El desafío de Sergio Piña de interpretar con frialdad a Manuel ‘Mamo’ Contreras, sin caer en estereotipos

El 13 de noviembre se estrena “Dignidad”, una coproducción chilena y alemana de ocho capítulos, que estarán disponibles en Amazon Prime Video, y que también serán exhibidos en televisión abierta, con estreno semanal cada viernes en Mega.

La serie se centra en Chile, cuando el abogado Leo Ramírez es reclutado para liderar una peligrosa investigación contra Colonia Dignidad, con la que busca apresar a su líder máximo, Paul Schäfer, prófugo de la justicia por abuso a menores.

La serie, dirigida por el chileno Julio Jorquera, se desarrolla en dos líneas temporales: un presente que transcurre en 1997, centrado en la investigación del abogado Ramírez; y en 1976, época en que se detalla el día a día en Colonia Dignidad.

Y es en el relato del pasado que entra un reconocido y siniestro protagonista de la dictadura: el oficial del Ejército y exjefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), Manuel ‘Mamo’ Contreras.

El encargado de interpretar a Contreras en “Dignidad” es el actor Sergio Piña, quien contó a The Clinic cómo se preparó para personificarlo, lo que descubrió de Contreras y los desafíos de interpretar a un personaje con una fuerte carga simbólica en la historia reciente de Chile.

Esta no es la primera vez que Piña trabaja con integrantes del equipo realizador. El actor ha sido dirigido por Julio Jorquera en producciones como “Ramona”, y ha trabajado con Andrés Wood, productor ejecutivo de la serie, en “Araña” (2019) y “Violeta se fue a los Cielos” (2011).

“Más allá de la carga simbólica que pueda tener, de los referentes que pueda tener, la pega mía es una”, comienza Piña. “Y la idea era ponerlo en un contexto verosímil, en esa situación que no era muy conocida”, enfatiza el actor sobre la circunstancia en que Contreras aparece en “Dignidad”: el tráfico de armas.

Contreras, como personero del Ejército de Chile, le facilita armas a la Colonia. Hasta ese entonces, en la serie, entre Contreras y Schäfer no existía una relación de confianza muy estrecha. Y no se trata solamente de una adquisición ilegal, ni de un encuentro fortuito. En dicha escena, los dos personajes se leen uno a otro, y se esclarece el uso que le darán a esas armas en la Colonia.

Se trataba de una escena cargada de significado. Y la idea previa que Piña tenía de Contreras y cómo el guión le exigía personificarlo, inevitablemente, se juntaban: “No hay mucho relato que te permita armar eso (…) yo no tenía mucha idea de cuáles habían sido sus movimientos en Colonia Dignidad”.

“Entonces” — continúa Piña, “había que armarlo con los retazos de historia y dejarse llevar por la situación, que era bastante potente (…) bastante cruda, más allá de si fue verdad tal cual, que podría ser una conversación bastante interesante para algunos y ociosa para otros, es esa situación la que traspasa todos los límites éticos y morales (…) fue interesante hacerlo bien, digamos, y no caer en estereotipos”.

Piña confiesa que su concepción de Manuel Contreras era “la idea del chileno promedio, que se informaba un poco (…). El acceso a la información que tenemos dice que él nunca fue el hechor directo. Nos han metido esa historia de que él es el autor ideológico nomás. O si él tuvo que ejecutar algo, fue mandado por otro”.

“Somos de la misma calaña”

La escena de “Dignidad” que analiza Piña a continuación, es posterior a la transacción del armamento. En esta, evitando spoilers, los protagonistas prueban el funcionamiento de las armas. “Aquí tú ves todo el potencial que él tiene por ser un hombre de armas, de hacer eso y mucho más. Eso sí que queda claro. (…) Él es sorprendido, incluso, por la actividad que hace Paul Schäfer”, comenta el actor.

Sin embargo esa sorpresa, dice Piña, no debe confundirse con ingenuidad, y eso es lo que quiso plasmar en su interpretación: “en esa situación quedan hermanados con este otro jerarca alemán de Colonia Dignidad. Ahí es como ‘ah, somos de los mismos, de la misma calaña. Estamos metidos en el tema del poder y del poder total. (…) Finalmente hay códigos muy, muy comunes. No se necesita ni siquiera saber otro idioma. Hay un idioma común que tienen los que están en ese lugar de poder”, piensa el actor.

El artista celebra que se multipliquen las series históricas, como ha ocurrido con “Una Historia Necesaria” y más recientemente con “Héroes Invisibles”, pues la diversidad de puntos de vista, sobre todo en el contexto político y de pandemia actual, posibilitan una nueva sensibilidad en la audiencia y por ende, en la ciudadanía.

El actor asegura que estas obras “ponen foco en una temática de la que a veces hay poco material (…) de una mirada más conservadora de la hegemonía, de la oligarquía de la derecha. Siempre está muy estereotipado, puesto en un lugar de “los malos”, desde la idea visual”.

Piña cree que esa merma “impide la mirada más investigativa: ¿Qué hacían? ¿Por qué lo hacían? ¿Qué ocurría en Colonia Dignidad? (…) ¿Cómo es un sujeto para el cual solo tenemos una gran mirada genérica, casi historiográfica?” Y finalmente aquí estamos hablando de hechos, sucesos que son más que una historia, porque que son parte de la memoria de los pueblos, de los países y de las sociedades”, cierra el actor.