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1 de Junio de 2021

Cinco episodios en la ruta de Jovino Novoa: el ocaso de un histórico de la UDI

Jovino Novoa

Su participación en el Movimiento Gremial, su incorporación a la dictadura de Augusto Pinochet, la fundación de la UDI y un poder casi monolítico -el que tuvo que compartir con Pablo Longueira-, su antítesis en el estilo de hacer política. El Caso Spiniak, el Caso Penta y un lento declive de su influencia en la primera línea. Aquí un repaso para una figura ineludible para entender a la derecha chilena.

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Un hombre de trato amable, pero duro en sus posiciones. Esta es la síntesis que resume la figura de Jovino Novoa, fundador y acaso líder espiritual del gremialismo expresado en su brazo político, la Unión Demócrata Independiente (UDI). De las personeros civiles que colaboraron con la dictadura militar de Augusto Pinochet, posterior factótum de la UDI por casi dos décadas de transición a la democracia, para finalmente tener una silencioso retiro de la primera línea de la actividad política, repliegue marcado por el natural recambio generacional al interior del partido más doctrinario de la derecha chilena, además de haber sido el primer prohombre de la política chilena en ser condenado por financiamiento irregular de la política en el marco del llamado “Caso Penta”.

Décadas dedicadas al “servicio público”, como suelen decir la propia elite política en tono de réquiem, cuando los personajes insignes de la actividad parten de la vida terrenal. En este sentido, The Clinic hace un repaso por sus episodios clave, a objeto de entender a uno de los “coroneles” del partido de calle Suecia, venerado y tímidamente criticado por sus pares y generaciones venideras. 

  1. Del gremialismo en la PUC a la dictadura de Pinochet

Luego de egresar del Colegio Saint George’s, Jovino Novoa ingresó a la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica en 1963, donde coincidió con un grupo de jóvenes estudiantes con ideas de derecha. Ya imbuidos por la figura señera de Jaime Guzmán, junto a Hernán Larraín, Felipe Lamarca, Ernesto Illanes -entre otros- fundan el movimiento gremial, plataforma que les permitió oponerse a la reforma universitaria que por entonces dominaba en las universidades a fines de la década del sesenta, en un ambiente hegemónico que demandaba cambios estructurales o derechamente revolucionarios. 

Ese contexto llevó a Novoa a involucrarse por primera vez en la primera línea política, al apoyar la candidatura del ex Presidente Jorge Alessandri a través del movimiento “Chile Joven”, rótulo contradictorio para un candidato que por entonces se encumbraba por los 74 años. 

Al igual que muchos de sus contemporáneos que participaron del gremialismo, esa semilla fue la que facilitó el ingreso de Novoa -con un previo ejercicio de la abogacía en Argentina- al régimen Augusto Pinochet: en 1979 asume como subsecretario del Interior, cargo que ejercería hasta 1982. Fue desde esa posición que coincidió con dos casos emblemáticos de la época: la confusa muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva y el asesinato del dirigente sindical, Tucapel Jiménez Alfaro, entonces presidente de la Anef. 

Su hijo, el diputado PPD que lleva el mismo nombre, tiene un crítico recuerdo de Novoa. “Representa un personaje siniestro. Yo no digo que haya tenido responsabilidad penal en el asesinato de mi padre, pero sí una tremenda responsabilidad política que nunca asumió. Mientras era subsecretario del Interior mataron a mi papá, con claros vínculos con la entonces Secretaria General de los Gremios y la CNI, que tenía la llamada “brigada laboral”, quienes se dedicaban a espiar a dirigentes sindicales opositores a Pinochet”, cuenta el parlamentario. 

Hernan Larrain, Jovino Novoa, Rodrigo Hinzpeter y Felipe Kast, durante el aniversario de la muerte del senador Jaime Guzmán en 2011. Crédito: Agencia Uno.

“Nunca se pudo determinar su responsabilidad directa en esos hechos, pero se fue sin reconocer su responsabilidad, sin castigo social, asumiendo cargos importantes como la presidencia del Senado. Nunca entendí eso”, agrega el legislador. 

“Se fue sin reconocer su responsabilidad, asumiendo cargos importantes como la presidencia del Senado”, dice el diputado Tucapel Jiménez sobre el asesinato de su padre mientras Novoa participó de la dictadura”.

2. Hombre clave en las reformas constitucionales de Lagos

Tras salir del gobierno de Pinochet, ejerció labores periodísticas en el diario El Mercurio -Editor de Servicios Informativos-, la docencia en la PUC y el libre ejercicio de su profesión, Novoa se matricula como uno de los miembros fundadores de la UDI en 1988, cuando el gremialismo rompe con un incipiente RN. Primero como vicepresidente hasta 1991, luego como presidente de la colectividad hasta 1998. 

Fue en esos años que Novoa comienza a construir su liderazgo al interior de la UDI, un poder que vio acrecentado una vez que resulta electo senador en 1997 por la circunscripción Santiago Poniente, cargo que mantendría hasta el 2014. 

En el intertanto, Novoa fue derivando en una figura poderosa al interior de la colectividad, acompañado de sus contemporáneos, Andrés Chadwick, Pablo Longueira, Juan Antonio Coloma, entre otros. Hasta el día de hoy, a esa generación se le conoce como “Los Coroneles”, siendo que Novoa fue quien lideró siempre ese grupo de poder en la interna de la UDI. Un detalle que aún es recordado al interior del partido: por años Novoa mantuvo una oficina propia en la sede partidaria, independiente del cargo formal que ejerciera en la conducción del partido. 

“Cuando habla Jovino, habla la UDI”, era un mantra que se reprodujo por años durante los años de transición. Por lo mismo, Novoa era un interlocutor obligado cuando los sucesivos gobierno de la Concertación, necesitaban entenderse con la derecha. Prueba de ello fueron las reformas a la Constitución impulsadas por el gobierno de Ricardo Lagos, una salida institucional a una crisis que por entonces vivía la administración cruzado por el denominado “Caso Mop-Gate”

“Fue un actor clave en las reformas constitucionales en el gobierno de Lagos. Pablo Longueira era el rostro visible y operativo de ese acuerdo con nosotros, pero detrás siempre estuvo Jovino Novoa”, dice el senador PS José Miguel Insulza, por entonces ministro del Interior de Lagos. “Era una persona de muy buen trato, pero tenía posiciones bastante duras dentro de la derecha. Siempre tuve una buena relación con él”, agrega. 

“Cuando habla Jovino, habla la UDI”, era un mantra que se reprodujo por años durante los años de transición. Por lo mismo, Novoa era un interlocutor obligado cuando los sucesivos gobierno de la Concertación, necesitaban entenderse con la derecha”.

3. Caso Spiniak y la “testigo clave”

Por entonces finalizaba el mayor acuerdo político de la época, cuando estalló el “Caso Spiniak” en septiembre del 2003, escándalo que apuntaba a la existencia de una red de narcotráfico y pederastía y que tuvo como rostro visible al empresario Claudio Spiniak. Por la época, Novoa fue implicado en el caso, luego que la ex diputada RN, Pía Guzmán, aludiera al involucramiento de tres parlamentarios -sin identificarlos- en aquel grupo de abuso de menores. A esto se sumó la acusación directa del escritor Pablo Hunneus, quien “reveló” el nombre de Jovino Novoa como una de las personas presuntamente implicadas en el caso. 

Este supuesto nexo fue sostenido por casi un año por Gemita Bueno, “testigo clave” del caso, como la rotuló la prensa de la época. Versión que, finalmente, fuera desmentida por la propia Bueno. 

Un escándalo de proporciones que, pese a todo, dañó la imagen del jerarca del gremialismo. 

“Fue un hecho lamentable, muy injusto para su persona. En ese tiempo, nunca creí esa versión que lo involucraba con el caso Spiniak”, recuerda el senador Insulza.

4. Piñera 1 y diferencias con Longueira

En el 2010 asume la presidencia Sebastián Piñera, un hito histórico para la derecha, sector que no había llegado a La Moneda mediante elecciones desde la época de Jorge Alessandri Rodríguez (1958).

Un acontecimiento largamente esperado por el sector, pero donde no demoraron en aflorar las diversas almas que convivían en la derecha. Por entonces, aquel  gobierno de Piñera , además, quiso marcar un explícito contraste con la historia del sector, cuando el mismo Presidente, en los 40 años de conmemoración del Golpe de Estado de 1973, acuñó el concepto de “cómplices pasivos” para aquellos personeros que participaron de una dictadura que tuvo una sistemática política de violaciones a los Derechos Humanos. 

Ese contexto, por cierto, hizo que la convivencia entre la UDI y el gobierno fuera incómoda, a veces tensa. Cada cierto tiempo los dos liderazgos del gremialismo, Jovino Novoa y Pablo Longueira, hacían ver sus críticas al gobierno de Piñera, cada cual en su estilo. 

Pablo Longueira, Patricio Melero, Jovino Novoa y Pablo Zalaquet. Crédito: Agencia Uno.

Esta diferencia de sellos quedó evidenciada en un histórico consejo directivo ampliado de la UDI en las Termas de Cauquenes en el año 2011, donde Longueira hizo un crudo diagnóstico del primer año de administración de Piñera, quien incluso participó de una jornada que se extendió por todo el fin de semana. Esa feroz crítica trascendió en los medios, generando un profundo malestar en Novoa. Fuentes de la época hacen un matiz respecto al estilo de ambos liderazgos: “Longueira era mucho más intenso y mediático. Jovino tenía una mirada similar, pero mantenía las formas y el bajo perfil. Y nunca fue muy mediático”. 

Estas diferencias de estilo se mantuvieron a lo largo del tiempo. Con algo de sorna, en la interna de la UDI aún recuerdan otra diferencia entre ambos coroneles. Longueira tenía mayor inserción en sectores populares, a diferencia de Novoa, que siempre se inclinó más por la reflexión que generaban los think thank como la Fundación Jaime Guzmán y Libertad y Desarrollo. Las fuentes lo resumen así: eran los años donde la UDI se hablaba de “los jovinistas” y “los pungueira”, apodo peyorativo dado el sustrato popular de las huestes que eran fieles “al liderazgo de Pablo”. 

En este sentido, Jovino Novoa fue fundamental en la generación de liderazgos jóvenes al interior del partido, muchos de ellos egresados de la PUC y otras universidades de elite: Ena Von Baer, Jaime Bellolio, Constanza Hube, la misma María José Hoffmann, entre otros. 

“Con algo de sorna, en la interna de la UDI aún recuerdan otra diferencia entre ambos coroneles. Longueira tenía mayor inserción en sectores populares, a diferencia de Novoa”.

5. Aires de renovación y el Caso Penta

Con décadas de un poder compartido con Pablo Longueira, la figura de Jovino Novoa comienza a vivir los primeros cuestionamientos los que, recalcan las fuentes, nunca hizo mella en la ascendencia del extinto senador al interior del partido. 

Pese a ello, en la UDI aún es recordado los intentos del entonces diputado -y futuro presidente de la colectividad, Ernesto Silva, quien propuso hacer modificaciones a la declaración de principios del partido en el 2014, en un intento por desmarcarse de la herencia de la dictadura que hasta la fecha cargaba un partido que aún calificaba el Golpe de 1973 como una “acción libertadora”. 

Ese intento fue rápidamente desactivado por las corrientes más doctrinarias de la colectividad, siempre lideradas por Jovino Novoa. Tuvieron que pasar cinco años para que esa modificación fuera concretada, esta vez bajo la presidencia partidaria de la senadora Jacqueline Van Rysselberghe

Jovino Novoa al llegar hasta el centro de justicia para escuchar la lectura de su sentencia en la investigación del Caso Penta. Crédito: Agencia Uno

A ello se suma otro intento, de menor alcance, por desmarcarse de la influencia de los llamados “coroneles”. Fue un grupo de diputados UDI quienes levantaron el grupo denominado “los soldados”: en su mayoría de regiones y con una postura crítica al poder monolítico que Novoa y sus contemporáneos ejercían al interior de la tienda. 

El ahora senador UDI por Aysén, David Sandoval, recuerda ese intento democratizador. “Éramos un grupo de diputados, en su mayoría de provincias, que veíamos con distancia de que todo en la UDI se definía en las oficinas de calle Suecia por los llamados coroneles. En ese grupo, Novoa era el que cortaba el queque”, recuerda el parlamentario en esa aventura a la que lo acompañaron los entonces parlamentarios Sergio Bobadilla, Iván Norambuena, Javier Hernández, Sergio Gahona, entre otros. Con todo, Sandoval añade: “Pese a mis diferencias con Novoa, reconozco en él a una persona muy cercana en el trato y colaborador cuando se le requería”. 

Tras esa leve contradicción interna es que aparecen en la escena pública los casos de financiamiento irregular de la política, con la primera empresa que entregaba boletas ideológicamente falsas para financiar a partidos y personeros: Penta

Así, Jovino Novoa fue el primer político condenado como autor y ejecutor de delitos tributarios, aceptando los cargos del Ministerio Público sobre emisión de boletas a Penta y SQM por servicios no prestados. Un detalle que quebró la moral de la militancia UDI: Novoa sufrió una hemorragia digestiva mientras era formalizado por este caso. Finalmente, fue condenado a tres años de presidio menor, pena que fue cumplida con firma mensual. 

Era el lento ocaso del hombre ancla del partido con mayor densidad ideológica en la derecha chilena, que ya en 2014 había declinado a la posibilidad de ir a la reelección. Con los años, Novoa siguió manteniendo una ascendencia en la subjetividad gremialista, pero lejos del esplendor de los años de transición. De hecho, el enfisema pulmonar que arrastró en sus últimos años, lo llevaron a estar constantemente conectado a un tubo de oxígeno. Su afición al cigarro le pasaba la cuenta sin contemplaciones. 

La declaración difundida por la directiva de la UDI da señales del peso específico de Novoa al interior del partido. “Desde la UDI, el partido que fue su hogar, queremos darle las gracias por su vida de servicio y enviarle las condolencias a su familia y amigos. Tengan la tranquilidad de que el testimonio de Jovino, una constante inspiración para nuestro partido, está más presente que nunca”, dice el documento, el que finaliza con un “Gracias, Jovino”. 

“Jovino Novoa fue el primer político condenado como autor y ejecutor de delitos tributarios, aceptando los cargos del Ministerio Público sobre emisión de boletas a Penta y SQM por servicios no prestados. Un detalle que quebró la moral de la militancia UDI: Novoa sufrió una hemorragia digestiva mientras era formalizado por este caso”.

“Va a ser recordado como una persona muy relevante en un momento histórico de nuestro país, como un valiente, jugado, que defendía sus convicciones y las ideas de la libertad como pocos”, complementó el presidente del partido, diputado Javier Macaya, quien junto a su par y secretaria general de la UDI, diputada María José Hoffmann, han protagonizado el tan esperado recambio generacional de su partido. 

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