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Poder

13 de Julio de 2011

Los millonarios sueldos del gabinete de Lavín

Se sabe que el ministro de Educación está acorralado, que lo quieren echar, que nadie le presta ropa. Pero poco se habla, entre tanta discusión en torno al lucro, cuánto dinero ganan sus asesores más cercanos en el Mineduc. Uno de ellos, Manuel Casanueva De Landa, ex Gerente de GTD Manquehue, está en la mira de la Contraloría luego de que funcionarios del Ministerio denunciaran que maneja un presupuesto billonario cuando ni siquiera figura como funcionario de planta. Sepa cómo se corta el queque en el ministerio más cuestionado del gobierno de Piñera.

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El 29 de junio, la Asociación Nacional de Funcionarios del Ministerio de Educación, Andime, presentó una reclamación a la Contraloría respecto a la validez y legalidad del cargo de Coordinador Nacional de Subvenciones del organismo estatal, puesto que actualmente ocupa Manuel Casanueva De Landa, ex gerente de GTD Manquehue. “En la práctica, el señor Casanueva, cumple funciones que son propias del Jefe Nacional de Subvenciones, vulnerando el principio de “juricidad”, que guía y ordena los actos de la Administración Pública”, señala el libelo en uno de sus puntos.

Esto quiere decir, en buen chileno, que Casanueva trabaja cumpliendo funciones que no le corresponden, puesto que no sería un funcionario de planta, o sea, no pertenecería a ningún escalafón de la Administración Pública. Para colmo manejaría un presupuesto anual de un billón trescientos mil millones destinado al pago de subvenciones. Situación más que irregular considerando que su firma, argumentan dirigentes de Andime, selló el “perdonazo” de 5 mil millones de pesos a los colegios particulares y subvencionados, en mayo de 2010, evitando que pagaran multas por adulteración de asistencia y falsificación de documentos. Una decisión que, al igual que en el caso Kodama con el abogado Álvaro Baeza, tenía como representante a un funcionario a honorarios con amplias facultades resolutivas.

Pero el caso de Casanueva no se agota ahí. Es muy probable que su contratación responda más bien a un asunto práctico: la única forma de asegurarle un sueldo de gerente era incluirlo en la nómina de funcionarios a honorarios. En la actualidad Casanueva gana 5 millones 200 mil pesos al mes, más del doble que su antecesor en la administración pasada, Miguel Meza Alfaro.

-Ellos entendieron de inmediato que la gente que llegaba debía tener un sueldo de mercado, porque un sueldo de funcionario común y corriente contempla una escala única de remuneraciones. Y esa escala tiene un piso y un techo. Pero vía pago de honorarios, el asunto se distorsiona -explica Egidio Barrera, presidente de Andime.

Pero hay más. El sueldo de Casanueva tampoco contempla la asignación por funciones críticas -una suerte de bono especial para cargos de confianza del ministro- que, según detallan en Andime, corresponde nada menos que al 100% de sus salarios.

-En el régimen pasado tenían un tope máximo de 40% de función crítica, pero esa política cambia cuando llega esta nueva administración y asigna a toda este gente un 100%, o sea, les dobla el sueldo -asegura Barrera.

La información, sin embargo, no aparece consignada en la página de Gobierno Transparente. Sólo se especifica, en el ítem de asignaciones, una variedad de claves numéricas que impiden comprobar el porcentaje de los “sobresueldos”. The Clinic intentó aclarar esta omisión con personeros del Mineduc pero, hasta el cierre de esta edición, no obtuvimos respuesta.

“CHOCOSOS” MILLONARIOS
Los funcionarios comunes del Mineduc, esos que no usan pantalones dockers ni camisas celestes, están más que emputecidos con la administración de Joaquín Lavín desde que se enteraron, el 12 de mayo, que la división jurídica del Ministerio, a petición expresa de Fernando Rojas Ochagavía, subsecretario de Educación, había ordenado un sumario para aclarar el pago de horas extraordinarias ganadas en una negociación colectiva el año 2009.

-Era plata asignada a los escalafones más bajos del ministerio, auxiliares y administrativos, que tenían horas extras que nunca habían sido pagadas. El que más ganó recibió 200 lucas. Estos gallos ganan por todos lados y se cierran a entregarle recursos a los escalafones más chicos. Qué miserables -reflexiona Egidio Barrera.

Desde entonces, en el hall central del ministerio, hay carteles pegados que denuncian los sueldos millonarios de la administración de Joaquín Lavín.

Casos como el de Casanueva se repiten. El actual jefe de la División de Administración General, Javier Ojeda Laso, ingeniero agrónomo, percibe mensualmente 5 millones y medio de pesos, más del doble que Claudio Navea Núñez, su antecesor en el cargo. Otro de los sueldos top del ministerio es el de José Felipe Raddatz De la Cerda, ingeniero comercial de la Universidad Católica, académico de la Universidad de los Andes, ex gerente de Desarrollo de la Empresa Easy y flamante coordinador del equipo de asesores de Lavín.

Cada fin de mes, Raddatz recibe un “chocoso” de 5 millones 980 mil pesos. El mismo sueldo que percibe el ingeniero comercial Juan Vargas Duhart, cuya descripción de funciones en el portal Gobierno Transparente, indica que asesorará al “subsecretario en materias relacionadas con su gestión y cualesquiera otras que él estime conveniente…”. La lista de “millonarios” es abundante. Sólo a modo de cierre ubicaremos a Andrés Rodríguez Valenzuela, contador auditor, quien gana 5 millones 177 mil pesos.

-Lo curioso del asunto es que todos estos asesores ganan más que los jefes nacionales o de división. Algunos incluso les doblan el sueldo porque sus jefes, como funcionarios de planta, están sujetos a los grados de la escala única de remuneraciones- aclara Egidio Barrera.

Las medias jornadas también son bien remuneradas en el Mineduc. Alejandra Canessa, ingeniero comercial, se embolsa por medio día 3 millones 69 mil pesos.

Otros sueldos entran en el ítem: “sin sujeción a jornada ni pago mensual”. En rigor, se trata de profesionales que prestan asesorías y que no se les ve ni la punta de las narices en el ministerio.

-Todo este tipo de trabajillos se encargan vía institutos ideológicamente afines a los valores de la nueva autoridad. Generalmente no se publica lo que hacen. Es algo bien poco transparente. La Contraloría debería tener un ojo más fino con este tipo de contrataciones porque a estos gallos no se le aplica el principio de responsabilidad administrativa. Es algo que realmente está en el aire- asegura Barrera.

Para el final un caso bastante especial. El ingeniero naval Guillermo Loyola Fenero, cuyo sueldo se empina sobre los dos millones 777 mil pesos, figura como “coordinador de todos los procesos operativos y logísticos de los componentes de la Unidad de Currículum y Evaluación”. Pese a la rimbombante presentación nadie entiende mucho qué hace un ingeniero naval en el Mineduc. Egidio Barrera tiene una hipótesis: “a lo mejor lo contrataron para evitar el naufragio del ministerio”.

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