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Elecciones 2021

26 de Noviembre de 2021

Nace una “bancada disidente” en el Congreso: quiénes son las 4 diputadas electas LGTBIQ+

Bancada disidente

Emilia Schneider, Marcela Riquelme, Camila Musante y Francisca Bello son las mujeres parte de la comunidad LGTBIQ+ que conformarán la “bancada disidente” en el próximo Congreso. The Clinic conversó con ellas sobre la importancia de que las disidencias sexuales tengan representación parlamentaria, identificando, además, cuáles serán sus primeras prioridades en la Cámara de Diputados.

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El reordenamiento del tablero político en el Congreso es inminente. La nueva legislatura asumirá en marzo de 2022, concretándose el surgimiento de fuerzas parlamentarias que derechamente no existían, o que contaban con una cantidad escasa de representantes.

Fijándose en el caso de la Cámara Baja, salta a la vista el auge del Partido Republicano de José Antonio Kast, que contará con 14 diputados. Sin ir más lejos, será el tercer colectivo con mayor representación en la instancia, sólo por detrás de RN (25) y la UDI (23). Otro fenómeno es el del Partido de la Gente, la tienda del excandidato Franco Parisi, que asumirá 6 escaños en la sala.

Pero más allá de estas formaciones, se instalará un grupo que destaca por su carácter inédito: la “bancada disidente”, conformada por 4 diputadas abiertamente LGTBIQ+, que aseguran defenderán los intereses de las mujeres, minorías y disidencias sexuales en el Poder Legislativo.

Entre ellas están Emilia Schneider, la primera diputada trans de Chile; Marcela Riquelme, la primera lesbiana; y Camila Musante y Francisca Bello, las primeras bisexuales. Aunque no todas son militantes, las 4 compitieron dentro del pacto electoral de Apruebo Dignidad.

El presente de las disidencias sexuales es un tema clave en la contingencia. Esta semana, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Matrimonio Igualitario, que pasó a su tercer trámite en el Senado, el último paso necesario antes de convertirse en ley. Sin embargo, y a pesar de que la iniciativa es considerada un avance, aún queda mucho por mejorar en cuanto a los derechos de las personas LGTBIQ+ en Chile, según diversas mediciones.

De acuerdo con el último Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género, confeccionado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), en 2020 se registró un alza del 14,7% en las denuncias por homofobia y transfobia en el país, con respecto al año anterior. El total de 1.266 casos fue la cifra más alta que ha contabilizado el Movilh desde 2002.

Asimismo, en otro sondeo del Movilh, elaborado en 2020, un 46,5% de las mujeres trans consultadas respondieron que habían sido discriminadas en razón de su identidad de género en el último mes. En el estudio estimaron que unas 26.100 mujeres trans viven actualmente en Chile.

Una situación compleja es también la que viven las familias homoparentales. Ante la pregunta “¿Tú o tu pareja han vivido alguna vez discriminación o problemas para ejercer sus derechos como madres o padres solo por ser LGBTI?”, un 54,5% de los encuestados respondió afirmativamente, asegura una encuesta del Movilh.

Con todos estos datos como telón de fondo es que nace la “bancada disidente”, cuyo surgimiento en bien recibido por Isabel Amor, directora ejecutiva de la Fundación Iguales. “Es fundamental que corramos el cerco de hasta dónde llegamos las mujeres de la diversidad. Esta vez, por primera vez en la historia, tenemos a estas mujeres legislando en la Cámara de Diputadas y Diputados. Es una señal de que no hay límites respecto de hasta dónde podemos llegar. Esperamos que ellas, junto las demás personas que abogan por el respeto a los DD.HH. ayuden a que logremos la plena integración de todas las personas de la diversidad sexual y de género”, dice Amor a The Clinic.

“Nunca ha existido un grupo de personas, mujeres en este caso, que sean abiertamente parte de la diversidad sexual y que tengan escaños en el Congreso”, agrega. No obstante, Amor recuerda que sí existe una bancada “por la diversidad sexual”, formada en 2019 con parlamentarios desde RN al Frente Amplio, que ha sido “transversal” y “clave” para que “podamos vivir en paz”.

The Clinic conversó con las 4 diputadas electas que integrarán la “bancada disidente”. Se definieron brevemente a nivel personal y político, puntualizaron cuáles serán sus primeras -mas no únicas- banderas de lucha a nivel legislativo, y explicaron la importancia de que haya una fuerza que represente a las disidencias sexuales y de género en el Parlamento.

Emilia Schneider, diputada electa por el distrito 10

Schneider (izquierda de la foto) junto a la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler. Crédito: Instagram de Emilia Schneider (@ emischneiderv)

Emilia Schneider, que cosechó una victoria en el cotizado Distrito 10 santiaguino, se convertirá en marzo de 2022 en la primera diputada trans de la historia de Chile. No es el primer hito de Schneider como mujer trans: en 2019, la estudiante de Derecho de 25 años se transformó en la primera presidenta transgénero de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).

Luego, en mayo de 2021, compitió por un cupo en la Convención Constituyente, también por el distrito 10, sin resultar electa. Militando por el partido Comunes, Schneider logró su revancha el pasado 21 de noviembre, cuando obtuvo 26.130 votos, correspondiente a un 5,7% del total de sufragios, la cuarta mayoría en el distrito que engloba a las comunas de La Granja, Macul, Ñuñoa, Providencia, San Joaquín y Santiago.

“Me siento depositaria de décadas de lucha de activistas y organizaciones que lo han dado todo desde las disidencias sexuales, para que hoy día estemos avanzando en los derechos que hemos conquistado”, señala Schneider, quien cree que “la llegada de una ‘bancada de las disidencias sexuales’ al Congreso muestra que somos muchas personas, en todos los territorios, quienes creemos que el camino hacia el futuro es ampliar los derechos de las personas, envés de restringirlos por cuestiones arbitrarias como la orientación sexual o la identidad de género”.

Emilia Schneider se autodefine como “bien intensa y bien dedicada”, y afirma que el logro en las elecciones es parte de la “cosecha de los frutos de años de trabajo”. “Vamos a trabajar codo a codo con las mismas organizaciones feministas y de las disidencias de las cuales he sido parte, para hacer avanzar nuestra agenda de derechos en el Congreso”, adelanta.

Luego, hace un comentario sobre lo que será su labor legislativa: “Hay que entender que en la bancada no solamente nos vamos a acotar a un tema. Vamos a estar ahí para aportar nuestra visión desde los feminismos, desde las disidencias sexuales, en todas las discusiones”.

“Creo que lo primero que tenemos que hacer es pensar en una reactivación de la sociedad posterior a la pandemia, con generación de empleo, y corrigiendo las injusticias que ha dejado una pandemia que enfrentamos con políticas sociales insuficientes y tardías de parte del gobierno”, señala.

Schneider destaca, en su lista de prioridades, la importancia de “la educación sexual integral, así como la garantía de derechos sociales para la comunidad de las diversidades sexuales”. Relacionado a esto último, habla del acceso a “la salud para toda la comunidad LGTBIQ+, al trabajo digno, algo que sobre todo nos afecta a las personas trans, y a la seguridad social, para que terminemos de raíz con la exclusión y la falta de oportunidades que vivimos”.

“Una cuestión fundamental es que hagamos una revisión a todas las políticas que tenemos contra la discriminación y contra la violencia, para que sean efectivas hacia nuestra comunidad”, complementa.

Finalmente, evalúa como “radicalmente importante” que surja una “bancada disidente”. “Cuando se hacen políticas públicas sin la mirada de las comunidades, sin la mirada de a quienes les van a afectar esas políticas, estas quedan deficientes. Pongo un ejemplo: el cupo laboral trans ya es un proyecto que está en el Congreso, pero no incluye ni un cupo laboral en el sector privado, ni tampoco nivelación de estudios y capacitación, para que nuestras compañeras, que viven en el trabajo sexual, la exclusión más radical, puedan acceder a un trabajo que les de seguridad y certezas”, opina.

Marcela Riquelme, diputada electa por el distrito 15

Crédito: Instagram de Marcela Riquelme (@marcela.riquelme.diputada)

La abogada Marcela Riquelme, de 48 años, es otra que se había postulado a la Convención Constituyente. En esos comicios obtuvo la segunda mayoría en el distrito 15, que incluye a comunas como Rancagua, Machalí, Doñihue y Codegua, entre otras. Sin embargo, al presentarse como independiente fuera de pacto, el sistema electoral D’Hondt terminó excluyéndola de la Convención.

Desde ese buen desempeño en las urnas es que surgió la idea de volver a presentarse, ahora por un escaño en la Cámara de Diputados. “La gente empezó a decirme ese mismo día (tras saber que no sería constituyente): Marcela diputada, Marcela ahora sí”, cuenta Riquelme, quien es lesbiana y madre de dos hijos criados en el seno de una familia homoparental.

Para el Congreso, Riquelme compitió como independiente, pero con cupo de Convergencia Social, y terminó alzándose con la tercera mayoría del distrito 15, al captar 11.493 votos, equivalente al 5,8%. “Fue muy bonito, disfruté mucho la campaña. Disfruté en las 13 comunas, conversar con la gente y recorrer lugares que no conocía del territorio”, señala.

Al definirse, lo primero que destaca Riquelme es que es “una ciudadana más, una ciudadana común. Creo que también es importante decir que soy de izquierda, que soy mujer, que soy de una disidencia sexual”.

Sobre cuáles serán sus primeras banderas de lucha en el Legislativo, apunta a uno de los pilares de su campaña, que fue la equidad de género. “Tenemos que equiparar la cancha antes de hablar de méritos, de ganarse el puesto”, dice al mencionar la importancia de fortalecer normas como la ley de cuotas de género, que se aprobó en 2015. Riquelme habla además de “igualar las condiciones de las mujeres en todos los aspectos”, citando la desigualdad en las remuneraciones.

“Otro tema que me parece importante posicionar en el país y nuestra región es el royalty minero (…). El proyecto de ley que hay contiene un royalty muy bajito”, explica. Por último, un punto “fundamental” de su programa es crear la figura del Defensor del Pueblo, “que nos proteja de las vulneraciones a los DD.HH., para que no vuelvan a suceder, y que sea un ente autónomo y vigilante de ese proceso”.

Que se forme una “bancada disidente” en el Congreso es algo “fantástico”, según Riquelme. “Nos estamos abriendo como sociedad. Al Estado no le corresponde juzgar. Al Estado no le corresponde calificar. El Estado, lo que debería hacer, es reconocer lo que existe. Proteger y legislar en base a lo que existe. Y las personas de las disidencias sexuales existimos desde siempre. Pero hemos sido invisibles”, argumenta.

“Para poder legislar, qué mejor que nosotras que conocemos esta realidad, que hemos vivido esta discriminación, que hemos sufrido esta invisibilidad de parte del Estado. Y más encima que venimos de distintas disidencias”, concluye.

Camila Musante, diputada electa por el distrito 14

Crédito: Archivo Personal.

Al igual que las dos mujeres anteriores, Camila Musante (31) también intentó ser parte, sin éxito, de la Convención Constituyente. No importó esa derrota: la abogada, que cuenta con un magíster en Derecho Ambiental y es parte de la Asociación de Abogadas Feministas de Chile (Abofem), se convertirá en marzo de 2022, al igual que su colega recién electa Francisca Bello, en una de las primeras diputadas abiertamente bisexuales en el Congreso.

Musante presentó una candidatura independiente con cupo del partido Comunes en el distrito 14, compuesto por las comunas de Buin, Calera de Tango, Isla de Maipo, Paine, Peñaflor, Talagante y San Bernardo, entre otras. Fue la sexta mayoría, con 12.335 votos, que equivalen a un 3,8% de los sufragios.

Cuando piensa en las sensaciones que le dejó la victoria electoral, Musante dice que, por una parte, siente “alegría”, porque se hizo un “trabajo intenso, de larga data”, que “se levantó desde organizaciones sociales de base”. En simultáneo, asegura que siente “un poquito de ansiedad: ya tengo muchas ganas de ponerme a trabajar”.

Musante se presenta como una persona “con los objetivos claros y con la mirada en el presente y el futuro, siempre”, que a su vez se “entrega mucho en la causa por la que está trabajando”. Cree que en el Parlamento probablemente cumpla un rol de “articulación para las nuevas transformaciones”. “Yo creo en el diálogo, creo en la resolución de conflictos mediante acuerdos”, añade.

En cuanto a sus primeras prioridades en materia legislativa, es rápida en señalar que prefiere “no decir que voy a poner algunas banderas de lucha por sobre las otras”. No obstante, resalta algunos puntos, como “todo lo que tiene que ver con las disidencias sexuales y de género, las diversidades funcionales, la agenda de género, la gestión sostenible del agua, las propuestas en materia de desarrollo sustentable y sostenible, de reactivación económica verde, de superación al modelo neoliberal y de contar con un sistema de seguridad social, que hoy no tenemos a través de las llamadas AFP”.

“Me parece que es fundamental que exista una ‘bancada disidente’, de mujeres que somos parte de las disidencias sexuales y de género, en el Congreso”, afirma Musante, sobre lo que observa como un grupo “históricamente excluido de las tomas de decisiones”.

En tanto, no se cierra a incluir a más representantes en la nueva bancada, cuando haya coincidencias sobre la protección de los derechos de la comunidad LGTBIQ+: “Vamos a estar por sobre cualquier otra forma o lógica que ha estado operando en el Congreso, que responde siempre a las lógicas político-partidistas”, comenta.

Francisca Bello, diputada electa por el distrito 6

Crédito: Instagram de Francisca Bello (@mfranbello)

La licenciada en psicología de 34 años, Francisca Bello, es el último nombre que forma parte de la “bancada disidente”. Tal como Musante, será una de las primeras mujeres abiertamente bisexuales en ejercer el cargo de diputada.

Aunque Bello también participó en las elecciones de mayo de 2021, no fue por una posición en la Convención Constituyente, sino por la alcaldía de la comuna de San Felipe, donde no logró imponerse. Lo que sí consiguió fue quedarse con un escaño en la Cámara Baja el pasado 21 de noviembre, como militante de Convergencia Social. Captó 8.757 votos, o el 2,5% del total en el distrito 6, compuesto por comunas de la región de Valparaíso, entre ellas San Felipe, Quillota, Villa Alemana, Los Andes y La Ligua.

Su votación fue menor a la de otros candidatos, pero resultó electa tras ser arrastrada por su compañero de pacto y partido en el mismo distrito, el actual diputado Diego Ibáñez (34.419, o 9,7%).

“Estamos entusiasmados. Sabemos que esto recién comienza. Hay que sacar del papel y del territorio nuestras ideas, los diagnósticos y las propuestas, y llevarlas al plano legislativo. A la representación, y también, por qué no decirlo, a la fiscalización, que es uno de los roles de una diputada”, señala Bello a The Clinic.

“Soy una mujer feminista y disidente. Soy bisexual”, explica la futura representante, notando que su “salida del closet fue bien de señora, como a los 30 años”. Dice que empezó su vida política antes de “entender 100%” su orientación sexual y, por lo mismo, busca traspasar esa experiencia a su labor en el Congreso: “Creemos que, desde las políticas públicas, desde la educación, podemos revertir situaciones donde la formación académica impide a los niños y a las niñas, a les niñes, poder ser elles mismes”, opina.

Bello asegura que un eje de su programa es la idea de “una vida sin violencia, un fin a la discriminación de las disidencias sexuales y de género”. Algunas de sus propuestas en esta materia son el proyecto de ley del “cupo laboral trans, que también lo menciona el programa de Gabriel Boric”, y un plan de “capacitación laboral con enfoque de género para las disidencias. Necesitamos que los trabajos sean espacios seguros para la comunidad LGTBIQ+”.

Asimismo, plantea crear un “programa de acompañamiento psicológico para niños, adolescentes y adultos que se enfrentan a un cambio de género”, sumado a “garantizar la igualdad de acceso a los subsidios estatales”, donde, según dice, todavía existe discriminación por parte del Estado a parejas del mismo sexo.

“Es súper importante que hoy el Parlamento se parezca un poco a Chile. Las disidencias sexuales existimos y estamos presentes (…). Queremos ser escuchados, escuchadas, pero también que se legisle en torno a las necesidades de una población importante. Creo que, en ese sentido, la ‘bancada disidente’, que además está compuesta por mujeres, habla de eso: de una irrupción de procesos de cambio”, finaliza Bello.

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