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Selección Nacional

2 de Diciembre de 2020

Escuela rural de Pelluhue realizó coro por Whatsapp en plena pandemia

Gentileza Escuela en Acción

Los niños de la Escuela Rural Escritora Marcela Paz, con el apoyo de sus profesores y familias, se sincronizaron de manera digital para cantar “Hay secretos chiquititos”, canción que abarca temáticas de prevención de abuso sexual y problemáticas emocionales de la infancia en cuarentena. Aquí su directora cuenta la experiencia.

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Tras las crisis sanitaria, la Escuela Rural Multigrado “Escritora Marcela Paz”, de Salto de Agua en la región del Maule, debió cesar las clases presenciales como todos los establecimientos educacionales del país, adaptándose a esta nueva realidad. Si bien la escuela no contaba con los recursos para becar a los estudiantes con internet para poder realizar clases por Zoom o Meet, supieron utilizar otras herramientas como redes sociales, Whatsapp y la única tablet del colegio para entusiasmar a sus alumnos y alumnas. 

En este escenario, el equipo docente de la escuela decidió integrar los aprendizajes del currículum en actividades que tenían sentido para los estudiantes, situando el foco en sus intereses, su contexto, formación personal y emocionalidad. 

Imagen: Frontis Escuela Rural Multigrado “Escritora Marcela Paz”
Gentileza Fundación Escuela en Acción.

“‘El que canta su mal espanta’ dicen algunos en estas tierras, pero cantar no es solo un espantador de males, también es una excelente herramienta para empoderar y educar a través de la letra de una canción. Bajo esta convicción se nos ocurrió la idea o desafío de hacer un coro por Whatsapp”, cuenta Carolina Moraga, quien además de ser directora de la Escuela Escritora Marcela Paz, es parte del equipo de Fundación Escuela En Acción, organización que se dedica a capacitar a docentes y colegios de todo Chile, a través de metodologías de aprendizaje activo, vinculando a los estudiantes con su contexto y la tecnología. 

Los profesores acercaron la música a los más pequeños enseñando y reforzando lo elemental: el ritmo, el tono, la melodía, tiempos y silencios. Para lograr aquello primero trabajaron siguiendo patrones y repeticiones palmando cartulinas de colores, luego ritmos corporales en que manos y pies seguían un compás, después pasaron a las figuras musicales siguiendo sonidos y silencios, continuaron con la vocalización de notas y escalas. Fue así como llegaron a la canción “Hay secretos chiquititos”, que aborda como temática la prevención del abuso sexual y su desarrollo emocional durante la pandemia.

Para llevar a cabo estas actividades se adecuaron las instrucciones a cápsulas, por lo que los estudiantes enviaban su trabajo por video. “Todo esto se hizo de forma sincrónica, ya que se acordó un horario de trabajo que permitía una retroalimentación individual o grupal inmediata mediante videollamadas por Whatsapp”, comenta.

Lo más interesante, según Moraga, es que en las sesiones “cada niño o niña daba lo mejor de sí, enfrentando  las dificultades que implica enseñar y aprender  a distancia, algo que resulta difícil y complejo, no solo por la modalidad remota, sino por el analfabetismo digital que padecemos todos, pero que en el sector rural esta brecha se incrementa”.

El coro por whatsapp se logró gracias a que se unieron las voces en un solo video: cada estudiante envió su interpretación de la canción a través de  un registro de pantalla, lo que  permitía guiarse por una pista y mostrarse cantando. Luego el asistente de aula, quien los acompañó en el proceso y fue precursor de este desafío, editó y compartió el trabajo con los padres y profesores.

“Cada niño o niña daba lo mejor de sí, enfrentando  las dificultades que implica enseñar y aprender  a distancia, algo que resulta difícil y complejo, no solo por la modalidad remota, sino por el analfabetismo digital que padecemos todos, pero que en el sector rural esta brecha se incrementa”.

“En esta experiencia todos y todas nos vimos en la necesidad de alfabetizarnos en lo digital. Padres y madres del mundo rural, aprendieron a descargar aplicaciones y junto a sus hijos aprender a usarlas, profesores adaptando o innovando estrategias para enseñar según sus posibilidades y estudiantes controlándose para usar la tecnología en una tarea y renunciar a un juego. Fue un gran aprendizaje para todos”, concluye Moraga.

Revisa el video que desarrollaron los estudiantes:


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