¿Usted es madre de proyectos?

-Claro. De hecho, yo me di a luz a mí misma. 

-Eso no debe ser fácil, Jani…

-Para nada. Yo soy mi propia hija, imagínate. He puesto toda mi energía en lo que me gusta hacer…

-¿Y qué le gusta hacer?

-Inventar huevadas.

“El Frente Amplio. Pero mi acercamiento ha sido básicamente con las mujeres de ese sector. Tengo mucho respeto por la Natalia Castillo de RD. Por la Catalina Pérez que es la presidenta de RD. Por la Gael Yeomans de Convergencia Democrática. Por la Maite Orsini también. Y ese sector se relaciona con Giorgio y con Boric, pero las mujeres del conglomerado también son bacanes”

Yo soy graciosa

Y también, hace unos días, ante la sugerencia del Ministro de Salud en torno a que lo adecuado era no realizar el Festival de Viña del Mar, Jani intervino con un mensaje en Twitter. Sólo dijo:

“¿Nunca más?”

Y la red explotó.

-¡Todo lo que digo del Festival tiene secuelas! 

-Después de su actuación en el Festival, ¿siente que ya no es graciosa?

-Yo me siento graciosa. Pero no para todo el mundo. 

-¿Le dijeron “fome” muchas veces?

-Puta, me lo dijeron tantas veces, que ya la palabra para mí perdió el significado.

-¿Lo superó ya?

-Sí, me costó harto. Implicó que hiciera un profundo trabajo interno. Quizás fue una mala decisión haber ido al Festival. O fue una mala decisión mi rutina. Pero tampoco se puede decir por una noche mala: “Ah, entonces ella no es graciosa” O decir: “Ah, ella fracasó como comediante”.

-¡Todo lo que digo del Festival tiene secuelas!
-Después de su actuación en el Festival, ¿siente que ya no es graciosa?
-Yo me siento graciosa. Pero no para todo el mundo. 

Jani se ríe y, respecto a su último tuit, agrega:

-Igual, nunca voy a dejar de huevear con esto… Es divertido tener ese resentimiento y echar la talla.

-¿Pero le importa mucho ese Festival?

-No me importa. Si me importara no harías chistes con él…

Entonces el reportero la mira con atención y detecta que milagrosamente, con su pelo largo y su polerón juvenil, Jani Dueñas tiene quince años menos. Ella ríe. Es una Jani coqueta. Y ahí concluye triunfante: “Yo dije que voy a salir bien parada de esta pandemia”. Y agita su nuevo pelo largo. 

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