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Poder

19 de Noviembre de 2014

Ernesto Ottone, ex asesor de Ricardo Lagos: “Sin la DC no existe centro izquierda en Chile”

Fue una de las voces más escuchadas durante los gobiernos de la Concertación. Acompañó a Ricardo Lagos como su principal asesor y se especula que hoy forma parte del selecto grupo de los consejeros de Michelle Bachelet, aunque él lo niega tajantemente. En una compleja semana para la Nueva Mayoría, Ernesto Ottone analiza las peleas internas entre los partidos, la tensa relación del gobierno con los empresarios, las críticas a Nicolás Eyzaguirre, y el futuro de los candidatos presidenciales del bloque.

Por

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¿Qué tan ordenada está la Nueva Mayoría?
Hay que serenar el análisis. Se está haciendo lo que plantea el programa, con errores y aciertos, pero no hay nada como para decir que se ha producido un gran malentendido.

¿Por qué, entonces, tanta pelea interna?
El problema es que la oposición es muy débil y eso ha ido generando un híper espacio para la rencilla interna, para los intereses de partes. Algunos acompañan estas reformas con una retórica encendida, refundacional.

La retroexcavadora.
Es la metáfora más dañina, porque la retroexcavadora es algo que no deja nada, que refunda, pero nosotros estamos en un proceso de reforma. Acá no ha habido ningún asalto al palacio de gobierno, no hay revolución. Se está llevando adelante una reforma con una retórica encendida por parte de algunos, y eso provoca lecturas poco felices. A algunos dirigentes políticos les ha venido un gusto por las metáforas y las ironías, y normalmente son rústicas, con un manejo del idioma apenas aceptable.

¿En quién está pensando?
No pienso en personas.

No quiere meterse en problemas.
No, si a mí me da lo mismo.

¿Osvaldo Andrade?
En general, porque palabras sacan palabras. Hay mucho ataque, como el de los futbolistas que en vez de ir a la pelota van al jugador, al bulto. Acá hay mucho hachero y por eso el debate de ideas se transforma fácilmente en insultos entre personas. ¿Qué es lo grave? Que el mundo de la retórica genera realidades y se ha creado esta imagen de polarización. Hay algunos que incluso han dicho: “vamos derecho al abismo”. Esto deja muy poco espacio a la reflexión.

¿Cómo ve a Bachelet en este rol de jefa de coalición?
Así es la estructura presidencial de Chile, pero los presidentes no están para eso. Los presidentes están con el país delante. La gente tiene una opinión tan mala de la política también por estas cosas.

¿Estas son las razones de la baja en las encuestas de Bachelet?
Se están proponiendo reformas cuyo resultado los vas a ver en muchos años más. Se pagan costos y la gente no los siente día a día. La baja en las encuestas tiene que ver en parte con esto, porque se asienta la sensación de incertidumbre. La persona de a pie piensa: “para qué todas estas cosas, si total mi vida no cambia”. Por eso es que cuando se hacen estas reformas grandes, la política –con P mayúscula- juega un papel importante, porque vas contra la corriente. Además de todo esto, las reformas se están implementando en un ciclo económico negativo.

¿Cómo se ordena esto?
La única forma que tiene un presidente para ordenar esto es dando una señal fuerte desde su tarea, con la mayor claridad posible: este es un proceso reformador, no populista ni revolucionario, donde todas las partes de la Nueva Mayoría son importantes y decisivas.

¿La Nueva Mayoría es un acuerdo programático o una coalición?
La vida dirá. Cuando uno hace reformas profundas, uno inicia un camino que no termina en cuatro años. Es como el matrimonio, hay que ir renovando votos.

¿Pero la ve como una coalición?
La veo como una coalición, pero tiene que ganarse en los hechos esa posibilidad. Tiene que ponerse las pilas y lograr ser una fuerza de gobierno. Hay socios nuevos, como el Partido Comunista, que me parece muy importante que esté. Solo quienes no conocen la historia de Chile pueden leer esto con ojos puramente ideológicos, porque no saben que entre el PC y la DC existe una vieja historia con puntos de encuentros y desencuentros. En términos de peleas, son mucho más importantes las peleas entre la DC, el PS, y el PPD, si el Partido Comunista es muy poco peleador.

Pero por todo lo que ha pasado en las últimas semanas, el PC y la DC parece que están en una de esas etapas de desencuentros.
Salgamos de la retórica. En los hechos, ambos están impulsando el programa que acordaron, con acentos distintos. Ha habido impases, como lo que pasó con el embajador aquel, que dijo cosas que ningún embajador debería decir. Eso naturalmente generó una reacción en la Democracia Cristiana.

¿Y qué le parece cómo se resolvió eso?
No fue una buena idea que este señor haya pedido disculpas, casi humillantes, y después haya seguido en el puesto. Cuando un embajador ha cometido errores de este calibre, que causan problemas políticos serios, tiene que salir y punto. No hay situaciones intermedias.

¿Cómo lee el respaldo que Michelle Bachelet le dio al embajador Eduardo Contreras?
No conozco las razones que la llevaron a tomar esta decisión. No tengo elementos para responder eso.

¿Cómo es el futuro de la Nueva Mayoría: con la DC o sin ella?
Sin la DC no existe centro izquierda en Chile. Esa es una discusión absurda.

EMPRESARIOS
¿Por qué es el momento de hacer reformas?
En estos 24 años de democracia han habido dos períodos de reformas: uno que ocurre en los primeros 20 años -que es gradual y cuyo objetivo fue la recuperación democrática, la generación de la república, y la disminución de la pobreza- y otro que estamos comenzando y que busca producir una sociedad más igualitaria.

¿Estas reformas son más radicales que las del período anterior?
Para que estas reformas existan tenían que existir las otras.

Pero estas reformas pretenden cambiar pilares fundamentales de la dictadura. Hay incluso una demanda de una nueva Constitución.
Los pilares se han ido derrotando de a poco y ese proceso partió con el informe Rettig. Ahora pasamos a otros pilares, que están relacionados con el nudo de la desigualdad. A eso apuntaba la reforma tributaria. Sin duda la propuesta tenía problemas de aplicación, que no solo pasaban porque el “chancho burgués” se oponía a que le metieran la mano al bolsillo, pero finalmente hay cuatro puntos del PIB que antes estaban en el sector privado y que ahora están en el público. Naturalmente eso trae ruidos, pero creo que el mundo empresarial estaba bastante preparado, porque esto tenía que pasar. Esta reforma tributaria, mal que mal, se discutió, se le hicieron cambios, pero no modificaron su contenido: sigue siendo progresiva y mejora la desigualdad que existe en el ingreso.

¿Usted cree que nos quedamos mucho tiempo analizando cómo se “cocinó” el acuerdo y no hemos visto el fondo de la reforma?
Claro, se habla de esto y lo otro, pero nadie le ha tomado el peso a lo que esto significa. El problema que ha tenido la democracia chilena es que hemos avanzado mucho en crecimiento y en pobreza, pero nuestro gran problema es la desigualdad, y esta reforma toca ese tema. Pero esto aparece muy poco valorado.

¿Por qué?
Son errores compartidos: de quienes la impulsaron, que no han sido capaces de plantear con fuerza el sentido de esta reforma, y de quienes siempre van a estar en contra de los impuestos.

Luego que se aprobara la reforma, la discusión se transformó en un tema de paternidad, todos querían saber de “quién era la guagua” y cómo se había gestado el acuerdo.
Ya, de acuerdo, lo mejor es que sea en sedes institucionales, pero al final del día esto tiene poca importancia para lo que estamos hablando.

¿Da lo mismo que haya sido en la casa de Juan Andrés Fontaine?
Es mejor que no, pero sigue existiendo un gran logro. Lo que me preocupa no es que hayan críticas a la forma, sino que la desmesura, y esta cosa de si debían aprobar la reforma por mayoría o con acuerdo, como si ambas formas fueran contradictorias.

Quienes ocupan el argumento de la mayoría son los mismos de la “retroexcavadora”.
Es una lectura excitada, es darse susto, mostrarse como matamoros. Eso lo único que hace es generar un clima de mutua hostilidad, porque al otro lado tienes a los que dicen que con la reforma tributaria se hundió la economía. Mentira. La economía está enfrentando un ciclo negativo en toda América Latina, todos están bajando. Son las típicas visiones de las cabezas polarizadoras, que son incapaces de ver la complejidad de los problemas políticos.

¿Son análisis simples?
Simplones, ramplones, bobalicones. Eso le hace mal al país y a la democracia.

¿Cómo es la relación de Bachelet con los empresarios?
La relación ha pasado por momentos de tensiones, porque hubo una reforma tributaria fuerte, un cambio educacional que toca a los privados, y porque la reforma laboral también los afecta. Son momentos de una agenda mucho más compleja que la que teníamos en el pasado. Estamos en un período de cambio y naturalmente hay incertidumbre.

¿La relación es mejor o peor que la que tenían con Ricardo Lagos?
Son momentos distintos, es malo hacer comparaciones. El año 2000 era otro mundo: había censura cinematográfica, los comandantes en jefe podían irse cuando querían y no cuando el presidente les pedía, había pena de muerte, no había ley de divorcio, habían senadores designados. Es decir, las tareas eran otras. Estas comparaciones son muy artificiales.

¿Pero cómo ve a los empresarios hoy?
Inquietos, porque hay decisiones de inversiones, pero hay que calmar esas incertidumbres.

La derecha se ha aprovechado de todas estas coyunturas para decir que Bachelet es la causa de todos los males.
De qué estamos hablando, la derecha no capitaliza nada. Ellos creen que transformando todo esto en un alarmismo tremendo van a mejorar y eso no es así. A la gente no le gusta la rosca.

¿Cómo ve el país la derecha?
La derecha lee mal al país, siguen pensando en una sociedad que ya no existe. Estos 24 años de democracia nos han dado un Chile más próspero, más secularizado, con más sentido de los derechos a las personas, más escolaridad, más aspiraciones, y ellos siguen pensando en otras cosas. No pueden darle respuesta a la gente.

EYZAGUIRRE
¿Cómo cree que se ha planteado la reforma educacional?
Todas las reformas educacionales son muy complejas y la lista de fracasos en esta materia es enorme. Existe, además, un malentendido. Uno no puede pensar que la reforma educacional lleva en sí misma la punta de lanza de la igualdad, porque eso no es así. La educación es parte de un conjunto de transformaciones que deberían ir generando igualdad. En lo técnico, el ministerio está tratando de tener diálogo con todos los sectores, y en medio de toda esta complejidad naturalmente ha tenido dificultades. Yo habría empezado por el reforzamiento de la educación pública, después por la carrera docente -que va a ser un cambio muy complicado, porque el gremio de los profesores es fuerte y conservador-, y al final habría dejado la educación subvencionada.

¿Comparte las críticas que el ex ministro Edmundo Pérez Yoma le hizo a Nicolás Eyzaguirre?
Es muy difícil, porque cuando personalizas las críticas se pierde lo sustantivo. Siempre que las discusiones se realizan en torno a las personas terminan por desvirtuarse.

¿La salida de Eyzaguirre del ministerio es una solución?
Nada se soluciona con la salida o la entrada de alguien. Son procesos más complejos. Yo no creo que esté planteada su salida. Ese es un ministerio muy complicado y Nicolás ha tenido mucho coraje en asumirlo. Ha hecho las cosas bien y también ha cometido errores, como es natural. El problema no es Nicolás, sino la complejidad de la tarea.

Cuando la DC habla de educación, ¿a quién defiende?
Es muy mezquino pensar que un partido político esté defendiendo intereses particulares. Cuando empieza a darse un debate a partir de la sospecha –lo que yo llamo el sospechismo- al final siempre terminas despreciando el argumento de tu interlocutor. No creo que la DC defienda intereses particulares, ni que las otras fuerzas de la Nueva Mayoría sean una especie de ángeles que discuten desde el Olimpo.

¿Cree que la reforma pueda cambiar en el Senado?
Todos queremos que el dinero no tenga influencia en la educación, que no haya selección y que caminemos hacia una situación en la cual la inmensa mayoría de los chilenos no tenga que pagar por educación. Ahora, no creo que debamos convertir cada instrumento en una especie de religión, así como no me termina de convencer la educación universitaria gratuita para todos.

¿De qué está convencido?
Estoy absolutamente convencido que en una sociedad como la chilena haya educación gratuita hasta el noveno decil, porque la desigualdad está concentrada en el último decil. ¿Por qué el Estado le tiene que pagar la educación superior a los niños que han estudiado 12 años en colegios que cobran 500 mil pesos al mes?
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Los que están a favor de la gratuidad argumentan que si se paga por la educación esta deja de ser un derecho.
Hay tres tipos de derechos: los civiles, los políticos y los económico-sociales. Está bien, todos tenemos derecho a educarnos, pero por qué los que tienen los medios no pueden ejercer ese derecho pagando. No es que se les niegue el derecho a la educación, pero no todos los derechos deben ser gratuitos para todos. ¿O les vamos a terminar pagando a las más grandes fortunas de Chile su atención de salud porque tienen derechos? Ahora, me pueden decir que en Finlandia la cosa es así. Fantástico, pero en Finlandia tienen como 65 mil dólares per cápita y pagan el 50% de impuestos a la renta. Cuando lleguemos ahí haremos que todos vayan gratis, pero en esta etapa del desarrollo no me vengan con cuentos. Yo estoy por poner las platas donde más se necesiten.

¿Cuál es su opinión sobre el lucro?
Toda la experiencia internacional dice que las universidades que mejor funcionan son las que no lucran. Las universidades comerciales no tienen ningún prestigio académico. En los colegios el argumento no se sostiene estrictamente. Pensemos un poco en esto. A nosotros nos gusta poner de ejemplo el sistema de Francia, que es la cuna de la educación pública. Pero no es lo mismo un liceo que está en el mejor barrio de París a uno que está en las afueras. ¿Qué hace la gente? Como allá los niños van al colegio del barrio donde viven, los padres compran direcciones postales en mejores barrios para que sus hijos accedan a esos colegios. Entonces tampoco Francia es la perfección, ni ningún país.

¿Está a favor del lucro en los colegios?
Yo estoy a favor de que el dinero pierda el máximo de importancia en la educación. El tema es que en los colegios subvencionados hay varios mundos. No es lo mismo el profesor que tiene un colegio a los que tienen una cadena de establecimientos. Me complica hablar desde las posiciones absolutas, porque eso es lo que hace que la discusión sea mala, que en vez de escucharnos nos gritemos. Por eso es que me carga hablar de esto a partir de religiones: si uno dice que tal palabra es maldita y el otro que es bendita, no hay nada que discutir.

EL SUCESOR DE BACHELET
¿Qué características debería tener el sucesor de Bachelet?
Es muy temprano para hablar de este tema, pero sin duda que el sucesor de Bachelet debe generar una amplia unidad.

¿Ricardo Lagos puede volver a ser candidato presidencial? ¿Genera esa unidad?
Lagos está ejerciendo su rol de ex presidente y lo hace bien. Cuando una persona como él lleva el debate sobre la derrota que ha sido el combate contra el narcotráfico, y propone una salida audaz, como lo fue la legalización de todas las drogas, yo creo que juega su rol.

¿Y eso no lo pone en la pista para competir en las próximas elecciones?
No, yo creo que él es un patrimonio de la democracia chilena. Él ya fue presidente de Chile y la historia está valorando su gobierno en término de las tareas que le tocó enfrentar.

¿Andrés Velasco es parte de la Nueva Mayoría?
Él se sigue definiendo como una persona de centro izquierda, pero hay una serie de elementos que marcan un conflicto. El interés de la Nueva Mayoría no es producir alejamientos, pero es probable que pese a eso ese fenómeno se produzca. Lo importante es no agudizarlo, hay que dejar que los procesos ocurran.

¿Marco Enríquez está más cerca de la Nueva Mayoría? ¿Podría ser el candidato?
Marco no es un político novedoso, él ya ha sido dos veces candidato a la presidencia y ha tenido posiciones poco claras y poco amistosas. Pero si naturalmente se dan alejamientos, también se pueden dar acercamientos, y yo creo que una forma de acercamiento entre MEO y la Nueva Mayoría podría darse si él apoya a otro candidato de la Nueva Mayoría.

Eso no es lo que busca.
Pero eso demostraría que su acercamiento es sincero.

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