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Nacional

16 de Julio de 2011

Dichatinos ya no le compran al Gobierno

Sobremojado le llueve a los habitantes del campamento El Molino, en Dichato, la aldea de damnificados post terremoto más grande del país. Van a cumplir un año y cinco meses desde el terremoto del 27 de febrero sin ningún avance en temas de reconstrucción y con un invierno en pleno proceso que los está dejando […]

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Sobremojado le llueve a los habitantes del campamento El Molino, en Dichato, la aldea de damnificados post terremoto más grande del país. Van a cumplir un año y cinco meses desde el terremoto del 27 de febrero sin ningún avance en temas de reconstrucción y con un invierno en pleno proceso que los está dejando nuevamente damnificados por temporales de agua y viento en sus casas de emergencia.

“Nos cansamos de escuchar lo mismo siempre y no ver nada. No somos prioridad”, dice Ricardo Ruz, dirigente del campamento El Molino. Por eso se están organizando. Enfrentan la cesantía y las malas condiciones del segundo invierno en mediaguas como pueden, con ollas comunes y rifas para salir del apuro. Ruz dice que a casi un año y medio aún no se ven soluciones y la gente está comenzando a impacientarse. Y amenazan con radicalizar sus acciones de ahora en adelante.

“Este es el segundo invierno y la gente está chata. Somos dos veces damnificados y eso es muy indignante. Por ahora nos estamos moviendo nosotros porque, además, el cerco comunicacional del gobierno en los medios es muy grande y nadie se entera que acá no pasa nada con la famosa reconstrucción”, dice Ricardo.

La situación se repite en todos los balnearios de la octava región y en otros sectores afectados por el terremoto y tsunami. Por eso llevan ya una semana con actividades culturales y a beneficio en los mismos campamentos. Ayer realizaron una velatón bajo la llovizna de Dichato que terminaría esta mañana con un desayuno comunitario. Después de eso, vendrían las otras intervenciones, con cortes de caminos y otras manifestaciones incluídas.

Gobierno mentiroso

Lo que más jode a los pobladores es la mentira. Ellos saben que la reconstrucción demora, pero se declaran aburridos de escuchar que “el próximo invierno ya no quedará nadie en campamentos” porque saben que eso es mentira.

“Todos sabemos que esto no demora un año, pero que al menos esté claro y no sigan diciendo, el Presidente y sus otros ministros, que este es el último año así porque todos sabemos que la cuestión no es como la dicen”, dice Ruz.

Según las cifras del gobierno, entregadas al diario La Tercera hace unas semanas, apenas 9 de las 107 aldeas del 27/F han sido erradicadas hasta el momento. Los demás se las baten como pueden mientras los procesos de expropiación y entrega de subsidios no apura. Según el Minvu, este año serán 400 las familias que saldrán de esa situación y para el próximo invierno quedaría un 10% de los damnificados en campamentos. Eso sí, este número es descontando a los que alcanzan a calificar para un subsidio.

En Dichato, según Ruz, este número no es menor: Sólo en El Molino cerca del 45% a 50% de las familias no tienen derecho a subsidio y lo más probable es que se queden en ese campamento. Las cifras oficiales hablan de 17% de los más de 4 mil que recibirán los certificados de subsidio, pero los damnificados dicen que son más.

Además, no pueden hacer ellos sus propias construcciones porque la intendenta anterior, Jacquelinne Van Rysselberghe, dejó listos varios contratos con constructoras, los que por papeleos y la burocracia existente ya están demorados.

“La paciencia se acabó. Estamos atados de manos, pero no nos vamos a quedar sin hacer nada. Si no hay soluciones luego vamos a salir a la calle a denunciar que seguimos miles de familias en el sur sin una solución digna, sin ser prioridad para el gobierno”, dicen.

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