Ernesto Ottone defiende a Bachelet y responsabiliza a “una joven pareja que encarna el amor al dinero y al poder”

Junto con calificar como algo “simplista y torpe” la tesis del “que se vayan todos” ante los cuestionamientos a la política por los escándalos de Penta, SQM y Caval, el sociólogo Ernesto Ottone hizo una defensa de la Presidenta Michelle Bachelet, asegurando que el que la “crisis de confianza” hacia las instituciones también afecte a su figura es una cosa “tremendamente injusta”.

Lo anterior, dado que Bachelet es una persona “que tiene una historia de honestidad y las manos limpias”, dijo en entrevista con La Segunda.

“Lo que pasa es que muy cerca de ella ha surgido una joven pareja que encarna el amor al dinero y al poder, que cometió desaguisados desde el punto de vista moral y político”, añadió en relación a Sebastián Dávalos y Natalia Compagnon, dado que cree absolutamente reprochable “que hayan realizado un negocio de especulación de tierras”.

Con todo, el ex estrecho asesor del Presidente Lagos reconoció que la mandataria “debería reprochar esa conducta explícitamente”, con lo que lograría que “la figura Presidencial tome mayor fuerza, recuperara confianza y pudiera liderar el proceso de reforzamiento de legitimidad de las instituciones”.

Asimismo, Ottone negó que estemos “ante una catástrofe de país” que hace aguas por todos lados, acotando el eventual financiamiento irregular de campañas y casos de corrupción a “un problema muy grave que es necesario superar urgentemente”.

“El sistema de financiamiento de la política ha hecho crisis, pero eso no significa que todas las personas que han dado boletas son una manga de delincuentes o bandoleros que deben ser decapitados en la plaza pública. Es un problema sistémico, hay un problema de financiamiento de la política que no funciona y que hay que cambiarlo”, explicó.

Para el académico, eso es grave porque “el patrimonio de Chile es ser un país decente, donde hay corrección, se progresa democráticamente hacia una sociedad más justa y está entre las sociedades menos corruptas. Es eso lo que está en riesgo”.

Por eso, aseguró que para salir de la crisis “se requiere un gobierno que no se paralice”, puesto que “lo peor es seguir como si no haya pasada nada o negar su gravedad. El Gobierno le tiene que tomar el peso a la situación y actuar en consecuencia”.