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Cultura & Pop

26 de Julio de 2021

Damián Kirzner, creador de Mediamorfosis: “Contar historias es revolucionario”

Martin Lucesole

El productor audiovisual argentino comenta acerca del evento en Chile, de las nuevas formas de acercarse a las audiencias y de las transformaciones en los medios tradicionales. "Tenemos que aprender a llegar a las nuevas audiencias de una manera diferente de contar historias, sino cada vez vamos a contarlas a menos personas", dice.

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En 2011, el productor audiovisual argentino Damián Kirzner fue elegido Young Creative Entrepreneur del British Council y, junto con profesionales de todo el mundo, viajó a Londres.

Desde hacía tiempo Damián venía experimentando en nuevas tecnologías y narrativas en Argentina, de una manera absolutamente experimental. Estaba, en ese entonces, desencantado con las tecnologías clásicas. “De la televisión tradicional, que estaba empezando a saturarme”, cuenta Damián (54).

Fue en la capital británica que se dio cuenta de que lo que le pasaba a él era una tendencia global. “En un mundo donde internet era menos profundo que ahora, no nos estábamos enterando de todo lo que estaba sucediendo. Ahí conocí un foro que se llama Power to the Pixel, dirigido por Liz Rosenthal, y me di cuenta de que esa mirada tenía un nombre en ese momento: transmedia”. Ahí entendió que Latinoamérica tenía que prepararse para generar historias a través de nuevas tecnologías.

Tres años después, con esa idea en mente, creó Mediamorfosis, un encuentro de formación, industria y exhibición de contenidos vinculado a la evolución de los nuevos medios más influyentes de Latinoamérica. A la fecha, ya cuenta con 23 ediciones en 11 ciudades de nueve países. El evento de este año, que parte hoy y se extiende hasta el sábado 31 de julio, se proyectará desde Chile de manera online y gratuita a toda la región.

-A pesar de los avances de los últimos años, muchas personas todavía no manejan el concepto de transmedia. ¿Cómo explicarlo, por ejemplo, a las generaciones de nuestros padres?  

Tu papá seguramente no tiene idea del concepto, pero ya vive y consume medios de una manera transmedial. Tu papá, seguramente, se entera de las noticias a la mañana por la radio a través de su celular, que tiene un aplicativo para la radio. Porque ya tal vez no tiene el aparato de radio que transmite por el aire, sino que lo escucha por el celular. Y después, en ese mismo celular, como le interesó una noticia entra en las redes y se informa a través de alguna red social de Facebook, del periódico que tu mamá consume. Y se lo pasa a tu mamá o a tu tía, y empiezan a circular el contenido y hacen un meme gracioso sobre esa noticia… Y ya están creando contenidos digitales que van por diferentes plataformas. Tu papá ya está alfabetizado digitalmente. Ni lo sabe, pero ya lo está haciendo. En definitiva, los que hacemos contenidos tenemos que entender la lógica y la teoría. El público lo consume, simplemente.

-¿Cómo lo transmedia transforma los medios de comunicación?

-Ese proceso se da por supervivencia. Los medios tradicionales tienen que sobrevivir. Las audiencias van cambiando. Ya la televisión no tiene la cantidad de público que antes, porque el público migró a otras plataformas. Mira sus contendidos en las plataformas digitales on demand. Prende la tele cuando ahora están los Juegos Olímpicos, por ejemplo, y todos nos ponemos a mirar un evento global en la tele abierta, directa, pero la tele abierta ya no tiene la convocatoria que tenía antes. Entonces, lo que les pasa a los medios es que, indefectiblemente, se ven obligados a cambiar, porque su público cambió. Y con eso, cambia la monetización. Las marcas necesitan que los productos sean conocidos por la audiencia, entonces dejan de poner dinero en los medios tradicionales y empiezan a ponerlo en otros lugares. El cambio es inevitable. Hasta los más exitosos, parados sobre la torre del éxito de los productos más tradicionales, tienen que empezar a modificarse porque la audiencia empieza a cambiar. Entonces, te diría que son los hábitos de consumo los que van llevando a este cambio en la narrativa y en la industria.

-¿Cómo hacer para llegar a ese público cada vez más disperso y que consume continuamente mucha información y desinformación?

-Entendiendo dónde está mi público. Nosotros, como productores y creadores de contenido ahora tenemos que entender dónde está mi público en cada momento. Los momentos de atención se han acortado, se han fragmentado, se dividen de diferentes maneras. Entonces, depende cual sea tú historia que quieras contar, debes entender dónde se encuentra tu público. Por ejemplo, si vas a hacer un contenido que le va a hablar a las personas que trabajan en la construcción de edificios, probablemente si haces un contenido de audio, y a la mañana temprano, cuando ellos están yendo a trabajar, tienes la posibilidad de que esas personas en el tren, o auto, ómnibus, puedan escuchar el contenido, van a poder estar prestando atención a lo que están haciendo y también escuchando una información. Pero si tú le haces a un obrero de la construcción un contenido que tiene que estar mirando en la pantalla del celular y leyéndolo, no va a poder estar trabajando o viajando y escuchándolo. Pero sí va a poder estar en su obra de construcción trabajando y escuchándolo. Entonces, si tú entiendes que a tu audiencia es mejor llegarle por audio, es bueno que tu contenido esté pensando en un podcast o en radio. Hoy el productor tiene que pensar: ¿cómo quiero llegar con mi contenido a mi audiencia? Mi audiencia, ¿qué hábitos tiene? Entonces yo voy eligiendo qué parte de mi contenido, si todo o parte, lo voy poniendo en diferentes plataformas. Si yo entiendo dónde está mi público, elijo en qué plataformas pongo todo o parte de mi contenido. No tiene que, necesariamente, estar en muchas plataformas. Tiene que estar en las plataformas donde yo pueda encontrarme con mi audiencia. 

Crédito: Martin Lucesole.

-¿Cómo evalúa el panorama transmedia en Latinoamérica?

-Yo creo que Latinoamérica evolucionó mucho. Evolucionó mucho y la pandemia claramente hizo una aceleración muy profunda en ese punto, y digitalizó y alfabetizó a toda la población porque la necesidad de esto que estamos haciendo tú y yo, un reportaje digital, se transforma en algo totalmente natural, normal y aceptado. Antes era una rareza, una cosa extraña. Pero antes, ya desde las universidades se empezó a hablar de transmedia y las carreras de comunicación empezaron a generar una camada, una generación de nuevos periodistas y creadores de contenido y narradores, como vos, que ya se forman desde la universidad con este criterio. Ya tienen esa mirada. También creo que lo otro que pasó en Latinoamérica es que las empresas tradicionales de medios, en Brasil o Globo; en Argentina el grupo Clarín; en Chile el grupo El Mercurio, etc., se vieron obligadas a cambiar. Por esto que decíamos antes, porque el hábito de consumo cambió. El mercado cambió, y entonces Nestlé o Coca-Cola o Pepsi empezó a poner su dinero en otros lugares. Yo veo que Latinoamérica se va adaptando y se va acercando. El problema que tiene es que no hay penetración de internet pareja en todos lados. El acceso a la tecnología, a los gadgets de tecnología, a los artefactos, es dificultosa. No nos resulta simple llegar a un casco (de realidad virtual) en Latinoamérica porque hay trabajas para la importación, cuestiones impositivas, dificultades para el acceso mucho más grandes. Nos cuesta acceder a la tecnología. Pero creo que la creatividad latinoamericana es muy guerrillera. Es peleadora. Es de dar guerra de guerrillas, es decir, de ir a pelear al territorio donde suceden las cosas. No tenemos grandes armas ni grandes ejércitos, pero tenemos creatividad. Y los creadores latinoamericanos están creando contenidos increíbles utilizando las herramientas en la medida que van pudiendo acceder a ellas. 

-¿Qué producciones actuales le parecen particularmente destacables?

-Latinoamérica ha creado, en términos de realidad virtual, productos que están hoy a tope de los festivales internacionales más importantes del mundo. The Line, de Ricardo Laganaro; Gloomy Eyes, de Jorge Tereso; 4 Feet High, que dirige Belén Poncio y que produce Ezequiel Lenardon. Los proyectos que estamos hoy evaluando en Mediamorfosis van a estar a tope de mundo. En términos de transmedia más tradicional, en Colombia acaban de lanzar Radiotelevisión de Colombia, la TV pública, un producto que se llama El Cubo, que es un producto interactivo, audiovisual, que está a tope de la calidad global de contenidos interactivos. En Brasil, la empresa Árvore, que es la misma empresa en la que participa Ricardo Laganaro, hasta la pandemia venía innovando mucho en parques temáticos en grandes malls, donde había juegos interactivos. En Argentina se han creado experiencias híbridas, donde se mezclan las artes, la danza, el teatro, la televisión, el audiovisual, el interactivo, el WhatsApp, donde hay experiencias híbridas como teatro ciego o como obras de teatro que están en la cartelera. Se han creado contenidos extraordinarios. En Chile hay experiencias muy lindas en podcast. El estallido de las cosas, Caso 63, extraordinarias. Así que ese sería un panorama de algunas cosas lindas que puedo nombrar.

-Pareciera que ahora los productos tienen que ser extraordinarios para captar la atención de las audiencias… ¿Qué pasa con los buenos productos tradicionales, como un reportaje escrito, por ejemplo?

-Las audiencias están cada vez más dispersas, entonces, cada vez va a haber menos audiencia para los productos, aunque sean muy buenos. Esta entrevista puede ser buenísima, y puede llegar a ser súper interesante. Pero si la pones en un papel, si esto se imprimiera en un papel y se distribuyera en los negocios donde se vende un periódico en papel, probablemente llegue una audiencia mucho más pequeña, que solo va a comprar papel porque tiene el hábito anterior de hacerlo, y sentarse en el living o en el jardín de su casa. Y le gusta, y es un público, probablemente, más envejecido. Lo que empieza a pasar es que esos nichos se van a achicar. Un programa de radio que no tenga la posibilidad de estar también en un podcast para que el público, luego de haberse emitido, lo pueda ir a buscar. O que solo se emita a través del éter y no a través de internet. Y que vos con el celular puedas encontrarlo. Va a tener una audiencia cada vez más pequeña. Entonces, creo que facilitar la accesibilidad de los contenidos va a hacer que la audiencia sea un poco más grande. Y creo que el contenido debe tener muy buena calidad para poder sostenerse y mantener su vigencia. Creo que un muy buen libro va a seguir siendo un muy buen libro de papel, y va a poder seguir circulando. Nos gusta leerlos y tomarlos. El libro de papel, lejos de desaparecer, sigue vigente y funciona. Pero claro, tiene que ser bueno. Para que vayas a una librería y te compres un libro, es porque te lo recomendaron mucho. No vamos a gastar nuestro dinero si no tenemos certeza de que vamos a tener un buen contenido. Y si no, lo vamos a decir. Vamos a decir “este libro me lo compré y la experiencia fue desagradable. No lo compren”. Entonces, creo que el contenido debe ser muy valioso. Pero claramente, volviendo a lo anterior, los públicos se empiezan a achicar y a estrechar. 

-¿Cómo puede lo análogo sobrevivir en ese escenario?

-Bueno, los negocios tradicionales tienen problemas. Tienen que cambiar. Siempre pasó así. Los medios mutan. Los medios viven en una mediamorfosis desde siempre. Se transforman, y ese es el eje de lo que nosotros hacemos: ayudarlos a contar historias en medios que se transforman todo el tiempo. Se transforman desde las cavernas, donde nos dejaban mensajes los seres prehistóricos, y luego van mejorando los sistemas y los métodos en los cuales vamos dejando esos mensajes. El mensaje tal vez sigue siendo el mismo: la búsqueda existencial, el porqué de la vida. Las historias son parecidas, el tema es cómo las contamos y cómo la tecnología nos va ayudando a contar. La tecnología va creando nuevas formas de contar y lo interesante, y ese es el eje de Mediamofosis, es que los que creamos historias podemos contarlas en diferentes plataformas, en la medida que las entendamos. Primero tuvimos que entender cómo se narraba en el cine, o cómo se hacía una nota para radio. Bueno, ahora tenemos que aprender a contar otras y convivir con las anteriores. Porque seguimos escribiendo en papel, seguimos hablando en la tele, seguimos haciendo pintura y seguimos pintando en una pared, también, como un graffiti, como hacían en la prehistoria. Y sigue funcionando, pero se acumulan otras nuevas formas que la tecnología nos permite. Y bueno, se van complejizando.

-¿Cuál es la importancia de seguir contando historias?

-Contar historias es revolucionario. Contar historias puede cambiar la realidad. Es militante cambiar historias. Las personas que cuentan historias han sido muy perseguidas en períodos de la historia de la humanidad.  En la Argentina, en mi país, en los años 1970, los contadores de historias eran desaparecidos. En Chile, en los años 1970, iban al estadio y les cortaban las manos, a los narradores y a los artistas. Para que no contaran historias. Hoy esas historias se cuentan de otra manera. Y cuando vos ves las historias que cuentan en el concurso de Mediamorfosis, los nuevos creadores latinoamericanos, las historias que hablan de nosotros son conmovedoras. Y eso puede cambiar la realidad. Y por eso tenemos que aprender a llegar a las nuevas audiencias de una manera diferente de contar historias, sino cada vez vamos a contarlas a menos personas.

Finalmente, ¿prefiere contar historias o vivirlas?

-Me gustan las dos cosas. Yo soy productor audiovisual y cuento y narro historias. Este es un momento de un extraordinario éxito de lo audiovisual tradicional. Las plataformas como Netflix, Amazon, Hulu, YouTube, están siendo extraordinariamente visualizadas, como nunca antes. Se consume más audiovisual lineal que nunca. Se consume de otra manera. Cada uno en su casa, en el celular, en la tele, como y cuando yo quiero. Pero eso no quita que una nueva manera de contar historias, estar adentro de las historias, formar parte, vivir una fantasía o una realidad, es algo extraordinario y fantástico. Es distinto. Es como si yo te dijera: ¿qué preferís, el cine o el teatro? Me gustan los dos. Para algunos casos una cosa, y para otros, otra. Es una nueva manera de contar. No inhabilita las otras, sino que agrega y suma una experiencia extraordinaria de vivir y de ser parte de las historias.

Para mayores informaciones: https://mediamorfosis.net/

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