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Nuestro ilustrador Ajab nos envía esta imagen: “Ayer compré este paquete de charqui, mi alimento favorito, a un manicero -de esos que venden con un canasto de mimbre y un cachito- en una micro por Vicuña Mackenna. Aprovechándose de mi debilidad por esta especie de droga, el tipo me pegó el palo y me lo vendió a luca. Me lo comí entero. Después miré la fecha de elaboración… Ahora me siento como si me hubiera tragado una momia atacameña”.