Mañalich suma críticas en su visita a Chiloé e isleños dicen que no bajarán manifestaciones por “soluciones parche”

Con un grupo de organizaciones coordinadas entre sí y sin ánimo a deponer las manifestaciones de los últimos días se encontró el ministro de Salud, Jaime Mañalich, en su llegada a la isla grande de Chiloé. Con la dirección provincial de salud en Castro tomada y la comunidad de Quellón pidiendo mejoras en la atención primaria, la visita de dos días del ministro no ha tenido muy buen recibimiento y el ánimo no se ve mejor para hoy con la reunión con el movimiento de Quellón que se encuentra en las calles desde hace cuatro días.

La cita tendrá resguardo policial de fuerzas especiales que viajaron hasta la isla donde dicen que el problema va mucho más allá de las negligencias que terminaron con la vida de dos habitantes de Quellón en el último año y corresponde a un problema estructural del sistema de salud chilote.

Ayer, en la antesala a su llegada a Quellón, la reunión de Mañalich en el edificio tomado de la dirección provincial estuvo lejos de dejar satisfechos a los manifestantes en Castro. “El ministro no trajo ninguna solución a los problemas estructurales y no tiene la intención de entregar una tampoco. Dentro de lo importante para nosotros como asamblea social es que nos quedó claro lo que nosotros esperábamos de este ministro y este gobierno: para ellos la salud sigue siendo un negocio y van a seguir manteniendo ese criterio”, dice Pedro Antezana, uno de los miembros de la Asamblea de Castro.

Antezana recalcó que en toda la isla el tema salud es primordial. Y en esta etapa de las manifestaciones también ha servido para visibilizar los problemas de conexión al continente y la dependencia de este mismo que tienen los habitantes de Chiloé.

En la reunión de ayer, los chilotes le recordaron al ministro de Salud un compromiso asumido en 2011 con ellos de instalar cuatro pabellones modulares anexos al hospital provincial, algo que a la fecha no se ha cumplido.

“En este momento trabajamos con tres pabellones, hay una lista de espera tremenda y tú comprenderás que es completamente insuficiente la cantidad de pabellones para toda la provincia de Chiloé”, afirma.

A eso los dirigentes chilotes le sumaron un petitorio para la reunión con el titular del Minsal que contempla nueve metas a corto, mediano y largo plazo. Entre ellas, eliminar la lista de espera del hospital en un plazo de seis meses, frenar el endeudamiento del hospital (que ya iría en 686 millones de pesos), terminar con la externalización al sector privado, mejorar las diligencias, tener una farmacia que atienda las 24 horas, ampliar la participación e integrar a los consejos de salud, para que trabajen en conjunto con el servicio de salud de Chiloé.

Sin embargo, las respuestas a juicio de los dirigentes no fueron buenas. “Él confirmó que el ministerio va a traspasar 350 millones de pesos para palear la deuda de Castro producto de licitaciones y externalizaciones de servicios que deberían hacer ellos, sin terceros”, señala Antezana. Y eso, dice el dirigente, sólo ayudo a que los dirigentes se agruparan, sumaran organizaciones y se organizaran más para los días que vienen.

Visitas no bienvenidas

Junto a eso rechazaron de plano el envío de Fuerzas Especiales de Carabineros, con guanacos y zorrillos, a la isla. Los isleños consideran que es una provocación innecesaria, porque es justamente lo contrario de lo que piden que envíen desde el continente.

“El pueblo chilote es muy pacífico. Siempre ha sido un bastión de la derecha, pero como es un lugar muy postergado, como lo son también otros lugares de Chile. Así y todo nosotros no salimos a la calle a protestar, y si pasa esto, es porque de verdad estamos aburridos de ser el patio trasero de todos”, dice Sergio Mayorga, un dirigente pesquero de Dalcahue.

Según el dirigente, la experiencia con carabineros de años anteriores y del 2011, en pleno conflicto estudiantil, no va a dejar contentos a los chilotes. “Tuvimos una muy mala experiencia antes con los carabineros. Acá hace falta más diálogo, no más carabineros. Ya tenemos un aeropuerto, pero no hay profesionales que den a basto. Hay muchos problemas con la conectividad. Los transbordadores hacen lo que quieren y eso nos complica a todos”, señala.

Para los alcaldes tampoco ha sido una buena visita. Según Pedro Andrade, alcalde Chonchi y presidente del consejo provincial de alcaldes, la negativa a una reunión con el conjunto de diez alcaldes de la isla no mejora en nada las relaciones.

“Si bien es cierto, la manifestación de Quellón hace venir a Mañalich. Queremos aprovechar otras necesidades que tienen las comunas de Chiloé. El problema es semejante para aquellas comunas más apartadas, con urgencias más oportunas, como lo es la situación también del hospital de Achao o de Queilen”, señala.

Según el alcalde, el trabajo de la isla requiere mejoras en puntos centrales como que los vertederos se transformen en rellenos sanitarios porque muchos de ellos dentro de un año se van a clausurar, que se concreten obras del Plan Chiloé que han sufrido demoras y que se empiece a concretar coordinación turística, porque hasta ahora no la hay. “Yo no conozco el director regional de Senatur”, dice Andrade.

A ellos, señala el edil, se le suman los problemas más complejos de salud, que van desde las obras inconclusas en Dalcahue y Chonchi -donde se iniciaron las obras y la empresa las dejó botada- y empezar a solucionar el problema intrahospitalatario, mejorar los servicios de urgencia y dotar a las zonas más aisladas con mejor atención hospitalaria. “Eso, más allá de lo que pase en Quellón, donde el hospital tiene que cambiar necesariamente de categoría”, dice.

Según el alcalde, la negativa a la audiencia los dejó con un sabor amargo. “Nos están ofreciendo una audiencia para el próximo viernes en Santiago. Lo lamento porque conversando perfectamente nos podemos entender y un viaje así está sujeto a la disposición de los mismos alcaldes. Me hubiese gustado verlo bajo esta lluvia, con este temporal, porque podríamos haber conversado media hora y quedábamos contentos con el trabajo. Nosotros estamos para sumar, pero parece que se olvidan de eso”, señaló.

Un desgano parecido es el que dejó en Castro y que, según los chilotes, no tiene muchas esperanzas de cambiar mañana en Quellón. “Lo que puede ocurrir es que sumen otra comuna molesta”, dice el alcalde Andrade, mientras que los manifestantes anuncian que no claudicarán y seguirán con las manifestaciones, con o sin Mañalich en la zona.

“Esto se está poniendo bueno”, dicen en la isla.