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14 de Septiembre de 2021

Protección de menores, datos personales y necesidad de alfabetización digital: una mirada sobre la regulación a las plataformas en línea

Agencia Uno

Como una iniciativa pionera en Chile, se presentó un proyecto de ley que busca regular el funcionamiento de plataformas como Facebook, Twitter y Youtube. En The Clinic conversamos con expertos para conocer su perspectiva sobre los distintos aspectos que contempla esta regulación y sus principales consideraciones.

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A comienzos de septiembre, en el marco del proyecto de reforma constitucional que busca proteger los neuroderechos, los senadores Guido Girardi (PPD), Carolina Goic (DC), Francisco Chahuán (RN), Juan Antonio Coloma (UDI) y Alfonso De Urresti (PS) presentaron un proyecto de ley que busca establecer un marco regulatorio para las plataformas digitales. Dichos espacios permiten la interacción entre usuarios y el acceso a contenidos de distinta índole a través de internet. 

Con un total de 15 artículos, el proyecto aborda diversos aspectos que tienen relación con el entorno digital: la no discriminación en el acceso a las plataformas, la equivalencia de derechos entre el espacio físico y digital, la neutralidad de las plataformas, un mayor resguardo a los datos personales, la restricción de contenidos no aptos para menores de edad, la libertad de expresión digital, el derecho al olvido, una regulación de las funas y noticias falsas.

Para el senador Guido Girardi, principal impulsor del proyecto, esta iniciativa busca garantizar una mayor protección de los usuarios en el espacio digital. “El mundo está siendo dominado por las plataformas, las que se están apropiando de los datos de los seres humanos sin su consentimiento en la mayor de las veces. Los seres humanos les están entregando gratuitamente sus datos y las plataformas usan esos datos para modificar esos comportamientos sin que se den cuenta”, señala en entrevista con The Clinic

El proyecto se trabajó en conjunto con la Universidad Católica, la Universidad de Chile y la Universidad Autónoma. En su elaboración colaboraron Carlos Amunátegui, profesor de la Facultad de Derecho UC, Lorena Donoso, profesora de la Facultad de Derecho de la U. de Chile, María Isabel Cornejo, profesora de la Facultad de Derecho de la U. Autónoma y Nathalie Walker, profesora de la Facultad de Derecho de la U. Andrés Bello. Además, participó también el destacado neurobiólogo español Rafael Yuste, quien también participó en la elaboración del proyecto de neuroderechos.

“Es muy importante regular esto. No es prohibirlos, es regularlos. Este proyecto de ley demuestra que Chile es uno de los pocos países que está yendo a una regulación de plataformas”, dice el senador Girardi. 

Sin embargo, ¿existe hoy la necesidad de establecer un marco regulatorio para las plataformas digitales? ¿Cuál es el camino que se debiese seguir para ello? En The Clinic conversamos con expertos en medios digitales y ciberseguridad de Derechos Digitales, Fundación Nativo Digital, Fundación Datos Protegidos y la Fundación Summer para abordar algunos de los principales enfoques del proyecto. 

Necesidad de regulación

Los expertos coinciden en que, si bien hoy es necesario establecer un marco regulatorio para las plataformas digitales en Chile, su realización es sumamente compleja y requiere de múltiples actores a lo largo del proceso. Dado que tanto en el país como en el mundo no existe una mayor regulación para las plataformas digitales, hoy son las mismas plataformas las que se autorregulan

“La autorregulación tiene una utilidad importante, sirve en varios sentidos pero no es en caso alguno algo que deba prohibirse por completo ni algo que reemplace a la regulación nacional”, dice Juan Carlos Lara, director de Investigación y Políticas Públicas de la organización Derechos Digitales.

Para el investigador, en vez de un marco regulatorio común, es necesario considerar que cada plataforma funciona de formas diferentes. “Más que requerir un marco regulatorio, lo que necesitamos es una serie de marcos regulatorios que vigilen cuestiones distintas sobre lo que ocurre en las plataformas digitales. Cuando hablamos de plataformas, la variedad de servicios, de interacciones posibles es tal, que no parece una buena idea pensarlas como objeto de única regulación”, dice el experto.

Por otra parte, algunos de los aspectos que considera el proyecto ya estarían presentes en la legislación actual. “En el ordenamiento jurídico, hoy existen herramientas que nos permitirían proteger estos derechos, pero lo que se requiere hoy es poder darle una especie de hilo conductor, un proyecto de transversalidad que una todo esto, donde la jurisdicción ha tenido que ir ajustándose a la realidad”, comenta Pablo Christiny, director ejecutivo de Fundación Nativo Digital

Con la colaboración de la Fundación Datos Protegidos y otras organizaciones de Latinoamérica, en 2020 el Observatorio Latinoamericano de Regulación de Medios y Convergencia (Observacom) presentó el documento “Estándares para una regulación democrática de las grandes plataformas que garantice la libertad de expresión en línea y una Internet libre y abierta”, en el cual se presentan las principales directrices para una co-regulación y regulación pública de las plataformas digitales. 

Crédito: Agencia Uno

Entre los estándares, se señala que la implementación de las políticas de regulación de las plataformas deberían ser supervisadas por un organismo público especializado compuesto por un consejo multisectorial, un aspecto que no contempla el proyecto presentado en Chile. Además, se señala que estas “no deberían ser obligadas a monitorear o supervisar los contenidos generados por terceros, de forma genérica, a fin de detectar presuntas infracciones actuales a la ley o de prevenir futuras infracciones”.

Para Patricia Peña, profesora del Instituto de la Comunicación e Imagen de la U. de Chile y presidenta del directorio de Datos Protegidos, “esto significa un ejercicio de ir viendo cuáles son las fortalezas y las debilidades que tenemos en nuestros propios países respecto a la regulación que ya tenemos y cómo muchas veces podemos fortalecer o mejorar esas regulaciones preexistentes y no crear necesariamente una nueva, porque crear una regulación nueva tiene mucho que ver con quién controla esto y quién lo va a hacer cumplir”. 

Datos personales

El artículo 14 del proyecto de ley que busca regular las plataformas digitales señala que “para realizar cualquier acto de geolocalización, almacenamiento, tratamiento o cesión de datos recabados sobre el consumidor digital, se requerirá su aceptación expresa, específica e informada”. De este modo, las plataformas tendrán que solicitar el consentimiento de los usuarios para la utilización de sus datos personales y estos deberán ser informados del uso que se les dará. 

“Nosotros vamos a habitar otro territorio en el futuro, que es la vida virtual. Aquí no lo podemos hacer solos, cómo regula Chile los datos que están en el ciberespacio. Pero sí tenemos que hacer que al menos, las plataformas que lleguen a Chile pasen por sistemas de registro. Nosotros vamos a obligar a las plataformas a registrarse, a que haya consentimiento, aunque a veces el solo consentimiento no va a ser suficiente”, señala el senador Girardi. 

Para el experto Juan Carlos Lara, la protección de los datos personales es un tema complejo de tratar. “En el uso de los datos personales me parece que hay un problema serio de desequilibrio de poder. Estas plataformas, especialmente las grandes, tienen un enorme poder de control sobre la información personal de sus usuarios. En ese sentido, poder salir de la interacción con esas plataformas digitales que implique no entregar información personal es extremadamente difícil”.

En medio del desarrollo del 9º Summit País Digital 2021, el presidente Sebastián Piñera anunció la creación de una Agencia de Protección de Datos Personales, iniciativa que contempla el proyecto de ley de Protección de Datos Personales, el cual se encuentra en tramitación desde el año 2017. A diferencia del organismo propuesto en el proyecto, el presidente anunció que este organismo va a ser autónomo e independiente.  

“Sobre todo en materia de datos personales, nosotros necesitamos elevar muchísimo los estándares por todas las situaciones que sabemos que ocurren. Efectivamente, hacer que esa institucionalidad protectora de datos personales sea lo suficientemente fuerte no solamente para hacer las labores de Contraloría, de observación o de regulación, sino que también tenga la fuerza suficiente para sancionar y se haga valer lo que la ley dice”, dice la académica Patricia Peña. 

Protección de menores de edad

Otro de los objetivos del proyecto es el enfoque en la protección de niños, niñas y adolescentes en el entorno digital. Son dos los principales aspectos: la restricción del acceso a contenidos violentos y/o pornográficos; y la protección en casos de ciberbullying. Con respecto a los contenidos, el proyecto indica que las plataformas tendrán la obligación de proteger la imagen e integridad de aquellas personas que la ley considera vulnerables. En el caso de niños, niñas y adolescentes, deberán contar con mecanismos efectivos que permitan verificar la edad de quienes acceden a los contenidos.

Aún así, Pablo Christiny asegura que se debe considerar que los menores de edad son también uno de los principales grupos que producen contenido en la web. “Es muy complicado el caso de la infancia, porque por un lado tienes que regular los contenidos a los que están expuestos, pero por otro lado tienes que regular el contenido que están generando y la exposición que eso les está provocando. Esos son los dos marcos que son urgentes de regular”, dice.

Juan Carlos Lara coincide en que abordar la protección de niños, niñas y adolescentes en las plataformas digitales es compleja. “En lo que se refiere a su protección frente a los contenidos que son especialmente nocivos, la regulación se vuelve muy compleja, porque efectivamente las plataformas no tienen necesariamente el control sobre quién accede a ellas, al menos respecto de las que no ponen mayores barreras de acceso. Exigir esas barreras de acceso es poner algún nivel de cargo de las plataformas y eso no está del todo mal, siempre y cuando eso no implique a su vez la recolección de más información sobre las personas”, señala.

Crédito: Agencia Uno

Para el senador Girardi, la clave para restringir este tipo de contenidos es el uso de la inteligencia artificial. “Hoy en día, la inteligencia artificial está tan desarrollada y sofisticada que por sí misma podría eliminar todos los contenidos de odio, no permitir que circulen. Tiene que haber una simetría en la sociedad. Por qué a los medios tradicionales les voy a poner una exigencia que estas redes, que son redes comerciales, no tienen que cumplir. No es justo, además sabemos que tienen consecuencias negativas para la sociedad”, dice. 

En marzo, se presentaron los resultados de la Encuesta Nacional de Ciberacoso, realizada por StatKnows en colaboración con la U. del Desarrollo (UDD) y la Fundación Summer, con el respaldo del Ministerio Secretaría General de Gobierno. La encuesta se aplicó a jóvenes chilenos entre 15 y 29 años. Los resultados arrojaron que un 49% de los jóvenes declaró haber sido víctima de acoso virtual al menos una vez entre octubre y diciembre de 2020. Además, los datos sugieren que existe una relación entre ser víctima de ciberacoso y presentar sintomatología depresiva profunda

“Es necesario regular el acceso y los contenidos a los cuales los menores pueden llegar a tener acceso. Y es necesario poder generar la visibilidad de que lo que pasa en un espacio digital debiese tener el mismo peso que lo que ocurre en el espacio físico, y que aquellas leyes que atañen a una persona en el espacio físico también deberían ser aplicables a un espacio digital, de modo tal de no tener las trabas que tenemos con los casos de ciberacoso que recibimos, donde no se puede investigar porque no hay un delito explícito”, dice Emanuel Pacheco, director ejecutivo de la Fundación Summer.

“Cuando es un sitio de suceso cibernético este se altera muy rápido. Una persona sube un comentario que puede ser injurioso para otro y lo puede mantener en línea un minuto y luego bajarlo. ¿Qué es lo que queda para poder investigar? Alguien que hizo una captura de pantalla, alguien que lo vio, escuchó. Esa es una de las cosas más relevantes que se tienen que tomar en cuenta en esta clase de proyectos, que es la colaboración”, dice Vladimir Cobarrubias, profesor de la U. de Chile y perito de la Defensoría Penal Pública que colabora con la Fundación Summer.

En este sentido, para la ingeniera estadista y directora de StatKnows, María Eugenia García, es importante “que adolescentes y niños se eduquen sobre el uso de las tecnologías y cómo detectar noticias falsas. Uno de los planteamientos que hemos imaginado es que en los colegios exista y se promueva una materia oficial, tanto en la parte privada como pública, que dé conocimientos de cómo abordar estos temas, sobre todo desde la niñez, porque hay muchas herramientas que la gente desconoce”. 

Alfabetización digital

En 2020 se lanzó el “1er Barómetro del Bienestar Digital”, un estudio a cargo de Movistar Chile y Fundación Nativo Digital. Se encuestó a chilenos y chilenas con el fin de caracterizar la vida digital de los usuarios de internet en el país. Aunque un 70% declaró tener un conocimiento profundo o completo del mundo digital, el estudio reveló que gran parte de ellos percibía que los riesgos en el entorno digital eran bajos. Así, un 76% afirmó que sus datos se encuentran seguros, un 74% aceptaba cuentas de desconocidos en redes sociales y un 70% confiaba en que las redes no utilizaban sus datos con fines comerciales

“El gran desafío que tiene Chile y todos los países que están evidenciando procesos de transformación digital es cómo nos hacemos cargo de la educación de los usuarios. Desde Fundación Nativo Digital, tenemos un plan a nivel nacional que hoy se está implementando desde los colegios, que se llama Plan de Mentoría Digital, que es básicamente cómo somos capaces de generar procesos de alfabetización digital. Este proyecto de ley debiera considerar un Plan Nacional de Alfabetización Digital”, dice el director de Fundación Nativo Digital, Pablo Christiny.

Así, los expertos coinciden en señalar que existe la necesidad de acompañar iniciativas de regulación como este proyecto con campañas de alfabetización digital. Ello, con el objetivo de educar a los usuarios y usuarias en el uso de las plataformas digitales y prevenir de manera más efectiva los peligros a los que pueden verse enfrentados. 

Para la profesora de la U. de Chile, Patricia Peña, “Chile no ha tenido, como lo ha propuesto muchas veces la UNESCO, programas claros y formación docente en estos temas. Para tener educación en medios, para tener alfabetización digital tú también necesitas una propuesta concreta hacia quienes son educadoras y educadores. Chile tiene una deuda histórica en lo que otros países como España y Colombia han promovido, que es la educación en medios”.

“En la práctica, lo que las regulaciones permiten es que generan movilizaciones culturales. Y lo que hoy tenemos que lograr es que haya un plan de reculturización digital, que seamos capaces de educarnos en este nuevo ecosistema. Tenemos que entender el lenguaje, tenemos que poder convivir adecuadamente, tenemos que conocer los riesgos y las oportunidades que abre el espacio digital para el desarrollo del ser humano. Por lo tanto, la gran clave es cómo nos hacemos cargo de aprovechar un proceso regulatorio para avanzar a una cultura digital”, dice Pablo Christiny.

“Necesitamos una regulación que se haga cargo de los distintos intereses de manera equilibrada. El camino está en hacerlo de forma tal que respete esas garantías individuales y colectivas, respetando condiciones tales como el debido proceso cuando existen restricciones a la capacidad de comunicarse o expresarse. Ese equilibrio es muy difícil de encontrar. Además, es necesario entender que el proceso legislativo no puede ir solamente desde algunas personas expertas ni solamente sobre algún grupo de interés. Esta clase de cuestiones necesitan un debate más amplio”, concluye el experto Juan Carlos Lara.


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