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27 de Enero de 2021

UACHgate: exrector Óscar Galindo renuncia luego de acusaciones por faltas de probidad y nepotismo

Agencia UNO.

Para investigar el caso, la universidad contrató a la empresa Crowe Auditores Consultores, que detectó un ramal familiar, donde una esposa, dos hermanas y parientes políticos eran funcionarios o sus empresas estaban contratadas por sumas millonarias.

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En medio de acusaciones por posibles irregularidades en el área de gestión económica y administrativa, faltas a la probidad y nepotismo, el ahora exrector de la Universidad Austral de Chile (UACh), Óscar Galindo, renunció a ese cargo.

Según informa un reportaje de Biobío, su desvinculación con la universidad se estableció luego que el pasado lunes 18 de enero, previo análisis de una auditoría externa realizada por la empresa Crowe Auditores Consultores, se votara su salida entre los directores. El resultado fue definitorio: 29 votos a favor y tres abstenciones.

Este hecho se vio gatillado luego que en 2019, un exestudiante se contactara con el establecimiento para entregar una serie de documentos que daban cuenta de estas supuestas irregularidades.

Luego de esta exposición de documentos, el recinto de educación se vio sometido a una auditoría externa, realizada por la empresa Crowe Auditores Consultores, quienes detectaron un ramal familiar, donde una esposa, dos hermanas y parientes políticos eran funcionarios o sus empresas estaban contratadas por sumas millonarias.

Foto: Agencia UNO.

La primera incongruencia de nepotismo que se detectó fue la contratación de Andrés Hortal como gestor del Plan de Captación de Donaciones. Por ese trabajo se le remuneró con un monto de 437 UTM, más de $22 millones a valor actual, valor que no considera bonos variables si cumplía metas.

Hortal fue recomendado por el ahora expresidente del directorio de la UACh, Carlos Montt en 2016 y según informa Biobío, el lazo familiar que compartían era de cuñados.

Sin embargo, a pesar de que el contrato violó el reglamento de Procedimientos de Convenios y Contratos de la universidad porque, dada la cuantía del convenio a honorarios firmado, este debía ser licitado, la contratación se dio igual. Además, se reporta que Hortal no cumplió con la entrega de informes bimensuales ni menos atraer dineros externos a las arcas del plantel.

Y los cruces parentales no terminaron ahí: se contrató a la sociedad BH Inversiones SpA -de propiedad de Hortal-, para que haga una asesoría financiera en el Plan de Inversiones de la entidad académica y se les pagó $671 millones (más de 13 mil UTM), alta cifra que, por reglamento, debía ser convocada a concurso público, en vez de usar un formato de invitación privada, como señala la normativa interna.

Todos estos antecedentes fueron parte de una denuncia presentada en 2019 contra el exrector Galindo por Claudia Letelier, académica de la Facultad Ciencias Veterinarias, Consejera Académica y expresidenta del Sindicato de Docentes del plantel, hecho que gatilló la realización de la auditoría externa.

Agencia UNO.

En conversación con Biobío, el exrector Óscar Galindo, cuestionó la calidad de la auditoría externa, la que a su parecer presenta una “gran cantidad de errores, imprecisiones y ambigüedades”.

Sobre los lazos familiares que fueron encontrados en la auditoría, Galindo señaló que “la Contraloría de la universidad descartó los conflictos porque se trata de proveedores que participaron en licitaciones en las que se contrata anualmente a decenas de pequeñas empresas de transportes y alimentación”.

Indicó que “para los proyectos financiados con fondos públicos y que son controlados por el Estado y auditados periódicamente por la Contraloría General de la República, jamás hemos tenido una observación al respecto”.

Además el exrector se refirió a la situación que vincula a su esposa, Zita Muñoz, con las contrataciones ilícitas. Explicó que ella trabaja desde el año 2007 en la UACh, mucho antes de su elección como rector del plantel y que sigue en el mismo puesto “de siempre”.

Por último, reveló que su caso de parentesco no es el único en la universidad, ya que “muchas autoridades, académicos y funcionarios tienen familiares trabajando, en algunos casos en las mismas unidades, incluso con dependencia jerárquica, y estoy seguro de que no existen irregularidades en ninguno de esos casos, que por lo demás son muchos”, cerró.

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