Bernardo Lara: la fama de duro e incorruptible del ex SII que asesoró a Jorratt en sus últimos días

En marzo de 1980, el dictador Augusto Pinochet no pudo bajar del avión en Filipinas para visitar al polémico presidente Ferdinand Marcos con quien buscaba abrir las relaciones económicas al Asia-Pacífico.

Pinochet, indignado, apenas pisó suelo nacional, fue recibido por cientos de personas que lo aclamaban y rechazaban la afrenta de cancelar a última hora la visita oficial. Entre ellos había varios funcionarios públicos a quienes se les obligó participar en el acto de desagravio. Muchos cumplieron la orden, pero hubo otros que sencillamente se negaron. Uno de ellos fue el ex subdirector jurídico del Servicio de Impuestos Internos (SII) Bernardo Lara, que por entonces era sólo un abogado del organismo. Pasó varios meses en el congelador, recuerda hoy un jurista que compartió con él varios años en el Servicio.

El nombre de Lara, conocido sólo en el círculo de expertos tributarios, está hoy en los medios  luego de que el fin de semana La Tercera lo situara en una suerte de equipo paralelo conformado por el renunciado Michel Jorratt, para dejar al actual subdirector jurídico Cristian Vargas Méndez, fuera de la estrategia procesal para perseguir las responsabilidades penales en materia tributaria del operador Giorgio Martelli.

La sola mención de Lara llamó la atención de los funcionarios más antiguos del SII, como también de ex colegas de labores que hoy fungen en el sector privado o en otras reparticiones públicas. “Lara es un fiscalista de tomo y lomo y no se va a prestar para una operación destinada a evitar que el Estado recupere plata y persiga las responsabilidades penales”, dijo a este diario un abogado que trabajó junto a él por más de diez años.

Un duro

Y es que Lara tiene fama de incorruptible, característica que corona con gesto severo. Cuentan quienes le conocen que jamás volvía a recibir a un abogado que se había retirado del SII. “Y si alguna vez lo hizo, fue para decirle derechamente que no ante cualquier requerimiento sobre un cliente”, dice uno de sus colegas.

Por eso la explicación en la que todos coinciden es que en el SII buscaban su experticia sobre el tema tributario, ordenar la presentación de querellas y definir el campo de acción penal y sus alcances a la hora de llevar el caso Soquimich o Penta a la justicia.

En el fisco, al menos las nuevas generaciones, desconocen cómo se gestó la asesoría, cuyo contrato aún no es subido a la página de transparencia, ya que falta la toma de razón del mismo. Sólo ahí se conocerá cuánto cobró… si es que lo hizo.

La transición

Titulado en 1975 en la escuela de Derecho de la Universidad de Chile, los abogados del foro le apodan el “pater familia”, por su conocimiento del tema y porque aún cuando es respetado transversalmente, “el empresariado, la derecha y los pinochetistas lo odian”, dice un abogado del SII.

Razones no faltan. Fue uno de los cerebros de fiscalizaciones y acciones penales en contra de las empresas con pérdidas. Una de ellas, ingresada en 2004 en el 33 Juzgado del Crimen de Santiago, apuntó a la evasión hecha por la fusión entre Vital S.A -entonces parte de embotelladora Andina- y la firma Inversiones O`Higgins que desde 1985 sólo tenía pérdidas con el fisco.

La fórmula era simple. Vital lograba bajar enormemente su carga tributaria y pagaba así menos impuestos. De acuerdo a esa acción legal Vital reconocía una “pérdida de arrastre” superior a los $ 47 mil millones.

Ese mismo 2004, junto al entonces jefe del Departamento de Delitos Tributarios (Didet), Claudio Benavides entraron de lleno a perseguir los ilícitos impositivos cometidos por Pinochet y sus platas en el Riggs Bank, cuya condena fue dictada hace algunas semanas por el ministro en visita Manuel Valderrama. Allí fueron condenados seis ex militares, embargando todos los bienes y dinero del clan Pinochet.

Todo lo anterior, sin contar que Lara es un abogado que, desde la persecución penal en materia tributaria ha estado ligado a la transición política chilena. Y esto, porque por sus manos pasaron querellas en contra de la Colonia Dignidad; Inverlink; el ex dirigente de Colo Colo Peter Dragícevic; el multimillonario fraude de US$ 46 millones de Feliciano Palma en la empresa Lozapenco a principios de los 90, entre muchos otros. De hecho Lara logró que Palma fuera extraditado desde Estados Unidos.

Su destacada trayectoria en el SII, sin embargo, no fue excusa para que en 2007, el entonces director del SII , Ricardo Escobar -quien es yerno del ex presidente Ricardo Lagos-, le pidiera la renuncia a su cargo. El golpe fue duro para Lara y una sorpresa para el resto de los funcionarios. Terminaba así una carrera que había comenzado a fines de los 70’s, periodo en el que trabajó con siete directores.

Por eso no fue de extrañar que a su despedida llegaran cerca de 200 personas, cuenta un abogado que asistió.

Coincidencias

La salida de Lara se produjo por la disparidad de criterios que tuvo con Escobar por como enfrentar los juicios con empresas con deudas de arrastre, siendo reemplazado por Pablo González, quien trabajaba en la misma oficina del primero, en la empresa Ernst and Young. Escobar, en las últimas semanas ha sido un férreo defensor de que el fisco debe corregir situaciones tributarias en el marco del caso Soquimich y evitar las acciones criminales.

En tanto, actualmente Escobar es socio con Jorge Bofill, quien defiende precisamente a Julio Ponce Lerou, indagado por la fiscalía en este caso por los aportes ilegales a campañas políticas. Y más, González, es el profesional que asesora a Soquimich y quien llevó el “pendrive” al SII cuando el organismo pidió la información contable de la minera no metálica.

Dentro del SII, además, corre una historia que a estas alturas forma parte del mito. Sucede que, en uno de los tantos programas de fiscalización, el foco de Lara fueron los abogados connotados del foro. Ergo, Escobar se habría enterado que Lara lo incluyó en esa lista.

“Él (Lara) siempre creyó que sus colegas de los estudios grandes, que participan en casos donde los honorarios son altísimos, había evasión. En algunos casos no se equivocó y varios debieron corregir declaraciones. Y eran millonarias”, asegura una fuente del SII.

Como sea, Lara, después de su abrupta salida se desempeñó como asesor jurídico del Diario Oficial y trabajó en la oficina de Javier Etcheberry, precisamente otro director del  fisco entre 1990 y 2002.

Quienes conocieron de esa relación, indicaron que habrían también existido diferencias porque Etcheberry había comenzado a asesorar “en demasía” a la derecha. De todas formas, Lara aún aparece como miembro del equipo de dicha oficina, según se lee en su página web.

Espionaje

Profesor de la Universidad Central hace más de 25 años, recibió un premio de la casa de estudios por su larga trayectoria. Varios abogados que hoy figuran en oficinas importantes del ramo y también dentro del SII, lo recuerdan con cariño y respeto. “Es buen pedagogo, sabe mucho, pero es cagado con las notas. Siempre nos decía: usted tiene que saber relacionar, no basta con que conozca el Código Tributario. Debe saber cómo se vincula eso con el derecho civil y comercial. Si a uno le iba no muy bien a la primera, él buscaba que uno aprendiera. Recuerdo que decía: si usted está respondiendo, ya pues, relacione, relacione y eso ayudaba a que la memoria se refrescara a la hora de un examen”, recordó uno de sus alumnos.

Oriundo de Talca, hoy jubilado, dedicado a disfrutar sus nietos y cercano al PS, algunos aseguran que después del golpe militar de 1973 “tuvo que estar fondeado, porque era un reconocido estudiante de izquierda en la universidad”. Otras fuentes señalan en cambio que muchos como él estuvieron en la misma situación, aunque no le conocen actividades políticas clandestinas durante la dictadura.

Como abogado integrante de la Corte de Apelaciones de Santiago, Lara fue recurrentemente inhibido por los defensores, pues conocían su carácter fiscalizador y ánimo persecutor. Un abogado del Consejo de Defensa del Estado (CDE) lo recuerda bien: “Si el fisco tenía una causa en contra de quien fuera, Lara siempre votó en nuestro favor, porque no sólo reconoce nuestra labor, sino porque es un hombre que valora por sobre todo la República, la institucionalidad. De lo contrario se habría hecho millonario en el sector privado”.

Sin embargo, la reconocida calidad de su trabajo en los pasillo de tribunales, tiene de todas formas una mácula. En enero de 2014, la Tercera Sala de la Corte Suprema lo sancionó de oficio junto a los ministros del tribunal de alzada capitalino Juan Cristóbal Mera y Marisol Rojas. Lo anterior, porque obviaron un oficio del Tribunal Constitucional (TC) que paralizaba un recurso interpuesto por La Segunda, en contra la decisión de la Fiscalía Nacional de no entregar copia de las auditorías internas.

La experiencia de Lara también trasciende fronteras. Reconocido por sus conocimientos en América Latina, ha presentado a Chile en distintos foros, como también fue miembro por varios años del grupo de trabajo para la elaboración del “Código Tributario Modelo” del Centro Interamericano de Administradores Tributarios. Básicamente, se trata de la generación de políticas para evitar la elusión.

En 2009 y aún cuando ya no laboraba en el SII, se descubrió que el ex agente de inteligencia argentino Iván Velásquez, había hackeado cientos de correos de autoridades chilenas. Uno de ellos, era Lara.