Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

23 de Julio de 2010

Usuario indignado con alza de pasajes de micros

The Clinic
The Clinic
Por

THE CLINIC (Ilustración: Alfredo S.B.G.)
Sergio Sepúlveda es coordinador de Usuarios Transantiago y como un pasajero más, está chato de las alzas de pasajes. “Cada vez que puedo, me colo y no pago, sino de adónde me alcanza”, reclama.

“Las alzas en los pasajes ya superan el 40% desde principios de año hasta ahora, y así adónde. Y no hay indicio que esta alza vaya a parar. El tema del transporte es un tema obligatorio y un servicio obligatorio. Si quieres ir a la universidad, si quieres ir al colegio, si quieres ir al hospital, tienes que tomar micro. Son muy pocos los santiaguinos que pueden darse el lujo de irse caminando a su trabajo. Y eso tiene que ver con un reordenamiento ciudadano mal hecho, donde todo está centralizado en el centro de Santiago. Los buenos colegios no están ni en La Pintana o Pudahuel. Si alguien quiere tener una buena educación para ir a la universidad, tiene que viajar en micro al centro. Todo gira en torno a andar arriba de un bus. Y eso es plata. Santiago no es una ciudad amigable, sino que una ciudad que te obliga a usar el transporte colectivo que de público tiene bien poco.

Por otro lado, el sueldo no sube. El sueldo mínimo que lo subieron siete mil pesos, es paupérrimo. No alcanza para andar una semana en micro. Te suben todo: la luz y los combustibles. La mayoría de la gente no tempera sus casas con una Bosch, sino con parafina nomás. Con las heladas, te van a subir los alimentos. Así adónde uno va a llegar. La gente sigue andando apretada, como sardinas, arriba de las micros. Si tú vas a las siete de la mañana al metro Vicente Váldes, en La Florida, donde vivo, es un caos. Si vas a Las Rejas, tienes un caos. Si te tratas de subir a la micro, mucho peor. Estamos resignados a andar como sardinas. Nosotros lo que hacemos, es tratar de no resignarnos y hacerle la pelea, reclamando por las alzas. Ni siquiera podís decir que te lleven por menos. No te podís ir por tanto. A la hora que te pilla un fiscalizador, la multa es leonina. La situación afecta a la calidad de vida. Tiene a todo el mundo estresado. Porque el pobre trabajador, después del trabajo, llega súper estresado y no rinde el cien por ciento. El Transantiago es un desastre. A mí ya me estresa el trabajo, me dedico a esto, a mi familia, o sea, estoy igual de estresado. Dan ganas de pescar la bicicleta, pero en invierno te congelas.

Nosotros llamamos a no pagar la micro. Cada vez que puedo, no pago y me subo colado. El gobierno le echa la culpa, como única salida, a los usuarios que no pagan, pero es una tontera. Tienen que asumir que el problema es de responsabilidad del Estado y por lo tanto tiene que hacerse cargo del sistema de transporte. Como el gobierno es de derecha y no se va a hacer cargo de esta problemática, prefiere echarle la culpa a los usuarios y listo. Esa es una perspectiva bastante truculenta. Porque si tú vas al supermercado y ven en un panel que te ofrecen un grosso pedazo de carne a luca y llegas a tu casa y ese grosso pedazo de carne a luca está podrida y negra. Qué haces. ¿Devuelves la carne o te la comes igual? ¡La devuelves! Lo mismo pasa con el Transantiago. Nos ofrecieron un grosso sistema de transporte, no contaminante, cómodo, rápido, veloz, audaz…Y por ese sistema nos iban a cobrar equis cantidad. Pero nada de eso ha pasado. Exigimos que nos devuelvan la plata, porque esto ha sido un fraude. Es una humillación al usuario. Porque nos echan la culpa de que no pagamos, pero paren de gozar con la cuestión”.

Notas relacionadas