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Mundo

2 de Marzo de 2016

El blog argentino donde destrozan a la sociedad chilena: “es muy fuerte cómo allá rinden culto a la pureza, a lo ario”

"He estado varias veces en Chile por trabajo y , si ves las publicidades o catálogos de cadenas como Ripley o Falabella son siempre personas o familias rubias con ojos claros, algo que en Chile es condición más bien de una minoría muy pequeña… Percibí esa especie de envidia a los Argentinos que al tener mayor influencia italiana poseemos una mayor cantidad de gente con rasgos europeos", relata una persona en el blog de Rodrigo Cañete, el ácido crítico de arte argentino.

Por

Costanera Center

Love Art Not People se llama el blog del crítico argentino de arte, Rodrigo Cañete, quien últimamente aparece posteando escritos donde advierte realidades, verdades acaso incómodas, de la sociedad chilena.

Cañete escribe,  y a la vez recibe comentarios de colaboradores que complementan sus opiniones respecto del clasismo, el complejo racial, lo sectorizado, y la oda al consumismo que según dicen se aprecia en Chile al dar vueltas por Santiago, o dejarse caer en alguna playa de la zona central.

“He estado varias veces en Chile por trabajo y  si ves las publicidades o catálogos de cadenas como Ripley o Falabella son siempre personas o familias rubias con ojos claros, algo que en Chile es condición más bien de una minoría muy pequeña. Percibí esa especie de envidia a los Argentinos que al tener mayor influencia Italiana poseemos una mayor cantidad de gente con rasgos europeos”, relata una persona.

Otro de los comentarios que completan esa idea es uno que textualmente dice que “en Santiago, salvo que circules por Providencia, o la zona de Vitacura, la Dehesa y las Condes (que juntas no concentran ni el 10% de su población total) la enorme mayoría de la gente que cruzás es de baja estatura y rasgos mestizos, y eso parece ser una molestia para la clase alta chilena que los usa para multiplicar su riqueza pero les resulta un obstáculo para sus aspiraciones de ser una nación desarrollada identificada con el primer mundo occidental blanco”.

Al respecto, la misma persona que refiere su experiencia agrega que “algo que me llamó mucho la atención fue que varios amigos gays que trabajan en la moda y la fotografía se quejaban constantemente de la fealdad y el conservadurismo de sus compatriotas y además reivindicaban a Pinochet que justamente fue responsable de profundizar ese enorme conservadurismo católico homófobo en la sociedad chilena del cual reniegan”.

Otro testimonio apunta a que en Chile “el tema de aparentar y pertenecer es más fuerte, es como si las chilenas intentasen de algún modo ser lo más ricas, rubias y consumistas posibles para intentar compensar justamente el hecho de saberse parte de un país con una mayoría mestiza que no encaja en los estándares de la belleza y la moda internacional por los cuales rigen sus vidas. De alguna manera la mujer rica chilena hace todo lo posible para tratar de no parecer chilena”.

En esa misma línea, alguien dice que “hay una diferencia radical y más que nada cultural entre la rica europea y la rica chilena que pretende emular ese estilo de vida pero sólo a través del consumo y muy rara vez a través de su educación y cultura… es como si creyesen que sólo vistiendo prada y usando carteras LV mientras manejan un Mercedes Benz rumbo a sus mansiones ya son parte de ese universo sofisticado que en el caso chileno queda reducido sólo a lo material”.

Un casa con túnel para no mezclarse

Como prueba del clasismo del que acusan, otro texto recuerda la historia de una mujer que quería una casa con pedidos extraños, como era que “el personal de servicio tenga otro acceso diferente al principal y que no puedan ver ni ser vistos, pedían un TÚNEL”.

Otra argentina cuenta que viaja desde chica a Chile donde ha “podido observar lo mismo… En Santiago es chocante ver lo sectorizado por clases que está todo. Sólo con decir el colegio donde van tus hijos ya saben todo de vos, bajan a la playa con las nanas uniformadas ( todas las chilenas tienen nanas, aunque no trabajen y sean de clase media), los valores monetarios que manejan en educación y salud son obscenos”.

“Los chilenos de plata tiene los mejores médicos, el hospital público no tiene ni un médico medianamente bueno. Eso lo saben muchas chilenas que vienen a parir al hospital público en Mendoza porque cuenta con mejores profesionales y gratis. Lo mismo sucede con la universidad pública, porque a pesar de todo y en general, en nuestro país la educación y la salud pública todavía tienen prestigio”, añade la misma persona.

Respecto de la educación, manifiestan que “las mejores universidades son muy pero muy caras, si naciste pobre tenés ínfimas posibilidades de progresar, no existe el ” tenés que estudiar para que te vaya bien”. Esas universidades las manejan un puñado de familias que tienen el monopolio de todo, si unos empleados de una cadena de farmacias protestaban por sueldos, la tv no lo cubría porque era eran los mismos dueños de los principales canales. Lo peor es que la gente no protesta en absoluto, no hay debate, sólo los estudiantes que consiguieron que la educación pública se amplíe a otros sectores más desfavorecidos, por primera vez van a ingresar al sistema educativo las primeras generaciones de muchísimas familias y encima la clase alta todavía se atreve a criticarlo”.

“Aman Estados Unidos, consumen todos sus productos, están pendientes de su destino y son sumamente inseguros”, se lee también.

“Chile es un país que goza de fama de “ordenado”, de “desarrollado”, pero en realidad ese orden consiste en la negación de lo que en Argentina venimos denominando “grieta”, Chile también tiene su grieta y es enorme, pero Pinochet y sus sucesores así como la élite se encargaron de desideologizar a la sociedad, embrutecerla, desproveerla de derechos como la educación pública, y naturalizar esa situación, así como volver natural y evidente el dominio de una clase sobre otra que se ve muy claramente en esos ejércitos de “nanas” de uniforme que van diariamente a limpiar a los barrios ricos de santiago por sueldos miserables y en negro”.

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