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Opinión

13 de Noviembre de 2012

Fernanda Vega: La vedette evangélica que revolucionará Cabaret Burlesque

Este miércoles se estrena el docureality de TVN Cabaret Burlesque en el que veinte jóvenes de entre 18 y 38 años competirán por ser la mejor showoman de Chile. Entre ellas está Fernanda Vega, una joven evangélica de 24 años.

Melissa Gutierrez
Melissa Gutierrez
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Lo primero que Fernanda quiere dejar en claro, es que no quiere que el tema se preste para la chacota. Le interesa hablar para eliminar algunos prejuicios sobre los evangélicos y también sobre el Burlesque. Con sus 24 años, Fernanda estudió administración de empresas con mención en marketing, y trabajó en un Call Center y como ejecutiva de cuentas en un banco. Postuló a la PDI pero no quedó, por lo que ve como un regalo de Dios esta oportunidad.

Fernanda es coqueta y alegre. Su encanto incluso logra que tres jóvenes le cedan la única banca que queda a la sombra en la plaza Concha y Toro, cerca del estudio al que asiste a clases de 9 a 14 horas a practicar canto, baile, actuación y burlesque. Dice que lo que más le ha costado es aprender a bailar y cantar al mismo tiempo.

Soltera, se define entre risas como “el tremendo partido”. A los 22 se fue a vivir con su mamá al departamento que logró comprar, porque en la casa de su abuela vivían con muchos familiares. Todos evangélicos.

¿Por qué te quisiste meter a este programa?
Antes de que me llegara la invitación por correo estaba viendo un programa de tv cable con mi mamá que justamente era sobre burlesque y le dije que me habría encantado ser bailarina de cabaret antiguo. Y me dijo, ¿por qué? Y yo le digo: mamá, es un show, tiene contenido no es llegar y sacarse la ropa. Mira, se ven femeninas, coquetas, las plumas, las luces el glamour, me llama mucho la atención, el ser sensual, el atreverse y mostrarle a la gente que esto tiene un contenido, no es tan solo despojarse. Cada canción tiene una historia y tenemos que saber interpretarla. Eso me gustó de esto.

¿Te causó algún conflicto con tu familia o con tus cercanos?
Con el tema familiar, para nada, no me causó conflicto alguno. Mi madre me apoya al cien por ciento. Antes de entrar acá intenté en la PDI y no quedé y mi mamá se achacó un poco por eso. Pero quedé acá y soy de las personas que aprovechan todas las oportunidades. Mi mamá me apoya mil. Mis tíos a lo mejor dicen que podría haber sido algo diferente, pero mis primas, mis amigas, me apoyan harto.

¿Todos son evangélicos o solo tus cercanos?
Todos. La persona que a mí me inculcó esto fue mi abuelita, que ya no está en este mundo. Mi abuelita cuando yo era pequeña siempre me llevaba con ella y cuando empecé a crecer fue un tema de decisión propia. Porque a mí me gusta, es una experiencia de vida. Para mí Dios es todo. Todo lo que tengo, lo que soy lo que he logrado es porque Dios lo quiso. Ahora si estoy acá es porque Dios me dio esta oportunidad, yo estaba buscando otra cosa, algo nada que ver con esto. Cayó del cielo y mientras dure lo voy a aprovechar.

¿Cómo es crecer en una familia evangélica?
Más que crecer en la familia es crecer en Dios. Porque tú tienes una esperanza, sabes que todo lo que a ti te pasa es porque Dios así lo quiere. Todo tiene un propósito. Todo tiene algo planificado, y es Dios el que lo planifica. El que tú estés viva, el que respires, el que estés sana, es porque Dios lo permite. Si tú te levantas en la mañana no es porque el cerebro quiera que tú te levantes, o sea, por algo funciona el cerebro, es porque Dios lo maneja.

¿Hay gente que te haya hecho comentarios contrarios, que no están de acuerdo con que hagas esto?
Sí, la verdad es que siempre va a pasar, seas o no seas evangélica, siempre van a haber comentarios. Si bien van a haber comentarios por ignorancia o porque son más cerrados, más adoctrinados. Pero me encantaría que antes de emitir cualquier comentario, vieran el programa. Por eso digo que hay que eliminar prejucios. Esto tiene un contenido, tenemos cuatro disciplinas: canto, actuación, burlesque y danza. Cada actuación, cada canción tiene un contenido y hay que demostrarlo e interpretarlo.

¿Para ti esto no se opone con las enseñanzas de la religión evangélica?
No, porque la verdad es que yo no soy prostituta. Si las chicas lo hacen, se respeta. Pero yo no me estoy acostando con nadie, no estoy haciendo nada malo. Es un arte que me encanta, sentir la música y saber interpretarla. Es una expresión.

Así como tú dices que hay gente más liberal y otra más cerrada en la religión evangélica, ¿lo ves también en los temas, con los evangélicos que hablan contra los homosexuales?
Más que ser abierto de mente es tener un poco de criterio. Si bien en la biblia sale que no está permitido el amor entre el mismo sexo, yo me tengo que preocupar de mí persona primero. Yo no soy quién para juzgar a esas personas. El día de mañana mi hijo puede ser gay y a mí me cargaría como mamá que lo apuntaran con el dedo. Yo he tenido amigos gay y son personas que se enamoran, sienten, viven. Si tú estás apuntando a alguien con el dedo eso está fuera de Dios, porque Dios es amor. El único que tiene derecho para juzgar es él. Ahora, si yo a ti te dijera: ah, tú eres gay, ándate. ¿Te van a dar ganas de entrar a la iglesia? Jamás. La idea es acercar a la gente, no alejarla. Porque si yo soy gay y me siento bien hasta el momento con eso y después conozco a Dios y encuentro que cometí un error, yo puedo cambiar. Dios te puede transformar si tú llegas en algún momento a ese encuentro personal y llegas a sentir ese deseo de cambiar, pero eso va a ser decisión tuya, no porque alguien te quiera obligar. Dios es un Dios de amor, pero mucha gente se encarga de hacerlo ver de otra manera.

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