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Opinión

7 de Octubre de 2012

La influencia del Barcelona en el anhelo independista de Cataluña

Vía El País Las previsiones anuncian que hoy se verá la mayor exhibición de senyeres y estelades en un partido en el Camp Nou desde su inauguración en 1957. La imagen puede resultar hasta cierto punto sorprendente si se tiene en cuenta que en el palco ya no se sienta Joan Laporta ni en el […]

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Vía El País

Las previsiones anuncian que hoy se verá la mayor exhibición de senyeres y estelades en un partido en el Camp Nou desde su inauguración en 1957. La imagen puede resultar hasta cierto punto sorprendente si se tiene en cuenta que en el palco ya no se sienta Joan Laporta ni en el banquillo está Pep Guardiola. Ambos han defendido siempre la causa nacionalista en casa y fuera, en la cancha, en la calle y en la sala de prensa, donde también se pregunta y contesta en catalán, sin reparar en la ciudad ni en el país. Todavía hoy se recuerda el saludo de Guardiola en el balcón del Palau de la Generalitat durante la celebración de la Copa de Europa ganada en Wembley 92: “¡Ja la teniu aquí!” [“Ya la tenéis aquí”], exclamación que evocó la intervención del presidente catalán Josep Tarradellas a su regreso del exilio en 1977. Y se sabe de la militancia política de Laporta en organizaciones independentistas.

Los triunfos deportivos del Barça en tiempos de Laporta y Guardiola favorecieron la exhibición masiva de camisetas azulgrana, quizá para subrayar el éxito del equipo. La senyera figura desde 2005 en el uniforme y en el brazalete del capitán, y el carácter catalán del més que un club —explicitado en 1968 por el presidente Narcís de Carreras— se reflejaba fuera y en el Camp Nou.

Laporta se dedica ahora a la política, Guardiola apoya la causa catalanista desde Nueva York y en el Camp Nou manda Sandro Rosell. Aspirante a integrar los distintos sectores del barcelonismo, Rosell no tardó en pedir disculpas en nombre del club al presidente de Extremadura, culé, por una bronca política que tuvo con Laporta.

Rosell no quería comprometer a la institución. Hasta que en el Camp Nou se oyeron cánticos de “independencia” en el partido contra el Granada. Un buen número de hinchas culés se expresan como los manifestantes de La Diada. El presidente del Barça defendió en la última asamblea el derecho de los pueblos a decidir.

Rosell fue consecuente con quienes han defendido, como Vázquez Montalbán, que el Barça tiene “su papel en la construcción y deconstrucción del agravio colectivo catalán”. La directiva de Laporta expresó su apoyo al Estatuto en 2005 como la junta de Agustí Montal se pronunció a favor del del año 1977. El Barcelona también se alineó a favor de la Mancomunitat catalana en 1918 y se declaró en contra de la dictadura de Primo de Rivera en los años veinte, tiempos en que fue clausurado Les Corts por silbar la Marcha Real y dejó de ser un club de Cataluña para convertirse en el club de Cataluña. El presidente de la institución azulgrana, Josep Suñol, fue fusilado en la Guerra Civil mientras el equipo era recibido en México como representante de la República.

No hay ningún momento en la vida del Barça que tenga mayor parecido con la jornada que se espera hoy que el vivido en su 75 aniversario (1974). Unas 1.000 senyeres entraron de forma clandestina en el Camp Nou durante un clásico (1975) que fue presenciado por el entonces gerente Jaume Rosell, padre del presidente Sandro Rosell. Las senyeres volverán hoy al Camp Nou. La novedad serán las estelades, la bandera independentista. La misma movilización ciudadana que sorprendió a los políticos llega ahora al estadio cuando la marca Barça es más conocida que nunca. Rosell hijo envolverá el Camp Nou con la senyera, igual que su padre.

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