Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

28 de Junio de 2012

La estrategia de la Confech para potenciarse con la polémica por el lucro

En medio del escándalo tras el destape del lucro en algunas universidades privadas, la confederación estudiantil apunta a bloquear las iniciativas del gobierno en materia legislativa y desenmascarar en el mismo parlamento la posición de unos y otros frente al tema. Dejando las consignas más “utópicas” para el futuro, el emplazamiento ahora empieza por aterrizar el debate y detener los excesos, ya constatados por la justicia, como los del crédito Corfo.

Por

La polémica por el lucro en las universidades privadas está dando un nuevo aire a la Confech y desde que la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados presentó su informe denunciando ilícitos en siete centros de estudios parece estar recuperando el lugar preponderante en la agenda política ganado el año pasado. Es precisamente con ese impulso que hoy volverá a emplazar al gobierno con una carta dirigida a La Moneda y el parlamento con cuatro puntos al hueso: congelar los proyectos de Superintendencia y nuevos créditos impulsados por Harald Beyer, solucionar la situación de las más de 100 mil familias afectadas por el crédito Corfo y, obviamente, hacer cumplir la ley y poner fin al lucro.

Estas demandas serán el eje central de la carta que harán pública esta tarde, después de la marcha nacional a la que han convocado para las 11:00 horas -en Plaza Italia en Santiago-, y que esperan explique con peras y manzanas que mucho más allá de las consignas consideradas más “utópicas” por sus detractores como la de educación gratuita inmediata, los antecedentes hacen necesario entrar en un debate profundo y en detalle de las mejoras que urgen al sistema educacional chileno, más allá del maquillaje hecho por el gobierno.

De nuevo al Parlamento

Con el escándalo provocado por el informe de la comisión investigadora del lucro en la educación superior, en el último Confech del sábado pasado en la Universidad Diego Portales llegaron a un acuerdo: emplazar a las autoridades para avanzar gradualmente en la modificación del sistema, dejando de lado la estrategia del año pasado que tenía como punto de partida la demanda de educación gratuita y de calidad para todos.

Después de un intenso debate, en el que por momentos dominó la convicción de no aplaudir nada que pudiera venir de los planteamientos del ministro Beyer, la idea más diplomática se impuso finalmente y terminó reducida a un documento de tres páginas que llevará la mesa ejecutiva completa a la oficina de partes de La Moneda después de la marcha contra el lucro.

Una postura que con los cuatro ejes antes mencionados busca revelar la postura de toda la clase política frente a la polémica y que pretende que sea en el mismo Congreso donde se le ponga fin a “la situación que ellos mismos no quieren asumir”, según señalan en la Confech.

Todo esto, con la espalda de informes con datos duros que revelan el despilfarro de recursos públicos en universidades con fines de lucro, una denuncia criminal que hoy comenzaría sus diligencias y las declaraciones de Herman Chadwick, presidente del directorio de la Universidad de las Américas, que ayer encendieron el debate cuando reconoció -y más tarde negó- el retiro de excedentes y la venta de acciones de universidades supuestamente sin fines de lucro.

Así, sin patrocinar la denuncia por desconfianza a que se diluya y pierda vigencia en el trámite de las indagaciones, los universitarios van a aprovechar una contingencia que venía preparándose hace rato con una estrategia distinta a la del 2011 y que tendría el respaldo de varios parlamentarios, incluso en el bando oficialista.

“Ha habido acercamientos, siempre con un poco de desconfianza de lo vivido el año pasado, pero acercamientos que hacen ver que vamos avanzando de a poco”, dice uno de los miembros de la mesa ejecutiva del Confech.

Banderazo, Chadwick y los Corfo

La idea es, según sus dirigentes, frenar los proyectos de ley “escudo” que ha ocupado el gobierno para defender su postura y con los que se ha mostrado receptivo en apariencia, modificando ciertos aspectos superficiales del sistema educativo y parece que hace eco de las demandas estudiantiles.

Para ellos -y en general para todo el movimiento estudiantil-, lo ocurrido estas últimas semanas es un espaldarazo al sacrificio del año pasado y una constatación de que lo que estaban diciendo no eran idealismos juveniles ni pretensiones partidarias, como se dijo una y otra vez desde La Moneda y el Mineduc, cuando un Opus Dei como Lavín cuestionaba la “ideologización”.

Sin el impacto mediático del 2011, el informe parlamentario del lucro y las palabras de Herman Chadwick les dio el empujoncito que necesitaban para volver a aterrizar el debate y, con pruebas en mano, evidenciar “el firuleo” de la ley en las universidades privadas durante estos años.

Todo eso, sumado al espaldarazo judicial que recibió el líder de los Estudiantes Endeudados por el Crédito Corfo, Cristián Villagrán, que dictaminó irregularidades en el cobro de su crédito y obligó a la entidad a devolver parte del dinero, más una indemnización por daño moral y una multa al banco Scotiabank por lo cometido.

Si bien es el único caso ganado hasta el momento y según las cifras de Corfo hoy son más de 6 mil los endeudados que deben más de tres meses de pago y por ende tienen sus órdenes de embargo en curso, el caso es un buen precedente que debería comenzar a propagarse en las otras demandas y que obligaría al gobierno a pronunciarse de manera definitiva después de la confirmación legal de los abusos crediticios.

Para hoy, más allá de confirmar el apoyo ciudadano que han obtenido en las dos grandes manifestaciones a las que antes habían convocado, el “segundo tiempo” del que habló Gabriel Boric comenzaría con “refuerzos” en el Parlamento y un aliento que lejos de estar dormido se avivó a un punto de ebullición que el gobierno pensaba ya apagado.

Mientras tanto, desde la otra vereda Harald Beyer sigue con su agenda pro transparencia y remarcando que ni éste ni los gobiernos anteriores tuvieron facultades para impedir que ocurrieran los ilícitos denunciados, un claro guiño a la oposición. Para eso ya nombró a Manuel Casanueva, ex Coordinador Nacional de Subvenciones del Mineduc, como Superintendente de Educación Escolar, cargo que quieren emular en la educación superior para comenzar a fiscalizar y cerrar el capítulo del lucro.

Notas relacionadas