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Opinión

21 de Junio de 2017

Columna de Camilo Escalona: El descontrol de Piñera

"El candidato Piñera habla de lo que sea, carece del autocontrol de un estadista; su conducta lo demuestra: recibe un estímulo y su verbosidad se dispara sin remedio, en cualquier situación, tema o materia".

Camilo Escalona
Camilo Escalona
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El airado reclamo del candidato presidencial de la derecha, Sebastián Piñera, insatisfecho por estar fuera de protagonismo en el rescate de los mineros atrapados en Chile Chico, ratifica su afán de instrumentalizar lo que esté a mano en su campaña electoral, aunque sea impropio en un ex mandatario.

Antes se había auto incluido en el confuso caso del espionaje en la SOFOFA, evaluándolo como un “lío de faldas”. Además, en forma paralela se dio licencia para hablar latamente en el tema de los llamados “paraísos fiscales”, usados para evadir impuestos, como si no tuviera fuertes cuestionamientos en esta materia.

El candidato Piñera habla de lo que sea, carece del autocontrol de un estadista; su conducta lo demuestra: recibe un estímulo y su verbosidad se dispara sin remedio, en cualquier situación, tema o materia.

Así lo indica el vídeo que circula en Internet, con Piñera en Linares, en que humilla la condición femenina con una más de sus pésimas bromas de rasgos misóginos, que se repiten en sus intervenciones públicas, propias de quien cree que los millones que posee lo autoriza a decir lo que cruce por su cabeza, al compararse con el caso de la “muñeca inflable”.

Es increíble el completo despropósito de sus palabras, pero es más increíble y vergonzosa la actitud de quienes lo defienden, ya sin pudor alguno, como ocurrió con la larga lista de parlamentarios de derecha, auténticos “kamikazes” que salieron a defender lo indefendible.

No obstante, no hay excusa que pueda justificar el intento de usar el dolor de las familias, tomando la tragedia de Chile Chico, como instrumento para descalificar las arduas labores de rescate y enaltecer hasta el absurdo su rol personal en el salvamento de los 33 mineros de Atacama.

De ese modo, Piñera expresa el profundo riesgo del populismo autoritario de derecha, sus equipos están formados por incondicionales, cuyo mérito esencial no está en una supuesta excelencia técnica como se pregona, sino que en su obsecuencia que les inclina irremisiblemente ante el poder de su verborrea y su fortuna.

Con qué argumento o razón puede responder la derecha ante la legítima preocupación acerca de cómo esta actitud que atropella asesores, consejos y equipos técnicos más la enorme autoridad institucional que entrega en Chile la Presidencia de la Republica, no será volcada en afanes personalistas y autoritarios, como así lamentablemente ocurrió, en casos parecidos, en otros países del continente.

Ahora ni siquiera pertenece a RN, y desde una supuesta independencia ha financiado apoyos y campaña, en una penosa y tremenda exhibición de lo que es capaz de hacer el dinero; en los hechos se ha comprado a la derecha. Hay una grave deformación en esta acción política. Por eso no debe ganar Piñera y asumir, ahora sin amarras ni control, como Jefe del Estado. La conclusión es clara lo mejor para Chile es la unidad de una sólida mayoría nacional para derrotarlo en Diciembre próximo.

Camilo Escalona Medina
Ex Presidente del Senado
Vicepresidente Nacional del Partido Socialista de Chile

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