Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Coronavirus

9 de Junio de 2021

Vacunación para “los que quieran”: Expertos evalúan propuesta que busca terminar con calendario por edad

Foto: Agencia UNO

Casi 4 millones de personas mayores de 18 años aún no se vacunan en Chile. Las razones son varias, no obstante, una medida que está siendo empujada por algunos especialistas y municipios es abrir el proceso a todo aquel que quiera y pueda, independiente de su edad. ¿Qué tan viable es esta medida? Se lo preguntamos a cuatro expertos.

Por

A partir de esta semana, el fantasma de la desaceleración de la vacunación vuelve a atormentar al país en el último tranco del plazo fijado por el propio Ministerio de Salud para el proceso: Vacunar al 80% de la población antes del 30 de junio.

Según los datos oficiales, a la fecha se han vacunado 11.324.911 personas al menos con una dosis, equivalente a un 58% del total de la población chilena y a un 74.5% de los mayores de 18 años.

Sin embargo, hay casi cuatro millones de personas mayores de edad que aún no se vacuna, la mayoría concentrada en los segmentos más jóvenes. Además, el número de personas que han completado su esquema de vacunación con ambas dosis no llega ni a la mitad de la población total: 8.669.868 personas.

Desde el pasado 24 de marzo que a Chile le cuesta superar la barrera de las 200 mil vacunaciones diarias en promedio móvil semanal, tal como lo muestra el gráfico de la plataforma Our World in Data de la Universidad de Oxford.

De hecho, se puede apreciar que, tras el anuncio del Pase de Movilidad, el proceso vivió un pequeño boom a fines de mayo que, sin embargo, fue demasiado breve y ahora el país volvió a caer bajo las 150 mil inoculaciones diarias en promedio móvil semanal.

¿ROMPER CON EL CALENDARIO DE VACUNACIÓN?

Esta semana, el calendario de vacunación busca darle cobertura a las personas de 22 años y los rezagados de otras edades. Sin embargo, entre expertos y municipios está comenzando a tomar fuerza la idea de abrir el proceso a “los que quieran”.

La dra. Katia Abarca, infectóloga de la Red de Salud UC Christus, asegura que esta “podría ser una medida adecuada en esta etapa de la vacunación”, ya que quedan pocos grupos etarios y el proceso no sería tan desordenado. “Habría que probar, es una medida para tomarla en cuenta”, puntualiza.

Un matiz ofrece la dra. Soledad Martínez, académica de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, quien estima que esta podría ser una buena iniciativa en la medida que “tengamos la capacidad de vacunar al que quiera”.

“Hemos estado teniendo un esquema de vacunación que parte con la gente de mayor edad y la gente con enfermedades crónicas, porque es la gente que tiene más riesgo. Pero hoy día, la diferencia entre la persona que tiene 19 años y la que tiene 23 no es mucha en cuanto al riesgo”, argumenta.

Contrario a romper con el calendario de vacunación está el dr. Mario Calvo, académico de la U. Austral y miembro del Consejo Asesor Científico Vacuna Covid-19, quien asegura que esta podría ser una opción “desordenada” y que sólo tendría “un efecto transitorio”, es decir, el buen resultado se reflejaría únicamente durante los primeros días.

“Cualquier recomendación que se haga es sólo una opinión porque no tenemos experiencia en cómo vacunar las personas rezagadas en una pandemia. Mi opinión es que si tuviéramos flexibilidad en nuestras intervenciones, deberíamos procurar saber qué ha hecho que las personas que, teniendo la posibilidad, no se hayan vacunado. Esto podríamos hacerlo con algún estudio focalizado rápido que nos permitiera evaluar la causa, y no entrar a suponer cómo podríamos acelerar la vacunación en Chile”, puntualiza.

Finalmente, Luis Mercado, microbiólogo y académico del Instituto de Biología PUCV, concilia las distintas visiones, señalando que terminar con el calendario de vacunación es una medida “pertinente”, pero que no necesariamente va a mejorar el número de personas vacunadas.

“Probablemente no tiene mucha incidencia, porque prácticamente a todos los grupos etarios ya les ha tocado. A esta altura, se está esperando llegar con la vacuna a los grupos de menor edad, considerando que las vacunas de algunas casas farmacéuticas están siendo autorizadas para menores de edad“, subraya.

¿ES SUFICIENTE?

Mercado también plantea que las razones de quienes no se vacunan son distintas entre sí, por lo que no puede ser la misma respuesta para todos. “Quienes no se han vacunado por edad es porque no lo quieren hacer por convicción, por temor o por razones laborales. En ese sentido, más que una apertura al que quiera, habría que consolidar estrategias para asegurar que la vacuna pueda llegar a otras personas”, señala.

En esa misma línea, el dr. Calvo, plantea que podrían haber mejores resultados si la autoridad se planteara objetivos específicos. “Por ejemplo, si nuestra prioridad es disminuir los casos, debemos vacunar a toda la población con alta movilidad, la que podría coincidir con la que es reticente a vacunarse y, en ese sentido, cobra más importancia salir a buscar este grupo y no esperarlo en los vacunatorios”.

“Si nuestra prioridad es reabrir la educación media y superior, podemos ir a vacunar al grupo de 14 a 25 años en que la respuesta inmunitaria es excelente y, potencialmente, podría permitirnos reiniciar esta actividad como sociedad”, añade.

La dra. Martínez sugiere que la clave está en aumentar los horarios de vacunación. Sin embargo, subraya que esta responsabilidad no puede recaer necesariamente en la atención primaria. “Tiene que ser un programa aparte, con financiamiento aparte”, precisa.

De hecho, sugiere evaluar la posibilidad de integrar voluntarios al proceso de vacunación, tal como lo ha hecho la National Health Service (NHS) del Reino Unido o los centros de salud de Nueva York en Estados Unidos. “El puro hecho de poner la vacuna en un brazo no es muy complicado”, plantea.

Finalmente, la dra. Abarca resalta que a la fecha se han aplicado medidas para fomentar la vacunación, como el Pase de Movilidad, los vacunatorios móviles durante los fines de semana o los llamados al empresariado para facilitar que sus trabajadores recurran a los centros. Sin embargo, en esta etapa sugiere resaltar los mensajes de riesgo que reflejen cómo el virus está afectando a las personas más jóvenes.

También propone ampliar el horario de vacunación mediante un sistema de turnos, aunque es algo que depende de cada centro. “Es fácil decirlo, pero en la medida que los centros puedan hacer extensión horaria, ojalá pudieran hacerlo”, concluye.

Notas relacionadas

Deja tu comentario