Vlado Mirosevic contó cómo perdió la inocencia en el Congreso: “Microsoft nos violó”

Del lobby de Microsoft para mantener el control del mercado del software en el aparato del Estado dio cuenta un extenso reportaje de la Revista Sábado. La situación fue denunciada por el diputado por Arica, Vlado Mirosevic, quien presentó como su primer proyecto en el Congreso uno que solicitaba que los órganos del Estado evaluaran la contratación de un “software libre” en lugar de uno patentado, justificando cuando eligiera pagar.

Luego de que el parlamentario buscara apoyos para su iniciativa, el lunes 14 de abril una ejecutiva de la empresa de comunicaciones Factor C llamó a su jefe de gabinete, Patricio Morales, porque Microsoft, su cliente, quería una reunión. “Era mi primer lobby”, recordó el diputado en la publicación.

En la cita el gerente de Microsoft, acompañado por representantes de las asociaciones que reúnen a los pequeños desarrolladores, defendió “la neutralidad tecnológica del Estado”, asegurando que no se puede sugerir un modelo sobre otro. Expuso que aunque sea gratuito, el software libre también constituye, a su modo, un “modelo de negocios”. Sin embargo, Mirosevic respondió que el pretendido escenario de neutralidad no es tal, indicando que presentarían de todas formas la iniciativa.

El 3 de junio comenzó la discusión del proyecto de acuerdo en la Cámara, sobre la evaluación de la administración del Estado de software libre. Fue aprobada sin inconvenientes. “La mitad de la gente no tenía idea de qué estábamos hablando. No digo del concepto software libre, más bien de los softwares, pero como habíamos calculado, el resto siguió a los que sí habían entendido”, contó el parlamentario.

De todos modos, la votación significaba “anotarse un poroto” en el inicio de su período. “Tenía que ver con mi ideología y además producía un bien tangible. Significaba que yo ahí podía hacer algún tipo de diferencia medible”, señaló.

Al día siguiente de su victoria, el diputado supo que en una de las iniciativas a votar durante al jornada se le solicitaba a la Presidenta “la plena aplicación del principio de neutralidad tecnológica”, con lo que se anulaba completamente la suya. El nuevo proyecto citaba el estudio de la UC y el resto de las razones que le había dado Microsoft, evidenciado la “mano” de la empresa en el documento. Lo firmaba el PPD Daniel Farcas, apareciendo otros nueve diputados de la Nueva Mayoría, entre ellos cinco que el día anterior habían votado todo lo contrario: Daniela Cicardini, Jorge Insunza, Cristina Girardi, Marcela Hernando y Yasna Provoste.

La iniciativa ganó con 39 a favor, 5 abstenciones y 16 en contra. De inmediato el jefe de gabinete de Mirosevic fue a la oficina de Farcas, a pedirle explicaciones. “Me dijo: no te piquís, perrito. Se lo dimos vuelta”, contó.

Según Farcas, presentó el proyecto para resguardar los derechos de los pequeños programadores. “Los derechos digitales son el corazón de su negocio. Tengo una relación de larga data con ellos. Y me equivoqué al votar; debí votar a favor de el de Vlado también”, explicó, asegurando que ambos no eran contradictorios.

Muy distinto fue el panorama para el diputado por Arica, quien en el reportaje de la revista Sábado dijo que esa tarde perdió la inocencia:

“-¿Por qué?

-Porque Microsoft nos violó”.

Para Mirosevic, esa violación, además, “terminó en embarazo”, dado que el protocolo de la Reforma Tributaria dice que “se establecerá exención de tasa de impuesto adicional por servicios de publicidad y uso y suscripción de plataforma de servicios tecnológicos de Internet a empresas acogidas en el artículo 14″.

Según el parlamentario liberal, dicha disposición “es un beneficio tributario a las empresas que usen los softwares patentados. Fomenta a comprarlos y el Estado, en vez de ahorrar, termina subvencionándolos”.

“Me sentí muy mal; pensé que por mi culpa, por mi proyecto, activé un lobby que terminó en eso. Era lo único específico en un protocolo muy general. Quedé abatido (…) Si llegan mujeres al lado, sonriéndonos, desconfiamos. Puede sonar paranoico, pero no sabes quién las puede haber puesto ahí. Todas las áreas relevantes en Chile están concentradas en dos o tres manos. Somos la Corea del Norte del capitalismo y eso se nos olvida”, concluyó.