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28 de Noviembre de 2020

Fabrizio Copano y su retorno a los escenarios: “Hay que dejar de tenerle miedo a decir huevas medias Dino Gordillo, porque tampoco está mal”

Lleva más de la mitad de su vida con el oficio de hacer reír a los demás, comenzó en televisión siendo un niño y hoy con más de treinta años vuelve a los escenarios chilenos en una presentación acondicionada a las restricciones sanitarias y donde hará su habitual stand-up dentro de una burbuja.

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Hace cuatro años, Fabrizio Copano se fue de Chile buscando proyectar su ascendente carrera de comediante en Estados Unidos. Se instaló en California, una de las capitales mundiales del stand-up, donde debía pelearle minutos a otros cientos de comediantes en los open mic, dejando atrás una vida que parecía cómoda y segura: con programas de televisión, dirigiendo películas y siendo un pionero en presentar sus shows en las plataformas de streaming. Él repitió en cuanta entrevista le hicieron que esas certezas ya no lo movilizaban y que por eso partía.  

–Yo fui muy grave cuando decía, en entrevistas, que estaba cansado de mí. Ahora lo pienso y no estaba haciendo nada tan malo. Era un momento más catártico –dice hoy a The Clinic, dando la impresión de que lo que salió a buscar, lo pudo encontrar.

Cuándo te fuiste del país dijiste que era un poco para arrancar de ti mismo ¿Te sientes más conforme hoy?

-Ya no arranco para nada, es al revés. Me hace muy feliz ser quien soy, me pone muy contento tener familia y amigos que me aguanten y me quieran. También estoy más viejo. Hay cosas que antes me importaban mucho y ahora menos, tengo menos deudas conmigo mismo y me perdono más. 

Dices que importa mucho la amistad, pero en un momento confesaste que te sentías sin amigos ¿Eso fue un descubrimiento?

-Claro, es que en mi cabeza a los amigos había que darles tiempo para sentir que eran mis amigos de verdad, pero ahora me doy cuenta que siempre lo fueron. Mirando para atrás, sé  que tengo un montón de amigos que son gente muy buena y muy talentosa. 

Llamaba la atención que un comediante dijera que no tiene amigos, creo que cuando uno más se ríe es con ellos.


-Claro, concuerdo. Lo que pasa es que yo estaba enfocado tanto en mi trabajo que incluso en los momentos más relajados de amistad los miraba como momentos de trabajo. Pensaba aquí tengo que sacar material, esto que dije acá puede ser un chiste, no estaba mucho en el presente y en el último año he estado mucho menos en esa parada. Eso es liberador. 

¿Y qué momento de tu vida crees que reflejaba un mejor resultado en tus rutinas? 

-Ahora mi trabajo es mejor, porque cuando hago stand-up no tengo esa obsesión de la risa cada dos minutos, ahora me doy tiempo de construir algo más grande, de decir más cosas, de hacer chistes que sean más extensos, que tengan más detalles. Antes estaba tan obsesionado con que cada dos minutos viniera una explosión de risa, eso era pura inseguridad y no me daba el tiempo de disfrutar. Ahora lo paso mejor, creo que los shows son mejores y eso tiene que ver con ese proceso de abandonar la ansiedad por el humor. 

La comedia y la familia 

Fabrizio Copano (31) hoy es padre y está casado. Este viaje a Chile -el primero que puede hacer desde enero de este año y que se extenderá hasta diciembre- también es la primera visita de su hijo al país. Una de la primeras cosas que hizo, en un retorno que califica de emotivo, fue llevarlo a la casa de su amigo, el también comediante Sergio Freire, que también fue padre hace poco tiempo.

Esta nueva vida familiar, se verá reflejada en su nuevos show, los que se realizarán el próximo 4 y 6 de diciembre en la azotea del Centro Cultural San Ginés. Copano estará dentro de una burbuja donde más que buscar escapar del encierro, intentará que el público se ría de él.

Tú partiste a los 14 años en televisión y ahora que tienes más de 30 ¿crees que la gente te sigue viendo chico?

-Me imagino que mucha gente cuando ve mis fotos con mi hijo se pregunta qué hueá pasó acá. Yo no me siento de 22 y no quiero sentirme así tampoco. No lo extraño, estoy muy feliz como estoy. Quizás es un ciclo, pero hoy tengo una familia y tampoco quiero ser alguien que está haciendo puras huevas, también quiero sentir que lo que hago es adulto, porque es como me siento hoy. Me siento más adulto. Quizás cuando mi hijo llegue a los 16 tenga una crisis, qué se yo, pero en este momento me siento muy cómodo.

Me imagino que esta vida familiar te abre una veta humorística. La familia debe ser el tópico número uno de la comedia. 

-Claro, es lo más personal y universal al mismo tiempo. Todo el mundo tiene una familia y al mismo tiempo cada familia es única. Tengo un par de chistes relacionados a la vida familiar, pero es difícil encontrarle lo nuevo, hay tantos chistes sobre el tema. 

Claro, uno asocia esos chistes a otros humoristas tipo Dino Gordillo

-Sí, pero yo creo que hay que dejar de tenerle miedo a decir hueas medias Dino Gordillo, porque tampoco está mal. Esto es un proceso, primero tratar de separarse de ese humor, luego entender por qué existe y luego decir ya igual hay cosas que son super buenas y otras que no. Yo ya soy un papá, no voy a fingir que no lo soy, pero también soy un papá del 2020, tampoco puedo ser Dino Gordillo, aunque lo quisiera, pero si uno se mantiene honesto todo sale bien. 

Bueno sobre ese punto y tras el éxito de Gordillo en Viña hubo muchas críticas que la comedia se hace desde Providencia y que muchos de los comediantes nuevos venían de un círculo muy cool y hipster ¿Qué visión tienes tú de eso?

-Es que el stand-up es una gringería, entonces tiene una matriz extranjera, lo cual hace más fácil que un huevón de Providencia haya tenido acceso a ese contenido. Eso es verdad, pero también creo que los mejores humoristas chilenos hayan salido de las poblaciones o de la calle. El Flaco le vuela la raja a todo el stand-up, el primer Dinamita Show en Viña es espectacular. Igual los bares de comedia como el Comedy o el Gran Refugio, el público no es cuico, es un público súper transversal y depende del día que vayas, pero no es como que digas sólo vienen personas de Providencia al Comedy. El Comedy es súper popular y el stand-up también. Si ves las presentaciones que hicimos con la coordinadora Shishigang en plazas de la periferia, la gente entiende y lo pasa la raja con el stand-up.

Hacer reír por Zoom

La pandemia ha hecho que muchos trabajos se muevan a las videoconferencias. En internet se ha visto cómo profesores, periodistas y políticos sufren con esta forma de comunicación. Para un artista este formato de trabajo es mucho peor y más angustiante. 

Fabrizio Copano reconoce que a pesar de la pandemia ha podido encontrar una veta de subsistencia con su programa emitido en redes sociales, “No estamos solos”, un informativo teñido de humor que realiza desde Los Ángeles. También, cuenta que ha continuado presentando sus rutinas standaperas por videoconferencias, aunque reconoce que, como a muchos, el formato no le acomoda en absoluto. 

–Hago eventos por zoom, pero en general lo tiendo a evitar. Es que lo odio, era una mierda hacer comedia por zoom. Pero también estamos en un contexto dónde hay que hacer lo posible para seguir trabajando.

–¿Por qué odiabas tanto los shows por zoom?

-Creo que es un problema de nombre. Pienso que no se debería llamar stand-up, creo que ahí está el error. Pongamos un ejemplo el teatro por zoom y yo pienso ¿eso es teatro? Yo creo que no, pienso que es otra cosa y la raja que exista otra cosa y que perdure, pero creo que hay que inventarles nombres nuevos. Igual creo que algunos ya le encontraron la vuelta para que funcione bien y que sea la raja, pero es incomparable a estar en vivo, no hay nada como estar en persona. 

Hace unos años había un boom del stand-up en Chile ¿Crees que eso se pueda retomar después de la pandemia?

-Va a costar un rato, pero tengo fe que las ganas de la gente de volver a salir, de volver a compartir en este contexto de mierda en el que estamos va a ayudar. Tampoco es como que mañana va a volver a ser como el 2016, pero si vamos a llegar a un punto parecido e incluso mejor. La gente va a sentir que no puede mirar en menos la idea de ir a un bar, de ir a un show o un concierto porque va a estar la idea de que “esto podría acabarse de nuevo”. Estas experiencias no son reemplazables y no sé por qué el mismo ministerio de la Cultura mira en menos a las artes. Creo que habrá una revalorización de este tipo de contenidos.

Hablando de eso, tú eres bien crítico del gobierno en redes sociales ¿Cómo lo ves en esta pasada?

-Siendo honesto, siento que el gobierno se acabó, es como un muerto caminante. Está ahí de decoración y parece un poco la fachada de un país estable. Siento que todavía se quiere dar esa sensación de que no echamos al presidente, lo que tiene cosas buenas y malas. Lo bueno es que da la sensación de que la democracia ha estado intacta, pero por otro lado no hay responsabilidad política, no hay nadie diciendo aquí lo que se hizo fue muy grave. En un escenario ideal, Piñera hubiera renunciado y hubira hecho que la democracia y las instituciones continuaran, pero sin él poniéndose como una suerte de figura de cartón.

-Estuviste en EE.UU. para la última elección presidencial y bueno, en Chile hay muchos que comparan la figura de Pamela Jiles con Trump ¿Qué opinas de eso?

-Hay cosas que se pueden comparar y otras que no. Hoy la forma de llegar al poder es a través de estar fuera de la élite, o al menos venderse como alguien que está fuera de la élite. Hay un sentimiento anti élite muy razonable, por la desigualdad y por la forma y método en que la élite ha gestionado su riqueza. Pero  creo que no es suficiente eso. Trump demuestra que no es suficiente ser un outsider, porque puede venir un outsider de cualquier lugar y no sabes qué está vendiendo. Pero el vacío de Estado genera estas necesidades. Que Piñera sea un presidente tan pusilánime hace que Pamela Jiles sea una candidata a presidente. 

¿La  imaginas como presidenta?

-Imagino un escenario bien caótico, pero falta mucho para pensar en eso. Es medio ridículo decir que porque salió en una Cadem se acabó, pero no hay que mirar en menos a nadie, si algo nos enseña lo que pasó con Trump, es que uno no puede decir “ni cagando eso va a suceder”. 

Chile lleva un año super apaleado. ¿De qué se pueden reír los chilenos ahora?

-Creo que hay que volver a hacer un humor que sea para todo el mundo. Que sea para relajarse un rato y olvidarse, creo que es un momento de tomar un paso atrás y decir huevón dejemos de pensar en esta hueva porque es lo único que pensamos porque está en todos lados. Ya estamos dentro de una burbuja, ya tenemos que usar mascarilla, ya tenemos que alejarnos, entonces creo que es la raja que la gente por unos 45 minutos no piense en esto. Volver a hacer un humor más naive, un humor más escapista. 


*Las entradas del show de Fabrizio Copano este 6 de diciembre, se consiguen en la página de passline.com

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