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Entrevistas

10 de Junio de 2021

Guido Girardi, senador PPD: “Jadue tiene un doble discurso”

El senador emblema del PPD expresa aquí sus dudas con la opción de Daniel Jadue e insiste en conformar una “fuerza progresista”, de “izquierda verde”, para enfrentar la nueva ola de neoliberalismo “que va a ser brutal”. Pese a todo, dice que, si la disyuntiva final es entre un candidato de derecha versus Jadue, votaría por el alcalde comunista.

Por

Guido Girardi es marca registrada en el PPD. Ha sido un rostro emblemático desde que en 1987 firmó el acta fundacional de ese partido. Ha sido presidente de esa tienda política, diputado y senador en varias oportunidades Pero el sello de Girardi no tiene tanto que ver con lo formal, sino con el poder, con la influencia que ejerce en sus filas. Incluso sus detractores reconocen su destreza para navegar en las complejas aguas de la política.

Hoy, cuando ya va de salida de su cargo como senador, Girardi sabe que su mundo político vive una crisis profunda. Lo demostró la última elección de constituyentes, alcaldes y concejales. Pero el momento más nítido de ese vacío fue el capítulo en que el PPD bajó a su candidato presidencial, Heraldo Muñoz, apoyó a la candidata socialista Paula Narváez y llegó junto al PS a sellar un pacto con los comunistas. No hubo firmas ni apretones de mano. Todo lo contrario. La tensión quedó latiendo entre ellos y Daniel Jadue, a quien acusan de haberlos vetado. El candidato comunista dijo que el veto lo impuso antes el PPD.

Girardi reconoce que la socialdemocracia perdió ancla en el nuevo Chile. Y que se requiere una nueva fuerza progresista para el siglo XXI. Su diagnóstico es que “los partidos políticos de izquierda dejaron de representar al mundo popular. Hoy –dice- las clases medias son un mundo periférico, abandonados por la política. No se sienten representados. Esto es la obsolescencia de las instituciones tradicionales. Es la deconstrucción de todo lo vertical. Todo está cuestionado. Hay nuevos clivajes. Y esto está pasando en el mundo entero”.

Chile está en un rebaraje del poder. ¿Dónde está parado el PPD hoy? ¿Con qué proyecto?

-El PPD cumplió un rol importante en el proceso de transición del país. Fuimos el primer partido que tomó las banderas ambientales. Todas esas causas las lideramos nosotros: Pascua Lama, HidroAysén… En el ‘

95 planteamos que los homosexuales tenían el derecho de casarse y adoptar hijos. Fuimos el primer partido que tocó los temas de divorcio, del aborto. El primer partido que habló de las 40 horas laborales en el año 98; el primero que tocó el tema de las Isapres, de las AFP. El PPD fue un partido innovador.

-¿Y qué les pasó?

-El problema del PPD es que abandonó su tradición intelectual anticipatoria. Nuestra capacidad intelectual se fue vaciando. Se cerró un ciclo de aportes a la sociedad y hoy tiene que repensarse.

¿Y hacia dónde tendría que moverse? Porque han emergido nuevas fuerzas que levantan esas mismas banderas.

-No quiero ser rehén del presente ni de la inmediatez. Si ahora la izquierda está viviendo una crisis, es porque no tuvo mirada estratégica ni tiene como sujeto al futuro. Yo tengo una mirada estratégica. Lo que propongo es que configuremos una gran fuerza de izquierda verde que se haga cargo del cambio climático, de las crisis ecológicas, de las desigualdades. Pero que también sea capaz de enfrentar esta nueva era, que va a ser brutal. Me refiero al neoliberalismo extremo de los Silicon Valley, de la inteligencia artificial.

Ya, ¿pero de qué izquierdas hablamos? ¿Un arco que vaya desde dónde?

-Yo no creo en la izquierda tradicional. Ni tampoco que haya reeditar una social democracia. Cumplió un ciclo. Las respuestas de ayer no sirven ahora. Y tampoco creo en la izquierda comunista como proyecto sociedad.

“El problema del PPD es que abandonó su tradición intelectual anticipatoria. Nuestra capacidad intelectual se fue vaciando. Se cerró un ciclo de aportes a la sociedad y hoy tiene que repensarse”.

-Sin embargo, el PC parece estar viviendo una etapa de mayor adhesión, de estar representando algo…

-Hay que ir más allá de canalizar la rabia, el desencanto, la frustración o de dar una respuesta de simplicidad a la demanda populista. Tiene que haber una fuerza política cultural, ciudadana, federativa, descentralizada y horizontal para adaptarse a los desafíos de esta nueva era.

-¿Pero con quiénes?

-Con la ciudadanía progresista y los partidos que tienen una tradición socialista democrática, como el PS, el PPD, el PRO o el Nuevo Trato. Incluso pensaba que podía estar acá también el mundo del Frente Amplio, toda esa cultura.

-¿Y Pamela Jiles y los nietecitos también?

-Yo respeto a Pamela Jiles. Ella ha logrado canalizar inteligentemente esta demanda populista y asistémica. Generó una comunidad virtual que son sus nietecitos. Evidentemente, tengo diferencias con sus propuestas, pero encuentro legítimo que haya logrado constituir un actor político que en el fondo no es un actor político de verdad, son actores políticos desde un click. No tienen un “nosotros”.

-¿La Lista del Pueblo configura un nuevo “nosotros”?  Se lo planteo porque ellos se construyen desde el desprecio a lo que fue la ex Concertación.

-Yo creo que desprecian a todo el poder convencional.  Porque tampoco he visto que tengan buenas opiniones ni del PC ni de Daniel Jadue. La Lista del Pueblo es ese mundo mudo que fue abandonado por la representación política.

-¿Esos sectores quedaron a su suerte porque ustedes no se hicieron cargo?

-Ese mundo, que es la mayoría, son los perdedores del sistema, de la globalización. Y si hoy no tienen representación política es porque nosotros los dejamos de representar. Es parte de la autocrítica que yo me hago. En algún minuto representamos a los ecologistas, a los pueblos originarios, los temas de la diversidad sexual, pero dejamos de tener un discurso para ese mundo popular.

-¿Pero fue sólo la ausencia de un discurso o derechamente el abandono?

-Ahí hay un sentimiento de abandono. La evidencia es que la élite se replegó a sus barrios, formó sus guetos. La sociedad quedó totalmente segregada. También hay un sentimiento anti neoliberal muy profundo. Ese es otro elemento. Chile fue el laboratorio más extremo de neoliberalismo. A la gente se le dijo: “Si usted se esfuerza, si usted le pega un codazo al otro, si tiene capacidades propias, va a salir adelante”. Eso dejó a mucha gente fuera.

“Yo respeto a Pamela Jiles. Ella ha logrado canalizar inteligentemente esta demanda populista y asistémica. Generó una comunidad virtual que son sus nietecitos. Evidentemente, tengo diferencias con sus propuestas, pero encuentro legítimo que haya logrado constituir un actor político que en el fondo no es un actor político de verdad, son actores políticos desde un click”.

“POSEEDOR DE LA VERDAD”

-Justamente, ésa es la crítica de Daniel Jadue a la ex Concertación: la mantención del modelo neoliberal. De hecho dijo que él no está obligado a conversar con quienes creen que los últimos 30 años de la Concertación fueron la mejor etapa de Chile.

-Daniel Jadue tiene varios problemas. Corre el riesgo de aparecer con una visión totalitaria, de que se sienta poseedor de la verdad, de que crea que sus valores son superiores y que, en nombre de esa superioridad moral, puede establecer el bien y el mal. Eso es muy peligroso para el futuro del país. Pero también es peligroso para él.

-¿Por qué?

-Porque nunca es bueno santificar quiénes son los buenos y quiénes son los malos. En segundo lugar, porque Jadue tiene un doble discurso. Él fue parte de esto. No tuvo ningún problema para que el PC fuera parte del gobierno de la Nueva Mayoría durante cuatro años. Entonces, considero contradictorio que haga esas críticas cuando, además, el PC no fue ningún adelantado, vanguardista ni transformador durante el gobierno de la Presidenta Bachelet.

-¿Qué quiere decir con eso?

-Que Bachelet fue mucho más avanzada que el PC cuando era parte de su gobierno. Otra cosa más: Daniel Jadue tiene que hacerse cargo de que el PPD fue el partido más activo para terminar con la exclusión de los comunistas. Nosotros apoyamos que Guillermo Tellier fuera candidato a diputado. Y Jadue sabe muy bien que yo –que no tengo ningún prejuicio anti comunista- fui una de las personas que le fue a proponer que fuera candidato a alcalde cuando él tenía una cierta diferencia con el PC. Hicimos puerta a puerta con él, lealmente, trabajamos codo a codo.

-¿Qué explicaría esa animadversión que se ve ahora? Alguna razón habrá para que él no haya querido pactar con el PS cuando ustedes entraron a la escena.

-Vamos por parte. Primero, no fue el PC el principal opositor de la Concertación. Fuimos nosotros, el PPD. Yo fui parte de los auto flagelantes. Yo fui quien le llevó un ataúd a La Moneda a Eduardo Frei. No fue el PC. Nosotros nos confrontamos decenas de veces con los gobiernos de Aylwin, Frei y Lagos por los temas ambientales. Muchos tuvimos una visión distinta a la que promovía la Concertación. Lamentablemente, fue hegemonizada por un sector que se acomodó al proyecto neoliberal, pero ésa fue solo una parte de la Concertación.

Jadue tiene un doble discurso. Él fue parte de esto. No tuvo ningún problema para que el PC fuera parte del gobierno de la Nueva Mayoría durante cuatro años. Entonces, considero contradictorio que haga esas críticas cuando, además, el PC no fue ningún adelantado, vanguardista ni transformador durante el gobierno de la Presidenta Bachelet”.

-O sea, ¿hace un mea culpa en ese sentido?

-Mira, la Concertación tuvo oscuros, pero también áreas luminosas: redujo la pobreza, permitió hacer una transición en una situación muy compleja. El PC tendrá que hacerse cargo de que cometieron errores históricos que hoy día son fáciles de reclamar.

-¿Cómo cuáles?

-La derrota de Pinochet no fue una derrota militar como quería el PC. Fue una derrota ciudadana. Si se hubiera instalado la lógica de los comunistas, ¿qué habría pasado? ¿Habría habido una guerra civil, un enfrentamiento? En la lista de sus errores históricos también figura su exclusión del plebiscito en el 88. Y ahora también tienen una responsabilidad histórica al restarse del acuerdo del 15 de noviembre 2019. Ellos intentaron derribar el proceso para reformar la Constitución y terminar con la era de Pinochet. ¿Asumen alguna responsabilidad por esos errores tan profundos? Y me pregunto: ¿los volverán a cometer si el día de mañana son gobierno?

“No fue el PC el principal opositor de la Concertación. Fuimos nosotros, el PPD. Yo fui parte de los auto flagelantes. Yo fui quien le llevó un ataúd a La Moneda a Eduardo Frei. No fue el PC. Nosotros nos confrontamos decenas de veces con los gobiernos de Aylwin, Frei y Lagos por los temas ambientales”.

-¿Qué dice usted?

-Que si miro los hechos relevantes de estos últimos 30 años, el PC ha estado siempre en contra de los caminos que permitieron a Chile avanzar hacia una mayor democracia. Es claro que los principales proyectos transformadores que ha tenido el país en estas décadas no han venido del PC.

¿NUEVA IZQUIERDA?

Con esas críticas que usted tiene hacia el PC,  ¿ve posible acuerdos futuros?

-No soy anti comunista. Tengo diferencias con ellos, pero no los pongo ni como los malos ni como los buenos. Sólo destaco que han cometido errores gigantescos en política y que no están exentos de volverlos a repetir.

-Pero respecto al futuro….

-Para un proyecto de futuro, es importante que Chile tenga una izquierda moderna, que dispute la ciencia, la tecnología, la regulación de la inteligencia artificial. Porque aquí estamos viviendo la dictadura de los Facebook, de los Google, de los Amazon… Esas son las dictaduras neoliberales que vienen.
¿Y la izquierda chilena estará en condiciones de tener esa propuesta?

-¿Por qué no?

Porque hoy no tienen ni siquiera un horizonte común.

-Bueno, por eso en su minuto planteé que hiciéramos una primaria con las fuerzas que pudieran traducirse en un nuevo proyecto político.

-¿Eso fue cuando planteó dejar a la DC al lado?

-No. No era para dejar fuera a la Democracia Cristiana, Era porque nosotros no tenemos proyecto. Y porque si no nos refundamos, vamos camino a la obsolescencia, a la irrelevancia. Nuestro antiguo proyecto, el del PS, PPD, PR era para el siglo XX. El apoyo del PPD a Paula Narváez tiene que ver con eso: con poner en el centro una mirada más estratégica. 

Hoy están apoyando a Paula Narváez, pero muchos creen que tomaron esa opción porque bajaron a su candidato Heraldo Muñoz. No tanto por convicción.

-¿Tú crees que a Heraldo Muñoz lo bajaron? Heraldo marcaba un poco más que Paula Narváez en las encuestas. Tenía todo el derecho de haber seguido. Tomamos una decisión junto con Heraldo, no contra él. Fue absolutamente dialogado y él fue el principal actor en esa decisión. Juntos dijimos que nuestra prioridad estratégica es conformar una gran fuerza progresista para el siglo XXI. Y que teníamos que dar una señal de disposición y voluntad. Eso es lo que hicimos. No es oportunismo.

-Algunos lo leyeron un poco así…

-El PPD no actúa con políticas oportunistas. Yo fui parte de los que apoyó la decisión de Heraldo de darle nuestro apoyo a Paula Narváez para construir una fuerza de izquierda moderna. Lo hicimos por una convicción de futuro. En ese sentido, pienso que Jadue renunció equivocadamente a un gran acuerdo de las fuerzas de izquierda.

-¿El PC ya tomó un camino propio o hay puertas abiertas todavía?

-El PC desechó la posibilidad de construir una izquierda democrática, con vocación de mayoría y que pudiera ofrecer gobernabilidad. A lo mejor, a futuro tendrá que reflexionar sobre si su decisión fue la correcta. Porque Jadue tendrá el 20%, pero no tiene la mayoría.

-¿Y qué razón cree usted que habrá primado?

-Yo creo que lo que hizo Jadue no fue un acto de altruismo ni de convicción profunda. Fue un acto de pragmatismo. Hizo una evaluación y se dio cuenta que eso implicaba competir con una candidata como Paula Narvaéz, una mujer con un discurso amable y empático y que llegaba con el respaldo de partidos políticos con chasis. Basta que él mire cuántos concejales tiene el PC, cuántos alcaldes, cuántos parlamentarios para haber hecho ese cálculo. Paula tiene el apoyo de 16 senadores. Él no tiene ninguno. Evidentemente, privilegió minimizar los riesgos.

“¿Tú crees que a Heraldo Muñoz lo bajaron? Heraldo marcaba un poco más que Paula Narváez en las encuestas. Tenía todo el derecho de haber seguido. Tomamos una decisión junto con Heraldo, no contra él. Fue absolutamente dialogado y él fue el principal actor en esa decisión”.

¿Dice que se asustó?

-No. Porque además su decisión requería una justificación para consolidar algo que él ha venido instalando: que él representa al pueblo contra la élite. Daniel tiene un arquetipo en su cabeza que ha tratado de representar. Y el PC ha tomado decisiones privilegiando su estrategia electoral por sobre los intereses del país.

Hay otro elemento dando vueltas: la DC y Yasna Provoste. ¿Cómo incorpora lo que ella está representando? 

-Hay una cosa evidente: Yasna Provoste, por lo menos en su rol en el Senado, no representa lo que representa ideológicamente la DC. Esa es una realidad. Ella presentó un proyecto para terminar con las AFP; firmó un proyecto de ley para liberar a los jóvenes que están detenidos. O sea, en sus acciones concretas, ella ha estado a la izquierda de muchos senadores y senadoras del PS y del PPD. Además, es una persona que vivió la brutal discriminación y arrogancia de la derecha cuando le hicieron una acusación constitucional que no tenía ninguna base.

-¿La apoyaría, entonces?

-El PPD tomó la decisión de apoyar lealmente a Paula Narváez, pero no contra Yasna Provoste, sino contra la derecha y también para ofrecer una alternativa distinta a la de la izquierda comunista. Esperamos que pueda haber una primaria entre ambas. Son dos mujeres muy potentes y con mirada progresista. Digo esto porque pienso que la derecha no va a pasar a la segunda vuelta.

-¿No?

-No. Es probable que tengamos una disputa democrática en la segunda vuelta con Paula Narváez o Yasna Provoste y Daniel Jadue.

“Hay una cosa evidente: Yasna Provoste, por lo menos en su rol en el Senado, no representa lo que representa ideológicamente la DC. Esa es una realidad. Ella presentó un proyecto para terminar con las AFP; firmó un proyecto de ley para liberar a los jóvenes que están detenidos. O sea, en sus acciones concretas, ella ha estado a la izquierda de muchos senadores y senadoras del PS y del PPD”.

-Pero Joaquín Lavín se ve bastante bien aspectado.

-Lavín es lejos el mejor candidato que tienen, pero va a ser visto como el candidato del piñerismo; de un proyecto fracasado. Además, la misma derecha, los mismos empresarios, saben que este proceso de convulsión social, de recuperación de la dignidad que estamos viviendo, no va a terminar acá. Va a seguir en los próximos años. Por lo tanto, la gobernabilidad va a ser tremendamente compleja para cualquiera, pero mucho más para Lavín o para cualquier candidato de derecha.

-Pero en el escenario de que sea Jadue quien termine compitiendo con un candidato de derecha, ¿qué hace usted?

-Yo espero que Paula vaya remontando en las encuestas y llegue a la segunda vuelta. Pero si no fuera así, y la disputa se da entre Jadue y la derecha, voy a votar por Jadue. Pero él tendrá que entender que no es bueno tener un proyecto hegemónico. Tendremos que generar las bases para un programa común y contar con una mayoría parlamentaria que permita para darle gobernabilidad a Chile.

“Lavín es lejos el mejor candidato que tienen, pero va a ser visto como el candidato del piñerismo; de un proyecto fracasado”.

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