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Cultura

18 de Abril de 2009

“García Márquez es un lameculos de tiranos”

Vicente Undurraga
Vicente Undurraga
Por

Biólogo y cineasta, ensayista y novelista, el colombiano Fernando Vallejo -Premio Rómulo Gallegos 2003- trabaja maldiciendo y lo hace con gusto y talento. Su obra entera, desde “La Virgen de los sicarios”, pasando por “El río del tiempo”, hasta “La puta de Babilonia”, está atravesada por denuncias hacia la hipocresía, centrando sus dardos en la Iglesia y en la clase política –de izquierda y de derecha por igual-. Lo contactamos para que dijera presente en este especial de The Clinic sobre hipocresía, y estos son los palitos -fundados o infundados, usted dirá- que nos obsequió acerca del aborto, Maciel, las drogas y Fidel Castro.

POR VICENTE UNDURRAGA

El apoyo de los intelectuales de izquierda, con García Márquez a la cabeza, a Fidel (y Raúl) Castro y su régimen, ¿es una muestra de la hipocresía de izquierda, o es prueba de que es connatural a la izquierda terminar decantando en dictaduras opresivas?
—Fidel y Raúl Castro, los carceleros de Cuba, son los seres más viles que ha producido América. El otro que dices es un pobre diablo subido a más, un lameculos de tiranos y de granujas con poder. Y tienes razón en decir que es connatural de la izquierda terminar en regímenes opresivos. En tiranos terminan todos los revolucionarios. Para allá iba Allende pero el traidor de Pinochet no se lo permitió. En cuanto a este generalote bellaco, resultó un ladronzuelo desdentado. ¿Cuántos millones de dólares se robó? ¿Veinte? Eso al lado de los miles de millones que se robaron en México varios del PRI suena a cuento de hadas. Fue un pobre ladrón gallinero, como los llamábamos en Colombia. Más de veinte años en el poder y ni aprendió a robar.

¿Qué piensas de esa gente que en los años 60 o 70 se hacían los revolucionarios de izquierda y que hoy están convertidos en multimillonarios?
—Eran los comunistas de champaña y de caviar. De todos modos, de derecha o de izquierda, quién ocupe la presidencia de un país o aspire a ella, hombre o mujer, es un solemne hijueputa, para decírtelo en colombiano.

Dijiste en una reciente entrevista que “lo políticamente correcto es sinónimo de hipocresía. La mayoría de la gente que habla en público, miente”. ¿Por qué crees que el ser humano cae en el doble estándar, predicando una cosa y haciendo otra?
—Es que esta especie nuestra no se debe llamar la del Homo sapiens, u hombre sabio, sino la del Homo mendax, el pitecántropo mentiroso. Es condición sine qua non de nuestra especie la mentira. De todos los animales el único que miente es el hombre. El chimpancé, el gorila y el orangután —o sea los grandes simios, que tanto se parecen a nosotros—, están en proceso de aprender. Ya conocen la simulación. Son casi humanos.

MACIEL: “HIJO DE TU MALA MADRE”

Cuando viniste a Chile a presentar “La puta de Babilonia”, en una entrevista televisiva, cuando Augusto Góngora te dice que aquí la iglesia católica se jugó por los DD.HH. durante la dictadura de Pinochet, tú dices que ese es el cuento que nos contamos los chilenos, y aludes a que el nuncio Angelo Sodano era amigo de Pinochet.
—La Puta de Babilonia, es decir la Iglesia, ha sido toda su historia cómplice de los detentadores del poder. De los comunistas no pudo serlo porque no le dieron entrada. El comunismo ha sido uno de las tres más grandes plagas de la humanidad: ni siquiera fue capaz de acabar con el cristianismo y el Islam, las otros dos. Mató a cien millones, sí, ¿pero qué son cien millones en casi siete mil que es lo que tiene hoy el planeta? Ni quitan ni ponen. En China cien millones los paren al año. O en la India. Mi esperanza es el virus Ébola.

¿Percibiste en Chile –por ejemplo en ese animador de TV- que los chilenos somos poco frontales para decir las cosas, buenos para el eufemismo y la ambigüedad, o no percibiste eso?
—¿Eufemismo? Eufemismo el de los políticos mexicanos. Y cantinflismo y ambigüedad. Los que quieras. En la escuela de la simulación ustedes los chilenos no han pasado de la primaria.

Tú vives en México hace años. ¿Qué impresión te ha causado la “caída” de Marcial Maciel?
—Marcial Maciel retrata perfectamente a la Puta de Babilonia. Pero no tanto como Wojtyla y Ratzinger. Hoy la Puta de Babilonia es el Tartufo de Moliere.

En “La puta de Babilonia” describes una historia de sexo, promiscuidad y excesos que en mucho dista del discurso castrante de la oficialidad eclesiástica. No obstante, casos del tipo Maciel parecen expresiones grotescas de hipocresía, al punto que se las cree excepcionales.
—Yo al padre Marcial Maciel le tengo una admiración profunda. Y una envidia… ¡Dueño del más hermoso jardín florido que había en México! Su pecado fue el no haberlo compartido con el prójimo. ¡Acaparador! ¡Avorazado! ¡Católico! ¡Hijo de tu mala madre! ¡Qué bueno que hoy te estés quemando en los infiernos! Y que te estén cauterizando por todos los orificios del placer.

IMPONER EL ABORTO

El actual Papa, Benedicto XVI, ha actualizado recientemente, al visitar África, su rechazo al uso del preservativo. ¿Qué te parece?
—Que lo use él también cuando coja, aunque sea por la boca, no le vayan a contagiar un sida. ¡Qué horror un papa sidoso! Giovanni de Medicis, alias León X, tenía una úlcera anal adquirida en sus devaneos homosexuales. ¡Cuánto le molestaría al pobre! ¡Pobre! En sus tiempos no había condón…

Colombia y México, y en general Sudamérica, está azotada por el narcotráfico. La revista The Economist publicó hace poco un artículo donde sostiene que, ya para muchos, legalizar en vez de prohibir ha de ser una mejor estrategia, idea que han suscrito algunos ex presidentes latinoamericanos.
¿Qué piensas?

—El narcotráfico no es un azote: es una bendición porque la vida es horrorosa. Todo lo que nos distraiga un poquito de esta horrenda realidad, como las drogas, es bueno, bondadoso. ¡Abajo la reproducción! ¡Viva el narcotráfico! ¡Vivan las drogas!

Ahora en Chile está encendido el debate sobre el aborto. Tú muchas veces has señalado a la explosión demográfica como una de las grandes tragedias del mundo contemporáneo. ¿Cuál es tu posición respecto a la legalización del aborto?
—No hay que legalizar el aborto: hay que imponerlo. Hay que desventrar a la mujer preñada o esto se acaba.

Tú mismo, ¿te ves cayendo en actos de hipocresía?
—Yo me dejo llevar siempre por mis vicios, que en realidad son virtudes. Me han guiado muy bien en la vida. Ya voy de salida de esto pero me voy a morir feliz, riéndome de lo que sigue.

¿Te ha traído problemas andar por la vida diciendo lo que piensas sin remilgos, explicitando, por ejemplo, que aprecias más la vida de los animales a la de los pobres?
—¿Y por qué habría de traérmelos? Una vaca es más bondadosa que una mujer. La mujer es mala, y la que se reproduce es peor. La vaca es bondadosa. La vaca tiene derecho a lo que quiera. Yo amo a las vacas.

¿Qué eufemismo usado para hablar de la crisis del capitalismo te llama la atención?
—“Estamos a un paso del final”. ¡Qué maravilla!

 
 
Sin doble discurso:
CONTRA LOS POBRES*

Iba el otro día por la calle con un amigo inconsciente, intrascendente, y nos tropezamos en la “banqueta” (que es como aquí se llama la acera) con una familia de inditos estorbando el paso: el indio, la india y tres o cuatro o cinco redrojos, tendiendo hacia nosotros sus manos limosneras. Yo les lancé una mirada de odio; mi amigo el atolondrado sacó y les dio una moneda, tras de lo cual lo tuve que amonestar así:

-Jamás vuelvas a hacer lo que hiciste porque: le das dinero al indio y come; come y agarra fuerzas; agarra fuerzas y se le para; se le para y se lo mete a la india; se lo mete a la india y la preña; la preña y le nace un hijo. El hijo nace, crece, se tropieza contigo en una esquina, te ve rico y él pobre, y saca un cuchillo y te mata. Jamás les des dinero a estos asquerosos; si acaso chocolatinas envenenadas.
¡Bienaventurados los ricos porque de ellos es el reino de esta tierra que es el único que existe! Que el cielo les toque enterito a los pobres, y a Sancho Panza su ínsula Barataria.

Extracto de su novela “Entre fantasmas”, quinta y última parte de “El río del tiempo”, publicado por Alfaguara.

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