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Actualidad

21 de Octubre de 2020

Pizza presidencial: La trastienda de la famosa visita de Piñera al restaurante Romaria, la noche del 18/O

Twitter de Claudio Inostroza (@ClaudioInostr20)

Una polémica foto en la que se veía al presidente en una pizzería mientras colapsaba Santiago se hizo viral en cosa de minutos. Al principio, fue tildada por muchos como falsa, pero se terminó comprobando su veracidad y alcanzó su difusión hasta en la prensa internacional. Diferentes testigos reconstruyen aquí la polémica cena del mandatario, en la noche que comenzó la revuelta social.

Por

El viernes 18 de octubre del 2019, un cuarto para las nueve de la tarde noche, el pasaje Sancho de la Hoz de Vitacura fue bloqueado por un lujoso auto negro de vidrios polarizados que llamó la atención en los locales del sector. Se trataba del modelo Hyundai Génesis G90 del presidente Sebastián Piñera, quien descendió del vehículo “muy campante, como si nada pasara”, cuenta Yanara Pérez, administradora de la sanguchería vecina, José Ramón 277.

En la pizzería, el mandatario -al igual que en La Moneda- presidió la mesa que en esta ocasión estaba compuesta por sus nietos, que vestían elegantes camisas blancas. Pidió una pizza cuatro quesos de tamaño personal y se desconoce si bebió alcohol.

Desde Romaria no estaban al tanto de su visita, ya que no habían hecho reservación ni tampoco existieron llamadas telefónicas previas. Fue una sorpresa para el personal, que horas antes había estado comentando la compleja situación del transporte público, ya que para “la mayoría de los que trabajamos ahí, nuestro medio de transporte es micro, metro o bicicleta”, afirma un miembro del staff de la Romaría, que pidió resguardar su identidad por temor a represalias. Sin embargo, una garzona de nacionalidad venezolana estuvo a punto de pedirle una foto al Presidente, pero fue detenida a tiempo por el resto del personal. 

Pantallazo de Google Street View

No era la primera vez que Piñera visitaba el restaurante. Antes, había encargado personalmente comida para llevar. En una ocasión, esperó en la terraza y conversó con uno de los garzones: “Le dijo la clásica frase para hacerse un poco el chistoso: ‘Divertido que la pizza venga en caja cuadrada, que sea redonda y se corte en triángulos’” recuerda el mismo trabajador que prefirió mantener su identidad en secreto.

La mesa de niños

Piñera estaba de camisa y con las mangas arremangadas. No estaba acompañado ni por su señora, ni por ningún otro adulto, solamente por tres o cuatro de sus nietos que tenían entre 13 y 14 años, según cuenta Mauricio García, un cliente de la pizzería que comió frente a la mesa del mandatario esa noche. “Se veía abstraído de la situación país, quizás porque no quería traspasar nada a los niños” agregó.

Cuando el presidente Piñera se levantó para irse, otra de las personas que cenaba en el local le pidió una foto. El mandatario accedió e hizo un breve saludo y “nadie lo encaró ni mucho menos, pero sí salió evidentemente apurado”, relató García.

La filtración

A las las 20:53 horas fue publicada en Twitter la foto del Presidente en el restaurante y viralizada por cientos de usuarios. Sin embargo, cuando llegó a ojos de Maximiliano Valdés, periodista que vive cerca del local, pensó: “Esto no puede ser verdad. Con todo lo que está pasando en Santiago vamos a tener un vendaval de noticias falsas”, por lo que decidió ir a comprobarlo por sí mismo. 

Afuera de la pizzería, Valdés estaba “expectante” por la salida del mandatario. Mientras intentaba bajar una aplicación para hacer una transmisión en vivo, observó que el vehículo presidencial prendió las luces y avanzó. A continuación, Piñera salió raudo del restaurante, acompañado de los escoltas y de uno de sus nietos, y subieron al vehículo. 

Valdés alcanzó a tomar cuatro fotografías del momento exacto, que subió a su cuenta de Twitter para demostrar que no se trataba de un rumor.

Los platos rotos de la Romaria

“El restaurante quedó con un estigma en cierta forma, porque es un día que marcó muchas cosas y él justo estuvo ahí”, opina el mismo trabajador que prefirió mantener su identidad oculta. 

Durante los días posteriores, el restaurante recibió múltiples comentarios de odio e intimidaciones por redes sociales. Amenazaron con apedrearles el local, e incluso hicieron una cuenta falsa de la Romaria en Twitter, donde promocionaban su “nueva pizza presidencial”.

La pizzería tomó diferentes medidas para protegerse, como tapar el nombre del local para que no se viera desde afuera, eliminar su dirección en redes sociales y contar con el resguardo de Carabineros.

A un año de la visita del presidente, la pizzería Romaria rechazó referirse al tema.

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