30 kilómetros de viaje en sólo 28 minutos. Esa es la promesa que hizo el gobierno de Bachelet cuando comprometió casi 3 mil millones de dólares en el megaproyecto de la Línea 7 del Metro, que permitiría unir a Renca con Vitacura. Sin embargo, sus beneficios han sido puestos en jaque por el impacto territorial de su construcción, particularmente en Santiago, donde la alcaldesa Irací Hassler cuestionó su intervención en el Parque Forestal, uno de los pulmones verdes de la capital. Desde la empresa estatal se encargan de recalcar sus planes de mitigación, sin embargo, desde los territorios crecen las acusaciones de que no son escuchados.