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Nacional

19 de Octubre de 2011

Confech pondrá a parlamentarios contra la muralla y presionará por rechazo de Presupuesto

A dos semanas del diálogo muerto entre estudiantes y el gobierno, la Confech afinó una nueva estrategia. Según miembros de esa instancia, desde hoy emplazarán públicamente y en sus distritos a los parlamentarios que durante todo este tiempo los han apoyado. La idea será muñequear para saber hasta dónde son capaces de llegar con sus críticas al presupuesto presentado por el gobierno. Es decir, si son capaces de tirarlo a la basura. Para eso, se juntarán en sus propias regiones y según reconocen algunos dirigentes, ya se están coordinando reuniones para comenzar a acercar posiciones de cara a la discusión final del presupuesto.

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A cobrar la palabra. Esa es la estrategia a la que apelarán hoy los dirigentes estudiantiles repartidos en las distintas marchas cordinadas a nivel nacional que tendrán hoy en la segunda jornada de paro por la educación. Un emplazamiento dirigido especialmente a los parlamentarios que han apoyado públicamente sus demandas y que ahora deberán asumir.

La opción, resistida por un grupo de dirigentes, comenzó a ser discutida en Valdivia, en el pleno Confech que se desarrolló inmediatamente después del quiebre de la mesa de diálogo con el gobierno. Existía el temor de llevar la discusión de las demandas que ellos habían levantado al lugar donde menos podían ejercer presión.

Pero la idea tomó fuerza en las últimas horas y será una de las más fuertes apelaciones que harán los dirigentes, a dos semanas de bajarse de la mesa instalada en el Mineduc. Dos semanas en las que “la ultra” ha sido apuntada con el dedo como responsable del quiebre, pero al mismo tiempo, los días en que rectores y legisladores incluso oficialistas se han decepcionado del proyecto de ley de presupuesto 2012 impulsado por el gobierno.

Bocones a la parrilla

Según los dirigentes consultados por The Clinic Online, la iniciativa surgió como alternativa apenas había ocurrido el impasse con el ministro Bulnes, en la mesa en la que se discutiría la introducción de un camino hacia la gratuidad en la educación y que terminó después de casi cinco horas con los estudiantes reclamando por la nula introducción de sus propuestas en el ofrecimiento del gobierno.

La idea no satisfizo a todos los presentes, quienes creían que esa estrategia era -de alguna manera- seguirle la corriente al gobierno, que infructuosamente había intentado llevar la discusión al edificio parlamentario de Valparaíso.

“Lo que buscábamos era emplazarlos a que cumplieran con lo que tantos de ellos habían dicho durante los meses de conflicto y que se materializara el diagnóstico que hacían del sistema educacional”, dice uno de los miembros de la mesa.

Sin embargo, existía un gran pero: tanto diputados como senadores no tienen poder para dar puntapié a iniciativas presupuestarias y trasladar el conflicto desde el Mineduc a Valparaíso podía ser un gran retroceso.

Ese fue el diagnóstico que primó en la mayoría de los presentes, sobre todo en el ala más radical de la Confech, supuesta responsable del quiebre del diálogo con Bulnes. Eso, a diferencia de los más moderados -entre ellos Camila Vallejo y Giorgio Jackson-, quienes creen que el contexto político es distinto y que se podía combinar esa agenda junto a las movilizaciones y los emplazamientos a entes internacionales.

De esa forma, no hubo acuerdo ese día en Valdivia. Pero la idea quedó dando vueltas y ayer volvió a tomar vuelo con varios parlamentarios emputecidos con la primera propuesta del gobierno y la petición formal de algunos congresistas de derecha de asegurar gratuidad hasta el 60% más vulnerable de la población y no al 40% como ofrece el Ejecutivo.

Eso, sumado a la crítica de los rectores agrupados en el Consorcio de Universidades Estatales, quienes criticaron la bipolaridad de los discursos del gobierno y la ausencia de los aportes basales prometidos para las universidades del Cruch, entre otras cosas.

Díscolos de derecha

La semana pasada, el comité político del gobierno lo vio venir. En esa instancia, donde se reúnen los ministros Chadwick (Segegob), Hinzpeter (Interior), Larroulet (Segpres) y Larraín (Hacienda) con el Presidente Piñera. Allí los secretarios de Estado comentaron las primeras críticas del oficialismo hacia algunas partidas del presupuesto y acordaron alinear a sus huestes.

Así, el lunes el ministro vocero salió al paso de las críticas de un grupo de diputados RN y UDI que pedían subir las ayudas estudiantiles para gratuidad en la educación del 60% del sector más vulnerable.

“No podemos y no vamos a actuar como actúan, o se actuaba, con demagogia, prometiendo lo que no se puede, mintiéndole a la gente. Eso, por ningún motivo”, dijo Chadwick, poco antes de que el propio Mandatario se reuniera con los miembros oficialistas de la comisión mixta de presupuesto, en un almuerzo en el que recalcó que la contingencia internacional los obliga a tomar recaudos y controlar el gasto, con el afán de congelar las incipientes críticas del oficialismo.

Sin embargo, el tema ya había trascendido y el rumor llegó rápido hasta las sedes de las federaciones estudiantiles de las universidades públicas. Allá comenzaron a ver que además de los parlamentarios de oposición que se habían opuesto a legislar el proyecto de presupuesto, algunos congresistas de derecha también miraban feo la propuesta para el grosor de la billetera fiscal del 2012.

“Al parecer la ultraderecha del gobierno se empieza a aislar, incluso entre sus propios pares”, dijo uno de los dirigentes regionales. Por su parte, el también miembro ejecutivo de la Confech, considerado uno de los articuladores de la ultra universitaria, Patricio Contreras, señaló que “los propios senadores y diputados oficialistas están criticando la partida de Educación, porque saben perfectamente que es mala y profundiza la mercantilización del sistema, justamente lo que nosotros estamos pidiendo que no se haga”.

El propio PC, partido que ha sido intensamente requerido por el gobierno para tratar de destrabar el conflicto, ve con buenos ojos el emplazamiento e incluso considera que el contexto actual tiene características distintas a las del conflicto del 2006, que murió finalmente con el pacto entre las dos grandes coaliciones políticas del país.

De esa forma, la estrategia podría dar resultado, tomando en cuenta que justo ayer, en la sesión de la cuarta subcomisión especial mixta de presupuestos, los senadores y diputados de la oposición la hicieron bolsa.

“El presupuesto del ministerio de Educacion para 2012 es un presupuesto ratón que no tiene nada de gratuidad, ni fin al lucro, ni aportes basales”, dijo ayer por la noche el senador Alejandro Navarro, poco después de terminar la cita donde el propio ministro Bulnes explicó los alcances del presupuesto 2012.

Así, con posturas como esa, más las de otros parlamentarios afines al movimiento estudiantil, como el senador Quintana, e incluso con los anuncios de la senadora Lily Pérez de avanzar hacia una reforma tributaria o del también senador Hernán Larraín de aumentar el gasto en Educación para realizar cambios al sistema, los estudiantes buscarán desde ahora cobrar las palabras de aliento recibidas por distintos políticos durante los meses de movilizaciones.

De hecho, en algunas regiones ya se están coordinando algunas reuniones entre los dirigentes universitarios y los representantes locales, para comenzar a acercar posiciones de cara a la discusión final del presupuesto. En La Serena, por ejemplo, ya están coordinados para reunirse antes de este fin de semana.

Así, una de las tácticas que pretende llevar adelante el Confech es frenar el proyecto de presupuesto que, según ellos, no implementa nada de las demandas estudiantiles y por lo contrario, profundiza la privatización de los recursos fiscales para educación.

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