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Mundo

18 de Marzo de 2011

Experto chileno: “El maremoto pilló a los reactores con los pantalones abajo”

Por

Claudio Tenreiro, profesor de la Universidad de Talca y de la Sungkyunkwan University de Korea,dice que la empresa que tiene a Fukushima a punto de convertirse en otro Chernóbil puede habertenido gran parte de la culpa, aunque los efectos no deberían durar tanto tiempo. De paso, dice queen Chile no ve una central de aquí a 20 años. “Hay que debatir, pero ponernos a pelear ahora novale la pena”.

A Claudio Tenreiro le llama la atención lo que ocurrió en Fukushima. Y no se refiere al mega desastre provocado por el terremoto 9,1 del viernes pasado ni a las olas que arrastraron lo que pillaron un rato después. A este experto en energía nuclear y profesor visitante en la Sungkyunkwan University de Korea, lo que le genera dudas es que sólo 4 reactores nucleares, y justamente de la misma compañía, tengan al mundo entero rezando porque no haya un nuevo Chernóbil.

“Que ellos no estuvieran preparados para eso y tuvieran fallas en el sistema de bombeo secundario en los cuatro reactores, o sea, es como pa’ tirarse de las mechas”, dice Tenreiro dudando desde su oficina en la Universidad de Talca que sólo el mega sismo tenga la culpa.

Según este experto chileno, el accidente ya es tan grave como el histórico cagazo ruso, pero él tiene la tesis de que la compañía también es culpable. Y si bien por lo que ha leído al parecer no tendría por qué quedar la mansaca radioactiva, todo va a depender de que no se rompa uno de los núcleos.

-¿Qué tan grave es lo que pasa en Fukushima?

Dentro de lo complejo y grave de la situación, ellos tuvieron el peor de los escenarios imaginables para un reactor. Eso significa que los reactores están perdidos. Y lo que están tratando de hacer es que el proceso de fusión del núcleo quede confinado dentro de la vasija y dentro del edificio de contención. La parte del núcleo ya está perdida y por lo tanto lo que ellos están impidiendo es que el calor agregue más consecuencias a lo que ya han tenido. Esto tiene que enfriarse lentamente, porque no tienen más que hacerlo desde afuera. La idea es que no llegue a las piscinas donde se enfría el combustible ocupado para que esa estructura no sufra un daño mayor producto del calor de la zona.

-¿Pero la emergencia ya es muy grave ahora?

Si no hay ruptura del ambiente uno no debiera esperar ninguna cantidad excesiva de radiación liberada. Me refiero a cantidades que de verdad hagan daño y que vayan a repartir elementos de vida media muy larga. Por su puesto que hay incremento de la radiación, pero ese incremento va a decaer rápidamente y no va a haber residuos de larga vida media en el vecindario o que se vayan a repartir por el viento a otros lugares. Los focos de emisión hasta el momento han sido muy localizados, tanto en el espacio como en el tiempo, entonces, si uno espera un poco eso rápidamente baja a los niveles normales. A no ser, como te digo, que se rompa el núcleo y se liberen residuos de vida media larga.

-¿Y si ocurre algo así?

Bueno, si pasa eso estamos hablando de otro Chernóbil.

-¿Qué significaría eso?

Significa evacuar un área totalmente, determinada una vez que ocurra la liberación. Cuántos kilómetros a la redonda hay que hacer zona de exclusión, donde no puede haber personas viviendo permanentemente. Como en el caso de Chernóbil, no puede haber personas viviendo o actividades económicas o cosas por el estilo. Ahora, la dispersión de los elementos es relativamente rápida, por lo que baja mucho. Lo que yo creo, por lo que he podido leer, es poco probable que esto ocurra. La zona de exclusión es en torno a un par de kilómetros alrededor del reactor y después viene una zona de baja densidad, que después va a descender.

Pantalones abajo

-¿A qué te refieres con que no te llama la atención lo que pasó?

Lo que llama la atención es que por qué solo a la TEPCO y a esas plantas le pasó esto.

-¿Entonces no es culpa del terremoto solamente?

Yo tengo mis dudas. Creo que no fue el terremoto el que dañó el sistema. Los reactores se apagaron efectivamente con el terremoto. Pero fue el maremoto el que los pilla con los pantalones abajo. Si en Japón hasta los monitos de ciencia ficción hablan de maremotos. Entonces, nadie podría sentirse sorprendido. Que ellos no estuvieran preparados para eso y tuvieran fallas en el sistema de bombeo secundario en los cuatro reactores, o sea, es como pa’ tirarse de las mechas. Que te falle uno te creo, ¿pero cuatro… y en la misma planta? No hay que olvidarse que están funcionando otros 50 reactores nucleares allá sin problemas. Entonces uno dice “bueno, aquí hay algo raro”.

-¿A qué te refieres con eso?

Mira, hace 10 años se les hizo una acusación muy grave cuando los pillaron mintiendo sobre la seguridad de sus plantas o con otras falencias que ha tenido. Yo creo que incluso estuvieron a punto de perder la licencia de los reactores. Entonces se junta todo y por lo menos a mi me cabe la sospecha de que a lo mejor no estaban preparados para algo así. A lo mejor simplemente no estaban capacitados para operar en estas circunstancias.

-¿Qué tan grande es la culpa de la empresa?

No sabemos aún, pero este operador japonés ha tenido un historial bastante negro. No hay que olvidar que ellos mintieron sobre sus informes de seguridad hace un tiempo , sobre las condiciones reales en que operaban los reactores y otras cosas. No sé, yo no estoy tranquilo con las explicaciones que vienen de Japón. No se sabe si esas explicaciones son por falta de información o no están revelando todo.

-Ya se planteó la duda de si las autoridades niponas dicen todo lo que saben.

A ver, yo no tengo dudas de que no cuentan con toda la información porque la única fuente real que tienen viene de los operarios que estaban en la planta y esa información es filtrada por la TEPCO. Se repite un poco el caso ruso: la información que tienen las autoridades no necesariamente es la que coincide con la realidad. Si fuera otro operador con todo su historial limpio yo le creo, pero en este caso lo mínimo que uno puede hacer es decir: “momentito, ¿cómo sé que no están mintiendo de nuevo?”. Es cruel pensar así, porque los tipos han estado ahí hasta las últimas, eso no es ninguna
jugarreta.

Chile y la política del avestruz

-¿Crees que es bueno firmar convenios con otros países mientras los reactores allá están a punto de explotar?

Acá hay dos cosas que decir. El ministro Golborne dijo que no tenemos nada en la práctica y la discusión hay que situarla en ese contexto. Yo en eso estoy de acuerdo, pero a diferencia de lo que insinúa Sara Larraín, que la escuché el otro día, no conviene usar la política de la avestruz. Ahora, aunque suene malo lo que voy a decir, lo que le sucedió a los japoneses nos viene como anillo al dedo.

-Suena feo.

Pero eso justamente nos permite tener una claridad muy impresionante sobre cuál es la realidad que enfrenta un reactor nuclear que es factible en Chile. Acá hablar de un sismo entre 8,8 y 9,5 es una realidad. No es ficción. Por lo tanto, desde ese punto de vista es una oportunidad única de mirar y discutir.

-¿No es tan malo entonces?

Yo creo que en vez de usar la política de la avestruz porque en Chile, la verdad, yo no veo una central nuclear ni de aquí a 15 o 20 años más. O sea, ponernos a pelear ahora si sí o si no, creo que no vale la pena. Sí vale la pena estudiar el desarrollo de las tecnologías porque los reactores modernos tienen otras tecnologías distintas a las que tienen el problema en Japón. Incluso el modelo de la central, un VWR… yo nunca habría escogido ese modelo para Chile, por un conjunto de
razones técnicas que en mi opinión lo hace inapropiado.

-¿Crees que se tiene que hablar entonces?

En Chile tenemos la oportunidad de mirar todo eso y eso implica que para poder discutirlo, de personal capacitado, y en eso yo estoy de acuerdo. Con lo que no estoy de acuerdo es con acelerar el debate. El conocimiento no nos viene mal para discutir en el momento y contexto que corresponde. Lo que no me gusta es dejar esto en manos de los privados. Ahí se me paran los pelos de punta. En esta tecnología, no.

-Pero sin privados, como dicen, siempre es más difícil.

Lo que digo es que no puede quedar en manos sólo de los privados. Uno como chileno tiene la obligación de que haya un grupo de profesionales de parte de los ciudadanos que sí sea capaz de analizar esta tecnología con lujo de detalles. Eso lo tiene que garantizar el gobierno. No que venga alguien de afuera y nos diga “esto es lo que les conviene o cómprense esto”. Eso no, porque no funciona en manos ajenas.

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