La DC da por hecho un gobierno con el PC y se hunde tesis del Gutismo

Mañana podría ser un día histórico para la Democracia Cristiana y el Partido Comunista, pues el pleno del partido izquierdista decidirá si integrará o no el gobierno de Michelle Bachelet, donde se encontraría por primera vez con la Falange en labores del Ejecutivo si es que la ex directora de ONU Mujer los nombra en algún cargo.

Al respecto, el ex diputado Gutenberg Martínez advirtió el martes que “si el PC nada dice respecto a los temas de DD.HH. en Cuba, su incorporación al gabinete sería un error”, lo que desató la reacción de la propia Bachelet, quien respondió que “seré yo quien defina mi futuro gabinete”.

Sin embargo, la postura de pedir condiciones de Martínez -otrora máximo líder del sector conservador de “los guatones” al interior de la Falange- tuvo nulo efecto en la tienda, donde ya se da por sentado una coalición política con la hoz y el martillo, cuyo objetivo principal será “cumplir el exigente programa de gobierno”.

Así lo ve Víctor Maldonado, secretario general del partido, quien señala que las palabras de Martínez no representan “para nada” a la mesa: “La mesa nacional del partido tiene una opinión diferente y el consejo nacional, con los debates, haría probablemente las prevenciones para que todos entremos a un gobierno conjunto, pero partimos más de la confianza que de otra cosa”.

“Lo que nosotros tenemos que hacer es relevar el aporte de la Democracia Cristiana en contenido y ofrecer nuestros militantes en las tareas de gobierno. Nuestra prioridad es la propositiva”, añade Maldonado, quien adelanta que “la directiva probablemente el lunes próximo evalúe lo que ha estado pasando, pero la posición de la Democracia Cristiana no va a variar fundamentalmente en sus órganos rectores, porque hemos mantenido la misma posición durante toda la campaña. Lo importante es que el debate político se haga siempre, y la Democracia Cristiana tiene las instancias internas para dar ese debate, pero la posición partidaria es la propositiva e incorporarnos de la mejor forma posible al próximo gobierno”.

Un dato que se maneja dentro de la Nueva Mayoría para entender la necesidad de que comunistas y democratacristianos compartan escenario son los resultados que la alianza electoral ha logrado en varias elecciones. En Estación Central, y pese a la inicial reticencia de algunos militantes falangistas, el trabajo conjunto casi permite a Ballesteros vencer al UDI Rodrigo Delgado.

En las parlamentarias, en tanto, el PC y la DC enfrentaron en conjunto a varios rivales del PPD, creando una alianza que les dio buenos resultados. Así es como los falangistas aportaron al triunfo de Karol Cariola, en Recoleta, y de Daniel Núñez en Coquimbo, donde Matías Walker arrastró al ex secretario general de la Jota.

Según Núñez, las declaraciones de Martínez son totalmente “extemporáneas y no reflejan la relación entre la DC y los comunistas. No responden a la práctica política de la DC”.

Según Matías Walker, en tanto, el caso de la elección en Coquimbo es simbólico de la etapa que está atravesando la DC, donde si bien puede haber diferencias doctrinarias con el PC, lo inmediato es un pacto político cuya tarea será trabajar por un programa exigente.

“Con Daniel Núñez logramos un doblaje histórico que permitió sumar un sexto diputado comunista. Lo que se formó fue muy destacado por el ex Presidente Lagos y por la propia DC, porque la dupla es un símbolo de la amplitud de la Nueva Mayoría, y demuestra que cuando existe unidad se puede lograr objetivos colectivos, como la mayoría parlamentaria para ejecutar el programa. Esa es la tarea del día”, añade Walker.

El diputado reelecto, enfatiza en que el tema de Cuba probablemente seguirá presente, pero que no hay posibilidades de vetos. “Como DC vamos a ser los principales impulsores del cumplimiento de programa y en eso como bancada mayoritaria tenemos una responsabilidad, aunque eso no impide que sigamos teniendo nuestras convicciones en temas internacionales y apoyando a los disidentes cubanos en temas de Derechos Humanos. Los cargos de gobierno los designa la Presidenta y vamos a tener la plena convicción de apoyarla en la forma en que ella designe su equipo de gobierno. Desde el momento en que nosotros consentimos someternos a primarias presidenciales con el Partido Comunista, dimos nuestro consentimiento a formar una alianza de gobierno con ellos”.

El nulo respaldo que tuvieron las advertencias de Martínez, responderían a la pérdida de influencia de su liderazgo en el escenario bacheletista actual, en el que destacan otros líderes del sector de “los Guatones” fortalecidos en el último año por su cercanía con la presidenta electa, como Jorge Pizarro y Aldo Cornejo.

Según Mariano Ruiz Esquide, cabeza de “los chascones” (el ala más izquierdista del partido), “en el sector de ‘los Guatones’ han aparecido otros personeros, como el propio Pizarro y Aldo Cornejo, quienes no han estado permanentemente en plena sintonía con Gutenberg y eso es evidentemente es un hecho de la causa”.

“Los grupos internos dentro de la DC han ido ganando espacio unos y perdiendo otros, han ido diluyéndose en lo que fueron en el tiempo. El sector llamando ‘los Principes’ (Ignacio Walker) ha ganado puntos en el último tiempo. No fueron parte del partido hace 10 o 15 años, pero es un grupo emergente que tiene mucho poder dado que tienen la presidencia de la mesa. El sector de ‘los Guatones’ es efectivamente un grupo que mantiene mucha fuerza, pero que se ha renovado. Antes era la figura máxima Gutenberg, hoy día han aparecido Pizarro y Aldo Cornejo. Algunos se sorprenden, porque creen que la sola aparición de otros liderazgos contradice la unidad granítica que tenían hace mucho tiempo, pero no sé hasta donde llega hoy esa unidad”, agrega Ruiz-Esquide.

De hecho, en altas instancias partidarias del PS, por ejemplo, y en el bacheletismo, la figura de Jorge Pizarro genera confianza. “Nos gustaría mucho a Pizarro a la cabeza de la DC. Con él, el diálogo es natural en todos los intereses y desafíos políticos que se vienen”, comentan en la tienda socialista.

La cercanía de Pizarro con el bacheletismo no sólo se vio reflejada en las pasadas elecciones, sino también en el trabajo que desempeñó su hijo Jorge, tanto en el gobierno anterior de Bachelet como ahora en el comando, donde ha colaborado codo a codo con una de las figuras más cercanas a la presidenta electa, Rodrigo Peñailillo.

Respecto a la disposición del partido para compartir gobierno con el PC, el senador Ruiz-Esquide argumenta que “el partido ha tomado la decisión de hacer un acto electoral en conjunto, y eso ha sido respaldado por la mesa del partido, entonces no veo razón para que tengamos una diferencia en ese sentido. Sobre todo, porque nosotros no somos los únicos que estamos en esta combinación de gobierno. Es muy complicado decir ‘no, estamos en contra’, porque si la Presidenta y el PC dicen ‘sí, vamos a entrar’, ¿vamos a quedar en el aire?”.

En tanto el diputado Juan Carlos Latorre, señala que la opinión de Martínez es personal y “la opinión que formalmente tenga la DC debiera ser adoptada en sus organismo regulares. Me cuesta entender que se concurra en un pacto a una elección presidencial y después de obtenido el triunfo se ponga en tela de juicio la eventual participación en el gobierno de algunos que estuvieron en el pacto. Es incomprensible para parte importante de la ciudadanía, y no interpretan las opiniones entregadas en esta forma. Las opiniones de Gutenberg siempre van a ser importantes en la DC, pero de ahí que representen formalmente al partido es otra cosa”.

“Yo creo que habría que ver quienes han manifestado su acuerdo con la opinión de Gutenberg, ya sea por su oportunidad o por su contenido de fondo. Yo no comparto las declaraciones ni en el fondo ni en la oportunidad. Yo creo que es un error marcar hoy día diferencias al interior de la DC. Lo correcto es que la DC se exprese unitariamente a través de sus organismos regulares”, cierra Latorre.

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