Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

3 de Febrero de 2010

Buenas tardes, Presidenta

The Clinic
The Clinic
Por

Por Rodrigo Salinas Corona

Escribo esta carta para que la lea en su viaje de vuelta a Santiago, en su auto particular, con los ojos llorosos, mirando el paisaje de verde y café, como fueron pintados los prados, las montañas y los pastos del país que Ud. manejó.
Viene viajando y los vítores están ahora en gargantas oscuras. Viene viajando mi Presidenta, y aún la llamo así pues será mi presidenta hasta las nuevas elecciones, gobernando silente desde los recuerdos de millones de chilenos, sin la banda de tres colores y desde la luz mañanera de su comedor familiar.
Viene viajando y sé que suspira, que no quiere hablar, que la ventana del auto es más grande de lo que quisiera. Viene viajando y Valparaíso se nubla y reparte las nubes a todo Chile. Viene viajando y el viaje es más largo; dura horas, días, 4 años.
Viene viajando y va quedando una estela brillante, histórica, pasional, agradecida. Quedan atrás en cada centímetro que avanza hacia su hogar los recuerdos de millones de chilenos que vieron surgir a su país con verdad, justicia e intentos de igualdad, muchos intentos de igualdad. Atrás queda la música, la cultura, las marionetas gigantes, los manejos económicos, la igualdad para los recién nacidos, los carnavales y las libertades. Atrás quedan las mujeres dichosas comprando bandas presidenciales para lucirlas con orgullo. Atrás quedan mil momentos de mil quinientos días. Atrás quedan las trabas y envidias, los honores y reconocimientos, los llantos en silencio (sé que los tuvo, como sé que mi madre llora cuando nadie la ve) y las carcajadas sin pauteo, espontaneas, naturales, como cuando cada mañana se enfrenta al espejo.
Vienes viajando Michelle y el consuelo lo dará el tiempo, la razón por sobre la fuerza y la sencillez intrínseca de tu pueblo por sobre la billetera de algunos. Vienes viajando y el viaje ya no es tan largo, porque cada hombre, mujer, niño y anciano que te recuerda te ha pavimentado la carretera con su respeto y cariño. Te regalan una brisa de agradecimiento con su pañuelo blanco.
Vienes llegando Michelle, y te das cuenta que tu vida no será la misma (no lo es para nadie que aparece en los libros de historia): pero debes saber que seguirás siendo la “Presidente de la guarda” de muchos más de los que crees. Terminas mis letras y sabrás, que has terminado un viaje para emprender otro, el de la vuelta.

Temas relevantes

#Bachelet#Chile

Notas relacionadas