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Mundo

28 de Junio de 2010

Samba y canuta

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Por Leo Salazar, desde Ellis Park, Johannesburgo

Al final Arturo Vidal lloraba de verdad, porque en la interna de la Selección de verdad también creían que se lo podía ganar a Brasil. En la mañana, en el hotel de concentración, Bachelet se fue a reencontrar con los jugadores, Marcelo Salas charlaba con Eduardo Berizzo como buenos amigos ex River y Mayne-Nicholls se palmoteaba ida y vuelta con Gabriel Ruiz-Tagle. Eran puras cosas bonitas.
Poco importaba que las entradas las vendieran a 240 dólares, y que el “Tunga” González, por error, haya quedado acachado con 11 tickets, los que hasta horas de la tarde intentaba revender sin éxito. Los de Bielsa querían y creían que le ganaban a los brasileños, pero los de la samba hasta eran más en el Ellis Park. Lucio le tomó la mano al árbitro inglés y como que todo era pa’ ellos. Los hinchas desplegaron estos chistositos billetes con la cara de Ronaldo, que volaban por los aires de Johannesburgo. Al reverso salían Pelé y Kaká. Julio César le pidió cambio de camiseta a Claudio Bravo y Berizzo fue el primero en irse a camarines. “En el partido que me toca debutar en la banca”, había dicho en el hotel, en la mañana. En la galería, una bandera chilena rezaba “Medel”, acordándose del Pitbull, que fue el mejor rojo del Mundial. Al final, los sudafricanos se fueron a sus casas, con sus vuvuzelas y en los parlantes se escuchaba “Could you be loved”, de Bob Marley.
Los chilenos, varios, lloraban como niños chicos en el camarín. En la conferencia de prensa Robinho se llevó de regalo unos timbales, por ser la figura de la cancha para la FIFA. Mientras el delantero del Santos respondía tres preguntas, Dunga esperaba el puesto de lo más tranquilo, de brazos cruzados. Es que clasificaron y Chile lloraba, mientras Luis Marín, uno de los tres que no jugó, comparecía en el doping.
Los billetes seguían volando en el Ellis Park, donde Mandela se vistió con una camiseta de rugby en los 90 y se abrazó con un gigantón blanco. Tres chilenos, pasados de Budweiser (a 2.300 pesos el vaso), se querían poner a pelear y la policía intervino.
Y más encima Bielsa ni quiso decir si quiere seguir con la “Roja”. Samba y canuta no más. Aunque todavía hay patria: Mayne-Nicholls dijo que le ofrecería al DT contrato hasta la Copa América del 2015.

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