Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Entrevistas

14 de Abril de 2021

Mercedes López, inmunóloga: “La aparición de una nueva variante chilena es cosa de tiempo, si es que ya no existe”

Mercedes López, inmunóloga de la U. de Chile.

La doctora en Ciencias Biomédicas y directora del Programa de Inmunología de la Universidad de Chile, apunta derechamente a que la pandemia ha sido mal manejada por las autoridades y sostiene que la falta de trazabilidad ha sido uno de los principales problemas. Además señala que hay que apuntar a la prevención de nuevos casos por sobre a la inmunización debido a que la proliferación de nuevas cepas pueden hacer menos efectiva la respuesta inmune al virus.

Por

Un día antes de la intervención de Jaime Mañalich en Tolerancia Cero -donde afirmó que el Presidente “se equivocó” en los plazos autoimpuestos para alcanzar inmunidad segura en la población-, Mercedes López hacía un duro diagnóstico sobre la situación del país a través de una transmisión en vivo por internet: “Estamos en una segunda ola y la situación es catastrófica”.

La directora del Programa de Inmunología de la Universidad de Chile participó en un conversatorio organizado por Data Covid sobre el análisis de la pandemia de Covid-19 junto a otros académicos como Ricardo Baeza-Yates, Vivienne Bachelet, Alexis Kalergis y Tomás Pérez-Acle. Con ellos estaba en la transmisión de ese sábado 10 de abril.

Durante su exposición, la inmunóloga hizo una serie de advertencias sobre los temas que le preocupaban sobre el manejo de la pandemia en el país: la falta de mayor trazabilidad, la alta circulación viral y la aparición de nuevas variantes.

En conversación con The Clinic, la experta profundiza en sus dichos. Según su diagnóstico, con esos tres factores -falta de trazabilidad, alta circulación del virus y nuevas variantes- la respuesta inmunológica de las personas en el largo plazo podría ser menor, incluso si están vacunadas. Además, hace un llamado a cambiar la estrategia de inmunidad colectiva para enfocarse en cortar la cadena de contagios y llevar la circulación viral al mínimo posible.

¿Qué balance realiza sobre la situación actual en el país?

-Yo creo que la situación epidemiológica del país es grave. Pero no es grave solamente ahora, sino que desde marzo de 2020. Ahora tenemos esta segunda ola que es muy grande, pero si uno lo mira en perspectiva, la situación epidemiológica en Chile ha sido siempre mala. Tuvimos una primera ola muy fuerte y tuvimos la suerte que no fue sincrónica, es decir, que se concentró en la Región Metropolitana y nos permitió tener mayores recursos de salud disponibles. Eso ocurrió en junio de 2020 y después nos mantuvimos en un nivel bastante alto. Nunca llegamos al control de la pandemia. Sobre un nivel alto de casos viene esta segunda ola que, esta vez, es sincrónica, entonces están casi todas las regiones comprometidas. Yo diría que la situación epidemiológica es muy seria, no solamente por la magnitud de la ola propiamente tal, sino porque se superpone en lo que es casi una endemia, es decir, un número de contagios diarios muy altos. Y eso tiene un impacto muy importante en los equipos de salud, porque desde mayo o junio han estado constantemente exigidos, con una gran mortalidad y un gran número de personas que van a quedar con secuelas después de la enfermedad

“Yo creo que la situación epidemiológica del país es grave. Pero no es grave solamente ahora, sino que desde marzo de 2020. Ahora tenemos esta segunda ola que es muy grande, pero si uno lo mira en perspectiva, la situación epidemiológica en Chile ha sido siempre mala”.

¿Esta situación seria se ha agudizado durante los últimos días?

-Es evidente que la situación de ahora es pésima. Hace dos días informaban que había 473 personas en espera de camas críticas. Y la pregunta que hay que hacerse es cuántas de esos 473 personas fallecieron sin poder llegar a la Unidad de Pacientes Críticos. Porque esos pacientes no podían esperar.

07 de Abril de 2021 / IQUIQUE Trabajo que se realiza en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Clínica Tarapacá, servicio que debió ser ampliado y modificado para atender pacientes contagiados por Covid-19. FOTO: CRISTIAN VIVERO BOORNES/AGENCIAUNO

¿Cuáles han sido las causas de este escenario actual?

-Cuando escuchas la entrevista que dio el doctor Mañalich, él minimiza la importancia de la trazabilidad y pone el foco en los test. Y ahí comete un error de Salud Pública esencial. Porque no sacas nada con tener millones de test si no vas a ser capaz de encontrar los contactos de esos positivos y aislarlos. 

¿Es un error involuntario?

-A esta altura, es una forma de entender cómo enfrentarse a la pandemia. Y la forma de entender cómo enfrentarse a la pandemia que se ha realizado hasta ahora es poner el foco en el tratamiento o en una bala mágica que nos va a resolver el problema. El tratamiento serían los ventiladores mecánicos y la bala mágica serían los test o las vacunas. Y lo que no se ha entendido es que las pandemias se previenen. Cuando un país se enfrenta al riesgo de una pandemia, lo que tiene que hacer es prevenir que llegue y que se instale. Porque una vez instalada pasa lo que nos ha pasado todo este año. Sumado a eso, tenemos vecinos, como Brasil, que tampoco han entendido como tratar una pandemia. Y son una fuente de nuevas variantes que pueden seguir impactando muy fuertemente a Chile. Nosotros confiamos que las vacunas que estamos usando tengan una capacidad relativamente buena de protegernos contra esta variante. Pero va a venir otra variante, y otra, y otra. Mientras el mundo y nosotros permitamos que el virus siga circulando libremente entre los individuos, la aparición de variantes va a ser una realidad. Y la posibilidad que una o muchas de esas variantes hagan menos eficiente las vacunas y la respuesta inmune que tienen los pacientes que ya enfermaron, va a significar que vamos a volver a tener casos y no vamos a poder salir de esto. 

“Mientras el mundo y nosotros permitamos que el virus siga circulando libremente entre los individuos, la aparición de variantes va a ser una realidad”.

Nuevas variantes

¿Por qué hay tanta preocupación en el mundo científico por el surgimiento de las variantes?

-El virus nos ocupa a nosotros para multiplicarse y seguir afectando a nuevas personas. En ese camino, el virus adquiere cambios que son producto de mutaciones. Estos cambios pequeños hacen que el virus sea ligeramente distinto al original. Esas mutaciones son cambios al azar y pueden cambiar algunos elementos del virus que son importantes para el reconocimiento del sistema inmune o por su virulencia. Mientras más circule el virus, más mutaciones se pueden ir acumulando. Algunas de esas variantes hacen menos eficiente la respuesta del sistema inmune, incluidas las vacunas, o pueden hacer que la enfermedad sea más grave. Por eso es importante volver a lo que decíamos en marzo de 2020: cortar la cadena de contagios. Es evitar que las personas infectadas sigan infectando. Y eso se logra con una buena trazabilidad y un buen aislamiento. Y con otras medidas donde se inserten, entre otras cosas, las vacunas, el distanciamiento físico, los confinamientos parciales o las cuarentenas.

¿Cuántas variantes hay en Chile?

-Me parece que son cuatro, pero tendría que revisarlo. Ojo ahí, porque el sistema de vigilancia genómica nuestro es muy precario todavía. Entonces sabemos algunas de las que podrían estar circulando, pero no estamos seguros si son todas.

¿Qué posibilidad hay que aparezca una eventual variante chilena?

-Todas las del mundo. Claro que sí. Mientras el virus esté circulando como lo está haciendo hoy en Chile, la aparición de una nueva variante chilena es cosa de tiempo, si es que ya no existe. Mientras más circule el virus, más variantes van a aparecer. Y eso pasa con cualquier virus.

“Mientras el virus esté circulando como lo está haciendo hoy en Chile, la aparición de una nueva variante chilena es cosa de tiempo, si es que ya no existe. Mientras más circule el virus, más variantes van a aparecer”.

El surgimiento de las nuevas variantes ¿puede hacer repensar la calendarización o la administración de las vacunas?

-Nosotros necesitamos un estudio de campo de lo que está pasando con la vacuna que estamos utilizando mayoritariamente que es la Sinovac. Hace algunas semanas se nos había prometido que se iban a liberar los datos granulares, es decir, desagregados, de los pacientes vacunados y no vacunados. Esto es para cruzarlos con los pacientes que están ingresando a las UCI. Es importante recalcar que la eficacia tiene que ver con la capacidad que tiene la vacuna de evitar la enfermedad en los sujetos individuales; la efectividad tiene que ver con la capacidad que tiene esa vacuna en un mundo real de evitar la enfermedad o la enfermedad grave. Para saber si hay que modificar el calendario, tenemos a cuatro millones de personas vacunadas con esas dosis, ¿cómo es posible que no se haya montado un estudio de campo como el que hicieron los israelitas con Pfizer para que nosotros pudiéramos estudiar la respuesta de campo de Sinovac?

Cambio de estrategia

¿Hacia dónde hay que apuntar?

-Hoy todos y todas queremos que esta pandemia termine. Pero no les pidamos a las vacunas más de lo que ellas puedan dar. Todos tenemos que vacunarnos, pero la vacuna nunca ha sido una bala mágica para hacer desaparecer una pandemia de esta naturaleza. Entonces sigamos vacunándonos, pero mejoremos fuertemente el sistema de trazabilidad, las ayudas sociales para que la gente pueda hacer cuarentena efectiva y fortalezcamos la vigilancia genómica para poder saber cuándo y por dónde están ingresando nuevas variantes.

Usted describe una falta de capacidad del país para cortar la cadena de contagios. Esto, sumado a la aparición de nuevas variantes, ¿nos podría hacer entrar en un escenario aún más grave?

-Eso no lo sabemos. Hemos tenido muchas sombras y algunas luces como el proceso de vacunación. Pero basta con mirar que tenemos 32 mil muertos. Hay países en el mundo que lo han hecho bien y tenemos que compararnos con ellos y saber por qué lo hicieron bien. Nueva Zelandia, Australia, Corea y la misma China. El centro del problema es que llegó el momento de cambiar la estrategia, y la estrategia no puede seguir apostar a que todos nos vamos a inmunizar, ya sea por inmunidad natural o por vacunas. Tiene que apostar a prevenir la infección. Porque con las nuevas variantes que pueden aparecer, no sacamos nada con apostar, de nuevo, a inmunizarnos cuando no sabemos si puede aparecer una variante. Junto con el proceso de inmunización, que es muy importante, tenemos que parar la cadena de contagios. Eso quiere decir que tenemos que hacer cuarentenas efectivas, que no son las que tenemos ahora, porque son un chiste. La gente tiene que recibir las ayudas sociales necesarias para que se quede en la casa. No podemos seguir enfrascados en una estrategia que claramente ha sido ineficaz.

Más allá de la flexibilidad de las cuarentenas, ¿en qué otros aspectos se ve reflejada esta ineficacia?

-La pandemia es un asunto muy complejo, que no tiene que ver sólo con lo biomédico, tiene que ver con materias económicas, sociales, culturales, comunicación de riesgo, etc. Cuando enfrentas una pandemia, tienes que tener un plan a la altura de la complejidad de la pandemia. Lo que ha pasado en Chile es que no ha estado a la altura. Y no es culpa de Chile solamente, la mayor parte de Europa y América lo la hecho pésimo. Porque no han entendido que para proteger a la economía, tienes que proteger a las personas que hacen esa economía. La economía de países que han controlado la pandemia es mucho mejor que la economía de países que han puesto el foco en proteger la economía a costa de sus ciudadanos. El Producto Interno Bruto bajó muy poco en Nueva Zelandia y se desplomó en países como Chile. 

¿Faltó comunicación de riesgo?

-No hubo comunicación de riesgo. Pasar del exitismo, a culpar a la gente, a llorar a las cámaras, eso no es comunicación de riesgo. Es un asunto delicado y que tiene que hacerse muy bien. No podemos partir de que la pandemia no va a llegar a Chile hasta estar llorando ante las cámaras porque no sabemos qué hacer. Si no le entregas a la gente una comunicación adecuada, honesta, transparente, coherente, la gente no va a hacer lo que estás pidiendo. 

“No hubo comunicación de riesgo (por parte de las autoridades). Pasar del exitismo, a culpar a la gente, a llorar a las cámaras, eso no es comunicación de riesgo”.

¿Cuál debería ser el énfasis hacia adelante?

-Hay que seguir vacunándonos, pero la vacuna no es un escudo. No nos protege a todo evento. Nos ayuda y evidentemente estamos más protegidos con vacuna que sin ella. Aún cuando estemos vacunados, debemos mantener las medidas de distanciamiento físico. Nunca está demás hacer un llamado a las autoridades a que de una vez por todas permitan a los trabajadores, que son los que mantienen la economía sobre sus hombros, hacer un confinamiento adecuado en sus casas. Y el confinamiento no es solamente con ayudas sociales, sino que sea hecho de una manera que permita que estos confinamientos no se alarguen. Las cuarentenas no pueden ser más allá de tres o cuatro semanas si son hechas bien. Entonces acá todo se ha desperfilado y termina siendo inútil porque en el fondo no se hace bien. Sin embargo, tenemos hoy una oportunidad de cambiar la estrategia sanitaria, entre todos, con solidaridad, actuando en comunidad y protegiendo a los mas vulnerables.

Temas relevantes

#COVID-19#Vacunas

Notas relacionadas

Deja tu comentario