Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Entrevistas

24 de Junio de 2021

Sebastián Depolo, secretario general de Revolución Democrática: “No hay carreras corridas. Boric puede dar una sorpresa”

Dice que la pelota presidencial está más en la cancha de la izquierda que de la derecha. En ese escenario, cree que el liderazgo de Boric es más convocante. “Daniel Jadue, por un tema generacional y por el partido de dónde viene, tiene que dar más explicaciones respecto del pasado que sobre sus propuestas de futuro”, sostiene.

Por

El sociólogo Sebastián Depolo es parte del núcleo duro del Frente Amplio. Acaba de asumir como secretario general de Revolución Democrática. Un rol clave a la hora de desplegar la campaña presidencial de Gabriel Boric y de abrir las negociaciones para las listas parlamentarias.

Depolo tiene experiencia en esas batallas. Fue el jefe de campaña de Beatriz Sánchez en la elección anterior; la contienda del 2017 que marcó un momento decisivo para esa nueva camada de jóvenes de izquierda que irrumpieron en la escena política nacional.

Ahora está de vuelta en la primera línea y su lectura es más que optimista. Cree que el Frente Amplio, en su alianza con el PC, tiene opciones reales de pasar a segunda vuelta y dejar a la derecha fuera de competencia.

Su optimismo se ancla en un contexto que él explica así: “Desde el 2011 hasta acá, ha habido una politización de nuevas franjas de la sociedad. La primera es la renovación de una generación política impulsada muy fuertemente por el mundo estudiantil. Y, segundo, el surgimiento de las capas medias que están siendo más críticas del modelo. Ese cambio social y cultural se fue cocinando en 10 años y hoy día tiene una expresión concreta en una alianza política –Apruebo Dignidad- que tiene reales posibilidades de ser gobierno. Ese es el dato nuevo”, afirma.

-¿Y qué capacidad tiene el Frente Amplio unido con el PC de asegurar gobernabilidad si no son mayoría?

-Con el PC compartimos un horizonte de transformación. Tenemos diferencias, pero tanto ellos como nosotros estamos súper conscientes de que no bastamos para gobernar. Hoy estamos entre el 20 y el 25 por ciento. No es suficiente. Pero también sabemos que ahora, sobre esta unidad de la izquierda, tenemos que ir al siguiente paso que es la construcción de una mayoría transformadora. Ahí va a estar lo más interesante de la elección de noviembre próximo.

-¿Pero esa opción sólo es posible si es que ustedes lograran pasar a segunda vuelta, o no?

-Claro. Y hoy no es absurdo pensar que en esa segunda vuelta pueda pasar algo muy parecido a lo que pasó en la elección de gobernadores. Es decir, que Chile Vamos quede fuera y la elección se dirima entre nuestro candidato y una candidata de la centro-izquierda. En ese evento, la pregunta es: ¿qué vamos a hacer entre la primera y segunda vuelta para producir un gobierno de transformaciones? ¿Y quién lo va a liderar? Eso también es muy importante.

“Con el PC compartimos un horizonte de transformación. Tenemos diferencias, pero tanto ellos como nosotros estamos súper conscientes de que no bastamos para gobernar. Hoy estamos entre el 20 y el 25 por ciento. No es suficiente”.

-Al día de hoy, la figura prominente es Daniel Jadue. ¿Es más probable que sea él quien lidere ese proyecto?

-Es verdad que partimos más atrás y que el protagonismo que ha tenido Daniel Jadue por su exitosa gestión en Recoleta, hace que hoy esté más adelante que nosotros. Pero en esto no hay carreras corridas. Gabriel Boric puede dar una sorpresa en las primarias.

-¿Por qué?

-Porque Gabriel podría convocar a esos otros mundos nuevos. El PC ya tiene su votación y su respaldo. Nosotros lo estamos construyendo. 

-¿Dices que el PC tiene un techo?

-No, no. Digo que la gente que va a votar por Daniel ya tiene decidido votar por él. Nosotros todavía podemos salir a buscar más gente.

-¿Aún cuando las encuestas muestren a Jadue mejor aspectado?

-Yo no creo mucho en las encuestas. Obviamente, que si uno las mira hay una pole position para Daniel. Pero Gabriel puede representar mucho mejor a los nuevos sectores de la sociedad.

-Jadue no sólo tiene una gestión exitosa. También tiene las espaldas de un partido histórico. ¿Eso puede hacer una diferencia?

-De cara al futuro, creo que Gabriel puede representar mucho mejor los anhelos de transformación que existen hoy. En cambio, siento que Daniel Jadue, por un tema generacional y por el partido de dónde viene, tiene que dar más explicaciones respecto del pasado que sobre sus propuestas de futuro. Eso hace que la amplitud a la que puede llegar Gabriel, además de un liderazgo y estilo personal, sea mayor.

“Digo que la gente que va a votar por Daniel ya tiene decidido votar por él. Nosotros todavía podemos salir a buscar más gente”.

-¿Y cómo es el liderazgo de Boric, que lo diferencia de Jadue?

-Gabriel es una persona que está abierta al diálogo, está disponible para llegar acuerdos y también para decir: “Me equivoqué”. En ese sentido, es un mejor tipo de liderazgo para un momento difícil como el que vive el país.

-¿Jadue te parece más autoritario en su tipo de liderazgo? 

-No diría que es más autoritario… Creo que también por un tema generacional, Daniel Jadue es el tipo de liderazgo que siempre tiene todo claro. Se permite poco la duda. A mí me gusta más el liderazgo de Gabriel porque es más humano, más aterrizado. Y porque en ciertos momentos históricos, ha tomado decisiones muy complejas, incluso desde el punto de vista político-personal, como fue el acuerdo del 15 de noviembre del 2019.

También es cierto que Boric quedó solo en esa decisión. Su partido no lo apoyó…

-Han habido algunas dificultades con su partido. Pero si somos justos, para nosotros el estallido social fue una prueba de fuego. Perdimos 10 mil militantes. A todas las fuerzas políticas les generó una tensión muy fuerte. Y Gabriel jugó un rol histórico, aún cuando haya implicado un camino por el desierto.

“Creo que también por un tema generacional, Daniel Jadue es el tipo de liderazgo que siempre tiene todo claro. Se permite poco la duda. A mí me gusta más el liderazgo de Gabriel porque es más humano, más aterrizado”.

-Con episodios disonantes con su partido, ¿qué certezas podría dar para liderar un proyecto mayoritario? 

-Su capacidad de diálogo, de tomar acuerdos. Eso tiene que ver con cómo construimos el futuro y qué esperamos de la política. Yo siento que la gobernabilidad no es un valor en sí mismo. ¿Qué estamos entendiendo por gobernabilidad? La gobernabilidad de los 90 fue ponerse de acuerdo en lo que no podía ser cambiado. La gobernabilidad que viene es ponernos de acuerdo en lo que vamos a cambiar. Es distinto.

-Pero la gobernabilidad también es el ordenamiento de fuerzas políticas que puedan recoger el apoyo de una mayoría ciudadana…

-Yo creo que la nueva gobernabilidad tiene que ver con cómo la política sintoniza con esa sociedad que ya cambió. Hay un adagio muy tradicional que usamos en la izquierda, de Gramsci, que es que el cambio cultural es antecedente del cambio político. Entonces, lo que estamos haciendo ahora es actualizar políticamente a una sociedad que ya cambió. Ahora tenemos que tener la política que dé cuenta de ese cambio. 

GUANTE BLANCO

¿Cuánto podrán sostener Boric y Jadue una campaña de guante blanco? En algún minuto se van a tener que diferenciar, mostrarse un poquito los dientes para mostrar que no son lo mismo.

-¿Pero para qué sirve la confrontación? Si es una confrontación de ideas, eso está muy bien. Tenemos diferencias y se transparentan. Pero no sería bueno caer en la crítica personal, en pegarle en la canilla al otro. Porque aquí también hay algo en el ambiente que es un anticomunismo bien antiguo que existe en Chile y un anti-izquierda en general. Creo que debiéramos ser cuidadosos en no alimentar eso.

-¿Y se puede ser tan cuidadoso en campaña?

-Tenemos que construir una campaña más bien fraterna y no como vimos en la campaña por la gobernación de la Región Metropolitana. Soy crítico de ese tono porque termina aleonando al votante de derecha para ir a seleccionar al que les parece que puede ser más cercano.

-¿Tu temor, entonces, es que se levanta la derecha para ir neutralizar a la izquierda?

-Claro. No podemos cometer esos errores. El tono del debate, dado que tenemos una posibilidad real de ser un gobierno, debiera ser mucho más propositivo. En ese sentido, Gabriel tiene un programa más propositivo, más innovador y mejor pensado para hacer la transición que hay que hacer.

-¿Qué tipo de transición?

-Aquí tenemos que transitar de un país ultra neoliberal a un país normal. Y eso implica hacer transformaciones profundas, pero hay que hacerlas bien para que perduren. Por lo tanto, necesitamos construir una mayoría que pueda gobernar por más de cuatro años. Ese sentido de radicalidad en el horizonte, pero de responsabilidad en el proceso, lo representa mejor Gabriel que Daniel.

“Tenemos que construir una campaña más bien fraterna y no como vimos en la campaña por la gobernación de la Región Metropolitana. Soy crítico de ese tono porque termina aleonando al votante de derecha para ir a seleccionar al que les parece que puede ser más cercano”.

-Si el FA ganara la primaria, ¿crees que las bases del PC se sentirán convocadas por Boric?

-Varias veces hemos estado vinculados con el PC. En el movimiento estudiantil del 2011, la alianza FECH-FEUC era básicamente lo que hoy día sería el Frente Amplio con el PC. Hay una cuestión generacional también. Si tú me preguntas, yo siento que hay mucha más sintonía con el PC de Camila Vallejo y Karol Cariola que con el PC de Juan Andrés Lagos. Pero eso es porque hemos estado en disputas muy parecidas.

Y en el escenario de que Boric pierda. ¿Qué pasa con ustedes?

-El día después de la elección primaria -gane Gabriel o Daniel-, vamos a estar detrás del proyecto de Apruebo Dignidad.

-Me refiero a si no existe el riesgo de ser absorbido por el PC..

-No hay ningún dato que diga que somos fuerzas demasiado desequilibradas entre el PC y el Frente Amplio. Más bien, todos los datos dicen que somos fuerzas equivalentes. Te hablo de concejales, constituyentes, alcaldes…

-¿No es que el PC los pueda arrollar?

-No. Para nada. Somos fuerzas equivalentes y eso hace que tengamos una relación de pares. No una relación de subordinación. Ahora, obviamente que como señal política es distinto si ganamos o si perdemos. Yo espero que gane Gabriel, porque puede crecer más. Pero si el proyecto lo lidera Jadue o  Boric, el dato político es que Apruebo Dignidad se va a consolidar en noviembre como una fuerza política importante y que puede llegar a gobernar este país.

-Dices que aún existe un sentimiento anticomunista. ¿Boric podría recoger ese sentir y terminar imponiéndose? Me refiero a si el anticomunismo pueda finalmente afectar a Jadue.

-Yo creo que no. Y espero que la sorpresa que dé Gabriel sea por su mirada de futuro, por sus ideas y porque mucha gente se sienta llamada a tener un Presidente de 35 años. O sea, que sea la renovación generacional, las ganas de transformar el país, lo que va a estar mejor representado por Gabriel que por Daniel. Pero cualquiera de los dos que gane, yo esperaría que no sea por la intromisión de fuerzas políticas ajenas o de gente que no cree en nuestro proyecto.

“No hay ningún dato que diga que somos fuerzas demasiado desequilibradas entre el PC y el Frente Amplio. Más bien, todos los datos dicen que somos fuerzas equivalentes. Te hablo de concejales, constituyentes, alcaldes…”

-¿Tu advertencia es que gente de derecha vaya a votar por Boric para detener a Jadue?

-Sí, y creo que sería muy nefasto. Aunque nunca pasa tanto… El 2017 Pamela Jiles llamó a votar por Manuel José Ossandón en la primaria de Chile Vamos y no produjo gran efecto. Además, el voto de derecha va a tener su propia primaria. Y las cifras sobre cuánta gente vota en qué primaria, será un dato clave para saber la fuerza que está movilizando a cada uno.

ELLAS LEEN MEJOR

-¿Para ese gran proyecto transformador van a tener que pactar con la ex Concertación?

-… Para gobernar el país vamos a tener que hacer acuerdos amplios. Ese debate entre las distintas oposiciones va a ser muy interesante. Me parece que tanto con Yasna Provoste como con Paula Narváez se puede hacer esa discusión. Sería distinto si hubiera sido, no sé, con Heraldo o Francisco Vidal u otro personaje más tradicional. 

¿Por qué?

-Porque ellas están leyendo mejor el país.

-Pero hay todo un mundo tradicional en esa ex Concertación de la que ustedes se han querido diferenciar.  Y sin ellos no podrían gobernar. ¿Cómo lo harían?

-Hay varias formas de gobernar. Nosotros hemos visto dos: la experiencia española y la portuguesa. La portuguesa es que el partido social demócrata portugués gobierna en un pacto parlamentario con la izquierda. Y la izquierda no integra el gobierno, pero participan de ciertos programas conjuntos para empujarlo en el Congreso. Ese es un modelo que a mí me acomoda, especialmente cuando uno no tiene todos los votos para liderar.

-¿Y el modelo español sería la copia de Podemos?

-Claro, que fue mucho más traumático en su generación, pero que hoy día tiene al Partido Socialista y a Unidos Podemos gobernando juntos. Creo que ese esquema nos costaría un poco más hoy día. Pero de cualquier manera, aquí tiene que haber una colaboración entre las oposiciones, ya sea dentro del gobierno o fuera del gobierno, para poder apoyar un programa de transformaciones que es lo que el país nos está pidiendo.

“Ese debate entre las distintas oposiciones va a ser muy interesante. Me parece que tanto con Yasna Provoste como con Paula Narváez se puede hacer esa discusión. Sería distinto si hubiera sido, no sé, con Heraldo o Francisco Vidal u otro personaje más tradicional”. 

-Pero el país aún parece estar bastante líquido respecto a lo que quiere…

-Hay muchas cosas que están pasando al mismo tiempo respecto a qué se juega hacia delante. Mi sensación es que el estallido primero, y la pandemia después, giró la cancha hacia la izquierda.

-¿En qué sentido?

-En el sentido de cuáles son los temas que marcan la conversación. Hoy se habla de una protección estatal mucho más eficaz que de la estabilidad de los mercados. Ya nadie cuestiona que necesitamos un nuevo sistema de pensiones. Tenemos diferencias sobre cuál va a ser el sistema, pero nadie cuestionaría que necesitamos algo nuevo. 

-O sea, ¿el país se izquierdizó?

-Sí. Y a la derecha le va a costar mucho más hablarle a este país. Las soluciones que se necesitan para salir de la crisis social, económica y política en la que estamos, están más en la izquierda que en la derecha.

-¿En cuál de todas las izquierdas?

-Bueno, hay varios tipos de izquierda, pero tienen en común que todos queremos un programa de transformación y no un programa de administración. 

-Insisto: ¿cómo aterrizan en la unidad?

-La unidad de la izquierda con la centro-izquierda es una necesidad, no es una anhelo. Si queremos darle un gobierno transformador a Chile, tenemos que mostrar una mayoría que hoy día ninguno es capaz de construir por sí mismo. Necesitamos tender puentes. Como te digo, ya sea con la fórmula portuguesa o la española, pero necesitamos ese puente.

-¿Cuándo? Porque los tiempos son claves también.

-Creo que la posibilidad se abre después de las primarias y después de que Unidad Constituyente seleccione a su candidata. Ahí tiene que darse la oportunidad de poner las ideas por delante para poder ir construyendo estos mínimos acuerdos sobre cómo sería un posible gobierno.  Pero primero tenemos que asegurarnos que la derecha no le hable mejor a este mundo desencantado.

-¿Por qué muchos ya están dando por muerta a la derecha?

-Creo que, por su falta de lectura, un gobierno de derecha tensionaría más al país. Ellos, que tanto les gusta hablar de gobernabilidad, pueden terminar haciendo ingobernable el país producto de sus cegueras ideológicas. En cambio, en la izquierda se está dando una renovación. Hay una interesante disputa entre la centro-izquierda y la izquierda. Uno va a pasar adelante. Otro va a estar más atrás, pero todos vamos a estar ahí…

“Creo que, por su falta de lectura, un gobierno de derecha tensionaría más al país. Ellos, que tanto les gusta hablar de gobernabilidad, pueden terminar haciendo ingobernable el país producto de sus cegueras ideológicas. En cambio, en la izquierda se está dando una renovación”.

Notas relacionadas

Deja tu comentario