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Opinión

19 de Octubre de 2012

Diplomático de la ex Yugoslavia investigado por sobreprecios en Interior

El sujeto, que habla tres idiomas y que según su hoja de vida laboral, acompañó al mariscal Tito a recorrer el mundo y realizó “misiones especiales” en distintos países, llegó a Chile en 1989 luego que el ahora criminal de guerra Slovodam Milosevich asumiera la jefatura del gobierno. Este hombre de negocios es el progenitor de Marko Magdic, jefe de la Unidad de Crimen Organizado de la División de Seguridad de la cartera dirigida hasta hace poco por el ex fiscal Alejandro Peña. El OS-9 de Carabineros le incautó la computadora institucional, luego que le revelara al subsecretario del ramo Rodrigo Ubilla, que su padre había participado en uno de los concursos. La renuncia de Marko Magdic aún es evaluada en la secretaría de Estado.

Jorge Molina Sanhueza
Jorge Molina Sanhueza
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Cuando el subsecretario del Interior Rodrigo Ubilla participó en el segundo día de interrogatorios en la Fiscalía Centro Norte -por el sobreprecio que pagaría la cartera en la compra de detectores de droga- los perseguidores penales recibieron información sobre una licitación en la que participó un ex miembro del servicio exterior durante el gobierno del mariscal Tito. Se trata de Nikola Magdic, padre de Marko Magdic, quien aún es el jefe de la Unidad de Crimen Organizado de la División de Seguridad Pública, dirigida hasta hace unos días por el ex fiscal Alejandro Peña.

El nombre de Nikola Magdic apareció la semana pasada en medio de este escándalo, luego que su hijo le hiciera presente a Ubilla que su progenitor había participado de una de las licitaciones cuestionadas.

La confesión derivó en que Ubilla se comunicara con la fiscalía, que ordenó al OS-9 de Carabineros incautarle la computadora institucional. La diligencia se enmarcó en la relación de jefatura que mantuvo con Carlos Álvarez, un ex analista de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) que trabajaba en la cartera, quien a su vez se comunicaba vía e-mail con Alfredo Giacomán, el dueño de Tecnodata, precisamente la empresa que está en la mira de la fiscalía ya que ganó el concurso obteniendo información interna. Lo anterior se desprende de los mails a los que accedió la fiscalía, donde Giacomán asegura que debe pagar comisiones del 8% y que tiene amigos en la División de Seguridad. Ese hecho le costó el cargo a Carlos Álvarez, quien reconoció que era amigo de Giacomán, pero que nunca le entregó antecedentes sobre la licitación de los equipos.

“Misiones especiales”

Nikola Magdic llegó a Chile junto a su familia en 1989, luego de haber sido diplomático de carrera en la ex Yugoslavia durante el régimen comunista.

Prestó servicios en Argentina, Brasil, Angola, Colombia, Chile, acompañando a Tito en diversos viajes a Egipto, Chipre, Bolivia y Perú y realizando “misiones especiales” en varios países, tal como consta en su currículum de la asociación de empresarios croatas avecindados en Chile.

Allí se define como hombre de negocios, toda vez que participa en un grupo de personas que apoyan el arte en la comuna de Providencia.

Nikolas Magdic fue expedicionario en la selva brasileña, donde trabajó como camarógrafo para el documental “Rio das Mortes”, realizado en los años 60.

Habla tres idiomas, fue condecorado por la presidencia brasileña y es representante de empresas de Estados Unidos, Alemania y Croacia.

De tal palo

Antes de entrar a Interior, Marko Magdic, su hijo, trabajó como el segundo de a bordo en la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones (Uciex) de la Fiscalía Nacional hasta 2010, tras lo cual pasó a la cartera haciéndose cargo en calidad de subjefe de “control del delito”. De ahí en adelante fungió como consejero del Consejo de Seguridad de Emergencias Radiológicas y Nucleares hasta llegar hasta el actual puesto.

Profesor de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (Anepe) en el ramo de “inteligencia”, versa su perfil de Likedin, Magdic aún no tiene su puesto asegurado en la cartera. Si bien aún no renuncia ni le han pedido el puesto, el subsecretario Ubilla explicó que se trataba de una situación pendiente.

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