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Reportajes

23 de Abril de 2021

La larga espera de Tomás: Los 56 días que tardó su cuerpo en ser devuelto a la familia

Un ataque a un cuartel de la PDI, un traslado policial cinematográfico, un cambio de fiscal y una extensa espera por el resultado de las diligencias han sido sólo algunas de las situaciones que han marcado los casi dos meses que han pasado entre que el cuerpo de Tomás Bravo fue hallado a poco más de un kilómetro de su casa y su entrega hoy 23 de abril a la familia. De forma paralela, se acusó de su muerte a su tío abuelo, Jorge Escobar, pero no se logró acreditar su participación en el hecho. Aunque Escobar fue dejado en libertad por la justicia, de alguna manera, sigue preso, sin poder caminar tranquilo por la calle.

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La escena fuera del cuartel de la PDI de Lebu, el pasado 26 de febrero, parecía sacada de una guerra. Un grupo de funcionarios policiales se acuartelaba rodeando la instalación, mientras una turba de manifestantes furiosos entonaba cánticos y atacaba con elementos contundentes como piedras y, básicamente, cualquier elemento contundente que encontraban para lanzar.

Mientras afuera abundaba el caos, dentro de la unidad policial Jorge Escobar (57) se entrevistaba con el defensor penal de Lebu, Bruno Flores, quien le explicaba su situación judicial: había sido acusado de matar a su sobrino nieto, Tomás Bravo (tres años y siete meses), cuyo cuerpo había sido encontrado hace algunas horas a casi dos kilómetros de su casa, en el sector de Caripilún, en Lebu. De forma paralela, personal de la Policía de Investigaciones planeaba, con el mayor detalle, el traslado de Escobar a otro recinto policial para proteger su integridad. El destino escogido fue Talcahuano.

26 DE FEBRERO DE 2021 / FOTO: RODRIGO GAJARDO / AGENCIAUNO

El trayecto entre Lebu y Talcahuano suele durar dos horas y media aproximadamente. Ese día, Escobar demoró ocho horas para llegar, escoltado por personal de investigaciones. En el camino, en Lota, se encontraron con barricadas que impidieron el paso de la camioneta: se había difundido en redes sociales la patente del vehículo que lo trasladaba y recibió constantes ataques en el camino. Incluso tuvieron que pasar a constatar lesiones en esa misma ciudad, luego que el vehículo fuera atacado por una turba.

26 DE FEBRERO DE 2021 / TALCAHUANO FOTO: CAMILO CASTRO/ AGENCIAUNOO

Cerca de la una de la madrugada, Escobar arribó al cuartel de la Brigada de Homicidios de Talcahuano. Un grupo de gente estaba en el exterior, gritando en su contra y prendiendo velas. Escobar vestía una polera y un buzo, pero además portaba chaleco antibalas y casco: sus escoltas estimaron que su vida corría peligro. Luego de entrevistarse con el defensor local jefe de Cañete, Pedro Aguilera, le asignaron un calabozo aislado, le facilitaron frazadas y culminó su día. Solo.

Escobar vestía una polera y un buzo, pero además portaba chaleco antibalas y casco, debido al peligro en el que estaba su vida. Luego de entrevistarse con el defensor local jefe de Cañete, Pedro Aguilera, le asignaron un calabozo aislado, le facilitaron frazadas y culminó su día. Solo.

La acusación

Doce horas antes, pasada la una de la tarde de ese viernes 26 de febrero, se continuaba la búsqueda de Tomás Bravo en el sector de Raqui, a menos de dos kilómetros del hogar del menor. Ya se sumaban nueve días de rastreo frenético, por tierra y por aire, donde participaban desde personal de la PDI, de Bomberos, de Carabineros, de la Armada, hasta perros, drones y el apoyo fotográfico de un avión de la Fuerza Aérea.

El sector de Raqui está lleno de matorrales y pinos, principalmente moras. Quienes conocen el lugar dicen que ocasionalmente pueden verse liebres recorriendo los campos. Fue en ese sector donde, al costado de un camino interior de un predio privado, cerca de un riachuelo de pocos centímetros de profundidad, se halló ese 26 de febrero un cuerpo. No estaba ni boca arriba ni boca abajo, sino levemente recostado, junto a un tronco.

26 DE FEBRERO DE 2021 / LEBU FOTO: RODRIGO GAJARDO / AGENCIAUNO

Las características coincidían. Su edad era de aproximadamente tres años, y, si bien faltaban peritajes de rigor para identificar al menor, para pocos hubo dudas que se trataba de él: vestía los mismos pantalones azules y el mismo polerón naranjo con los que se había dicho que andaba el día que se perdió. Minutos después de identificar el cadáver, el fiscal jefe de Arauco, José Ortiz, solicitó la detención de Escobar. Además, realizó un punto de prensa en el mismo lugar, donde afirmó con total seguridad que el cuerpo tenía indicios de la participación de terceros. “No se trata de un incidente”, aseguró.

El sector de Raqui está lleno de matorrales y pinos, principalmente moras. Quienes conocen el lugar dicen que ocasionalmente pueden verse liebres recorriendo los campos. Fue en ese sector donde, al costado de un camino interior de un predio privado, cerca de un riachuelo de pocos centímetros de profundidad, se halló ese 26 de febrero un cuerpo.

El 17 de febrero, Tomás había acompañado a su tío abuelo a buscar sus vacas. El mismo menor pidió acompañarlo. Luego de caminar un par de minutos de la mano, Escobar le pidió que lo esperara para ir a buscar a los animales que se encontraban colina abajo. El terreno era rocoso y el menor podía tener un accidente. Cuando regresó al lugar donde lo había dejado, aproximadamente 15 minutos después, ya no estaba. Y nunca más lo volvió a ver.

El primer traspié

La audiencia de formalización se realizó el martes 2 de marzo en medio de gran expectación mediática: hasta el día de hoy, dicha audiencia es el video con más reproducciones en la historia del canal de Youtube del Poder Judicial, con más de 422 mil. De esta manera, superó a otros videos de la institución, como los relacionados con el Caso Ámbar o el caso del profesor Nibaldo Villegas.

Durante la audiencia, el fiscal Ortiz le imputó a Escobar el cargo de homicidio calificado, lo que indica que habría existido premeditación en la comisión del crimen. Pero durante el transcurso de la instancia judicial, cada vez aparecieron más dudas sobre el relato del persecutor.

Un hecho que llamó la atención ese día fue que otros querellantes no se adhirieron a las medidas cautelares solicitadas por la fiscalía, como la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, o el abogado de la Fundación Amparo y Justicia, Alejandro Espinoza.

Luego de la descripción de los hechos y de la discusión sobre la prisión preventiva solicitada por el Ministerio Público, la jueza del Juzgado de Garantía de Arauco fue tajante. No solo no decretó la prisión preventiva del acusado, sino que no lo dejó sujeto a ninguna otra menos gravosa, como un arresto domiciliario o una firma en un recinto policial. La jueza Perla Roa afirmó que “no es posible tener por acreditado, a esta altura de la investigación, una acción homicida descrita en los términos de la formalización”.

Fueron varios los factores que llevaron a la magistrada a tomar esta determinación. El informe del Servicio Médico Legal dado a conocer por la Fiscalía decía que la causa de muerte de Tomás era indeterminada y que no existía claridad sobre el arma con la que se le habría dado muerte al menor. Del mismo modo, la jueza Roa afirmó que no se encontraron elementos incriminatorios ni en la vestimenta, ni en el domicilio ni en el vehículo de Escobar. Finalmente, determinó que los peritajes telefónicos tampoco lograron localizar al acusado en el lugar del hallazgo del cuerpo.

Todo este tiempo, Escobar permanecía recluido en la cárcel El Manzano, en Concepción. A pesar del duro traspié de la fiscalía, debió esperar en el mismo recinto por el pronunciamiento de la Corte de Apelaciones de Concepción, que ocurriría dos días después.

La arremetida de la Fiscalía

En el intertanto, la Fiscalía comenzó a mover sus fichas. Luego del duro remezón en el Juzgado de Garantía, la máxima autoridad regional de la institución tomaría parte en la causa. El 3 de marzo, la fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena, anunció que ella se haría cargo del caso. Y además arrojó una bomba: “El resultado de una diligencia que nosotros conocimos el día de hoy y que aporta contundente antecedentes en pos de nuestra teoría del caso y de lo que hemos planteado de un principio en esta investigación”.

14 de Abril de 2021 / CONCEPCION FOTO: DANIEL PINO / AGENCIAUNO

Dicho antecedente se dio a conocer el día siguiente, en la audiencia de apelación ante la Corte de Apelaciones de Concepción. La Fiscalía reveló que se trataba de un análisis maxilofacial realizado al cuerpo del menor y que daría cuenta de un eventual abuso sexual que habría sufrido la víctima.

No obstante, el tribunal de alzada compartió lo establecido en el juzgado de primera instancia y fue aún más categórico con los antecedentes aportados por el Ministerio Público: acusó “falta de rigurosidad científica en los antecedentes exhibidos” en la materia que dice relación con la determinación de la fecha de fallecimiento.

La Corte ratificó la libertad de Escobar, quien abandonó El Manzano el 5 de marzo y se dirigió hacia la oficina de la Defensoría Penal de Concepción, donde se le informó sobre su situación judicial. Posteriormente, hizo abandono del edificio y su hijo, del mismo nombre, dio unas breves declaraciones a los medios que se encontraban apostados en el lugar. Junto con reiterar que su padre es inocente, sentenció que “él se siente culpable solamente por haberlo dejado ahí donde estaba. Está destrozado”.

El SML, la demora, la familia

A sólo 500 metros de distancia de El Manzano se seguía desarrollando la otra parte de esta historia, en el edificio del Servicio Médico Legal de Concepción. Es ahí, casi al lado del recinto carcelario, donde, por casi dos meses, ha permanecido el cuerpo del menor. Se le ha realizado una enorme cantidad de peritajes, encargados principalmente por el Ministerio Público, pero también otros solicitados por los demás intervinientes en la causa. 

28 de Febrero de 2021/CONCEPCIÓN FOTO: CAMILO CASTRO/AGENCIAUNO

Hasta ayer jueves 22 de abril se seguían realizando pericias al cuerpo del menor. Se han tomado todo tipo de muestras fisiológicas y además fotografías. Ayer, también, se realizó una inspección macroscópica del cadáver. Todo esto, en vísperas de la entrega de su cuerpo a su familia, que debería ocurrir este viernes 23 cerca del mediodía.

Hasta ayer jueves 22 de abril se seguían realizando pericias al cuerpo del menor. Se han tomado todo tipo de muestras fisiológicas y además fotografías. Ayer, también, se realizó una inspección macroscópica del cadáver.

Esta dilatación de la entrega del cuerpo ha afectado a la familia de Tomás. Los primeros descargos fueron realizados por su madre, Estefanía Gutiérrez, quien, a través de su cuenta de Instagram, señaló el pasado 5 de abril: “¿Cómo es posible que mi hijo lleve casi 2 meses en el SML? ¡Qué tengo que esperar antes de la quincena de abril! ¡Qué no hay evidencias ni culpables! ¡Qué querían cerrar el caso de mi hijo sin justificación!”. Posteriormente afirmó que “yo le prometí a mi hijo que iban a pagar desde los responsables de todo esto a los culpables. ¡Lo juro por él!”.

Las críticas de la familia también han sido dirigidas contra el fiscal Ortiz, y no sólo por su rol en la indagatoria de la muerte del menor. La abuela de Tomás, Elisa Martínez, actualmente tiene un litigio civil con la Forestal Arauco, y se reveló que Ortiz gestionó 14 órdenes de detención contra la familia durante 2019. Martínez sostuvo a Radio Cooperativa que “están las pruebas de que él (el fiscal) autorizaba las detenciones de la familia dando a favor de Forestal Arauco. Entonces, si eso está comprobado con documentos, me parece que él jamás debió haber estado detrás de la causa de mi nieto, y no sé cómo él no informó este hecho para que sus superiores supieran y lo inhabilitaran en la causa”. 

Respecto a este punto, la superior jerárquica de Ortiz, la fiscal Cartagena, señaló escuetamente que “no hay causal de inhabilidad del fiscal Ortiz”.

Últimos días

Si algo ha marcado las últimas semanas del caso han sido las filtraciones de prensa. El pasado jueves 15 de abril, Biobío publicó las conclusiones de la autopsia del menor, que confirmó como causa de muerte “hipotermia en contexto de deshidratación e inanición”: Tomás murió de frío y de hambre.

A su vez, el pasado martes, La Tercera publicó todas las conclusiones del informe. La principal, señala que “no hay signos de participación de tercera(s) persona (s), no hay signos atribuibles a la ocurrencia de hechos de violencia sexual y el intervalo post mortem se estima entre cinco a siete días, con una mayor tendencia a los cinco días de fallecido, esto es, el 21 de febrero de 2021″. Se estima que Tomás falleció ese día domingo, cerca de las 23.00 horas.

26 DE FEBRERO DE 2021 / LEBU FOTO: CAMILO SANHUEZA / AGENCIAUNO

Cada vez ve menos televisión por la amplia cobertura mediática del caso y los ingratos recuerdos que eso genera en él. Otra cosa que señalan sus cercanos es que todavía no entiende por qué se le acusó a él de la muerte de su sobrino nieto. Con profunda pena, dicen, ha tenido que admitir que -debido a las repercusiones que puede causar su presencia en público- no podrá asistir al funeral de Tomás.

En cuanto a Jorge Escobar, hay más incertidumbre que certezas sobre cómo ha pasado sus últimos 49 días desde que abandonó la cárcel. Prácticamente no ha salido a la calle, debido a que sigue siendo alta la posibilidad de ser agredido si es visto en público. No se sabe si está viviendo en una parcela o si está en la pieza de un departamento. 

Lo que sí se sabe, porque se comenta en su círculo cercano, es que cada vez ve menos televisión por la amplia cobertura mediática del caso y los ingratos recuerdos que eso genera en él. Otra cosa que señalan sus cercanos es que todavía no entiende por qué se le acusó a él de la muerte de su sobrino nieto. Con profunda pena, dicen, ha tenido que admitir que -debido a las repercusiones que puede causar su presencia en público- no podrá asistir al funeral de Tomás. A Escobar, agregan quienes han estado cerca de él, le hubiera gustado despedir a su sobrino; o, como le decía él, con cariño, a su “huachito”.

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