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Reportajes

3 de Febrero de 2021

De Jaime Guzmán a Vicente Fox: El chileno detrás de jingles políticos

Francisco Larraín lleva 30 años trabajando en campañas electorales, con al menos 18 partidos chilenos y emblemáticas figuras de nuestra historia política. En esta entrevista conversa sobre diferentes momentos de su carrera y su relación con algunos candidatos.

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“Chile ne-ce-si-taa, un gran se-na-dor”, canta al teléfono Francisco Larraín (66) cuando recuerda su primer jingle político. Era 1990 y llevaba algunos años produciendo música publicitaria para televisión y para teleseries como El Juego de la Vida y La Gran Mentira, cuando lo llamaron de la UDI para hacer la campaña del senador Jaime Guzmán. No lo pensó dos veces, a pesar de que en ese entonces estaba mal visto trabajar en política. “La gente te juzgaba y ponía colores”, recuerda.

Larraín estaba terminando de construir su estudio. “Me acuerdo que estaba Jaime Guzmán con abrigo y bufanda, grabando frases radiales, muerto de frío porque no había techo” cuenta riéndose. El  fundador del movimiento gremialista fue el primero de los cientos de políticos que han trabajado codo a codo con el productor, quien exigía tener una relación directa con los candidatos en municipales, parlamentarias y presidenciales.  

La Makina Producciones. Archivo Personal.

El dueño de La Makina Producciones fue parte del fallido intento de Joaquín Lavín por llegar a la Moneda, pero también trabajó con el presidente Piñera en su última franja. Asegura mantener una buena opinión de él. “Me di cuenta que era un tipo muy exigente, me imagino que con el mismo debe ser igual”, dice. 

¿Cuándo hiciste la campaña, pensaste que podía ganar?

— Pensé que podía ganar, pero no estaba seguro. La primera vez de Piñera sí, ahí pensé altiro que sí.

¿Por qué?

—Porque se hicieron las cosas bien, obedecía a un momento que era propicio, el tipo tiene oratoria, seguridad en sí mismo. Lavín, en ese tiempo, era más infantil, más inseguro…

”A mí me tildaban más de derecha, porque me tocó hacer más cosas de derecha y de centro, que de izquierda. Te tildan así, salvo la gente que te conoce”

Y para ahondar en su análisis recurre a Ricardo Lagos. “Por ejemplo Lagos es un tipo con una postura y una forma de plantear las cosas, que uno le cree” explica, pero no tarda en advertir: “Eso no significa que sea socialista, significa que le creo a cierto tipo de personas”.

A Francisco Larraín insiste que es apolítico, porque nunca se ha sentido representado por algún partido. Dice que es más de votar por la persona, que por una posición política y por lo mismo, no le gusta que lo etiqueten. “Tú sabes cómo es este país”, suelta de repente y agrega: ”A mí me tildaban más de derecha, porque me tocó hacer más cosas de derecha y de centro, que de izquierda. Te tildan así, salvo la gente que te conoce”.

DISPONIBLE Y DISPUESTO

El compositor detrás de diferentes campañas -como la de Evelyn Matthei a la alcaldía de Providencia, o del exdiputado DC, Gutenberg Martínez-, cuenta que trabajar en política es estar las 24 horas del día disponible y dispuesto. El teléfono suena a toda hora y las franjas pueden cambiar en tan solo un momento, ya que dependen de la competencia, los resultados obtenidos o polémicas de último minuto.

Archivo personal.

¿Has escrito letras que no identifican al candidato?

—Me ha tocado sí. Harto, pero no te puedo decir exactamente quién. Lo que pasa es que la política al ser una estrategia, muchas veces traspasa ciertos límites y se dicen cosas. La agresión, la descalificación son armas muy potentes para producir daños o al menos, el beneficio de la duda. Los políticos hoy funcionan sobre la base de la descalificación, a mí eso me carga, lo encuentro muy básico.

¿Qué género conquista a los de izquierda y cuál a los de derecha?

—Antes uno asociaba mucho, la cosa más folclórica y underground a la izquierda, y la cosa más popera y rockera a la derecha. Pero hoy día no es fácil. No es que un estilo determinado vaya a representar una ideología. Hoy una Nicki Minaj puede representar a la izquierda y a la derecha en términos de estilo. Esa cosa de sectorizar tanto, en la juventud sobre todo, ya no funciona tanto.

Y, ¿cuál es el estilo musical más extraño que te han pedido?

-Me tocó hacer desde corridos mexicanos, vals peruanos hasta rock, rap y trap ahora.Tienes que ser lo suficientemente amplio en el espectro que manejas, si quieres trabajar en política, porque si estás en una campaña presidencial es muy distinto el tipo que está en Punta Arenas, del que está en Iquique. Tienen estímulos musicales muy diferentes.

EL SALTO INTERNACIONAL

La Makina Producciones tiene dos sedes, una en la Ciudad Empresarial de Huechuraba y otra en México, donde el músico viene haciendo carrera hace ya 25 años. Allí, suele hacer jingles para el PRI, y uno de los grandes hitos de su carrera fue haber participado en la campaña del expresidente Vicente Fox. Hacer música en el extranjero no fue tan fácil, Larraín tuvo que impregnarse de la cultura mexicana para poder hacer su trabajo.

¿Qué tan distintos somos de los mexicanos?

—Somos diferentes, el mexicano es más auténtico. Al chileno le falta identidad, somos un poco españoles, un poco italianos, un poco acá. Ellos tienen una raíz más potente.

Entonces, ¿se te hace más fácil hacer jingles en México que en Chile?

—Hoy día sí, México es más simple. La información es más veraz, la reacción es más fácil de adivinar. Hoy tengo un gran conocimiento en la cultura mexicana, pero en ese tiempo me dediqué a escuchar y a confiar. No como en Chile, aquí yo sabía cómo somos.

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