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Opinión

13 de Diciembre de 2012

“Sería feliz protagonizando una de pistoleros…”

Desde los siete años trabaja en ferias libres y desde los 15, en la Vega Central como cuidador de autos a tiempo completo. En los 80, cuenta, una productora descubrió su talento como cantante, imitador, bailarín, actor y comediante.

Macarena Gallo
Macarena Gallo
Por

Foto: Alejandro Olivares

“Primero, esta entrevista tiene que empezar con mi madre, Corina del Carmen Villavicencio Acevedo, rebautizada como Santa Corina madre de Tin Tan desde que está arriba en el cielo con el Mandamás, el Jefe Supremo, el Papi de Todos. Ella murió a los 83 años, el 13 de octubre de 2011, a las 9 de la mañana. Murió de la existencia de ella. Desde que se extinguió, no he fallado ningún domingo en ir a verla al cementerio. A veces me he quedado dormido en la tumba, pero soy feliz. A ella le juré que, mientras yo viva, iría al cementerio a verla, aunque sea arrastrando las patas. Y lo hago feliz. Ella fue una mujer muy buena, extraordinariamente buena. Cuando mi padre nos dejó botados a los siete hermanos, ella luchó para todos. Por eso es Santa Corina.

Y luché por ella desde que tenía siete años. Primero acarreando bultos y luego carretones en las ferias libres de Bustamante, Diez de Julio, Coquimbo y Plaza Almagro. Y cuando empecé a ganar plata, le dije a ella que no trabajara más. De ahí Dios me dio la fuerza pa’ tirar pa’ arriba y echarme sacos de ochenta kilos al hombro. Cuando cumplí los 15, me vine a La Vega central a cuidar autos. Ahora tengo 62 años y sigo acá ganándome la vida pa’ llevarle la plata a mi santa madre Corina, que para mí sigue viva y sigue siendo la reina de la casa. Todo esto tiene que quedar en su grabación, por favor. Y, bueno, ahora que ya le hablé de Santa Corina, recién podemos pasar al segundo tema de la entrevista: mi incursión en el mundo de la actuación.

EL CARE’ MALO
Como no todo es La Vega, el ‘83 me descubrió aquí mismo la productora Patricia Silva y me llevó a Sábados Gigantes de Don Francisco a cambiarme de look. Como andaba atorrante, así como ahora, me peinaron y pusieron un terno, y quedé súper encachao, tirando la media pinta. Como mostré carisma, me siguieron llamando de la tele.

De hecho, he ido 30 veces a programas de tv. He salido con Don Francisco, con la Vivi, con Luchito Jara, con Miriam Hernández, con Tati Penna, con Felipe Camiroaga, con Tomás Cox, con todos. He estado en la Noche del Mundial, Buenos Días a Todos, Sábados Gigantes, Noche de Gigantes, Sábados Gigantes de Verano, Tardes de Verano, todos esos programas. Y qué estaba haciendo ahí, se preguntará. Simple: cantando, bailando, imitando y contando chistes de caballero, nunca pasados pa’ la punta.

Tin Tan -mi nombre artístico puesto en honor al comediante mexicano Germán Valdés- canta todo lo que venga. Pero no con mi voz, sino que imitando la voz de Eros Ramazotti, Carlos Gardel, Julio Sosa, Leonardo Favio, Sandro, Tito Rodríguez, Los Iracundos, el Negrito Nat King Cole con su ‘chii, chií chhi tá, chii chii taaa…muusiiitaaando palaaubrass di amor’. Todo eso.

Y aparecí en la tele hasta el 2010, y no me llamaron más por la edad. Usted sabe que uno tiene su principio y su fin. Pero qué más le puedo pedir al Señor. Si estos triunfos no son ná míos, sino que de él, míos y de la gente. Como le digo, debo dar gracias a Dios porque tengo programas muy bonitos. He hecho comerciales para afuera. En realidad, dos nomás: uno para Colombia y otro para Francia.

Espérese, deje mostrarle unas fotos que tengo con famosos para que no crea que le cuenteo. Mire, aquí estoy con el finaíto de Felipe Camiroaga, simpático el flaquito, qué pena que se murió. Mi santa madre sintió harto su muerte. Ahora no sé si estarán arriba juntos, ojalá que sí… Discúlpeme por la foto, es que la saqué desde la tele y me salió corrida. Ahí tenía pelo, no estaba pelado como ahora, era encachao en esa época. Uf, eso fue hace más de diez años. Mire, aquí salgo con Don Francisco para los 40 años de su programa. Y, en esta otra, salgo interpretando a un bandido encachao, el malo de la película, para el comercial de Francia. Fíjese, la care’ malo que tengo. Es que los malos son lo mío. Es que no tengo ná cara de bueno. Si tuviera care’ bueno, haría de jovencito de principio a fin. Y tampoco es la gracia hacer de bueno.

CINE JULERO
Me gusta la actuación siempre y cuando me vengan a buscar acá, sino no. No sé si habría estudiado actuación, hay que leer mucho y soy malo para la lectura. Además que soy feliz así: con el señor, la virgen, mi santa Corina, la música, la tv, las noticias y las películas. Y nada más.

Pero para qué voy a mentirle, en la tele no hay nada bueno ni interesante. Pura mugre. La televisión, desde que se fue Don Francisco, da puras leseras, ¡basuras de comedias mañana, tarde, noche y medianoche! Sabe lo que hago, terminan las noticias, prendo el dvd, chanto una película y me pongo a ver cine de pistoleros, mafias, narcotráfico, acción, romanas, de Steven Seagal o Charlie Bronson. Yo sería feliz protagonizando una película de vaqueros o pistoleros. Sería encachao. En esas cintas corre la leche. No como en el cine chileno, donde no corre la leche, por eso es latoso y no me gusta. Al cine chileno le faltan argumentos, no es como esas películas antiguas, de cowboy, buenas, entretenidas ¿entiende? A las películas chilenas les falta el su qué americano o el su qué chino, donde le ponen caché, le ponen todo y aquí no.

Tampoco me gustan las películas románticas, muy latosas. Y cuando son así o juleras, las pesco y las hago tiras. Ayer hice tiras una sobre una profesora, abuuurriiida la película. Después vi otra de un chino con una china y una chinita chica que se comían. El medio enredo. Y mala. Quedé feliz cuando a puum, buaaa, puum, buaaa, la hice tiras.

A la música chilena tampoco le hago. Solo si es de la vieja ola la escucho. Pero la que canta bien bonito es la Gloria Simonetti, ¡qué canta bonito esa mujer! No es bonita, porque uno a su edad se pone feo, se arruga con el sol, el viento y la atmósfera. Pero es simpática la señora. Escucho también reggeatón. Cuando estoy en la onda fiesta, comparto, bailo y soy bien alegre. En todo caso, no soy fiestero. De hecho, soy enemigo de las fiestas. ¿Cómo me divierto, se preguntará? Fácil: viendo a la gente que se divierte. Si voy a la fonda, me gusta ver cómo bailan la cueca, cómo se divierten, cómo se curan y cómo se arman las mochas, todas esas cuestiones me fascinan. Amo la acción.

BOLOCCO FEA
En la tv hay mujeres lindas, feas, de todo. Pero con maquillaje son todas bonitas, como la Doggenweiler, la Tonka o la Bolocco, que antes era hermosa y ahora es fea. O la hija de Don Francisco, que no es bonita, pero es simpática. En todo caso, no podemos ser todos encachaos, sino no tendría brillo esta cuestión. Por decirle, el Tin Tan antes de ser arrugado era hermoso, encachao: me llovían las mujeres, tenía que andar esquivándolas. Pero que quede claro, y grábelo: a mi mamá nunca la dejé ni por una mujer ni por un hombre. Ella era la primera, la segunda y la tercera. Además que la mujer es muy inteligente y astuta. Uno es fuerte de cuerpo, pero agilado, y la mujer se aprovecha de eso: menea este puro meñique y deja la crema. Y ahora que la justicia está con la mujer, peor es la cosa. Cuando ambos quieren carne nueva y quieren separarse, vienen los juicios, los problemas van y vienen, y bla bla bla, bla bla bla, los garabatos rebotan aquí para allá y las chuchadas de allá para acá. Mejor solo que mal acompañado. En todo caso, tengo parejas. No soy ná de agilao. Pero a la casa no las llevo. Si no hay motel, saldrá una bodega, pero a la casa nunca.

Como le decía, me gustó el mundo de la televisión. Hice todo. Quizás me faltó animar un programa al estilo mío. Le habría puesto ‘El costalazo’, porque en esta vida cualquiera se puede caer. Habría dado opinión. Invitado a gente interesante, de cultura, no personajes de La Vega, que hay muchos, pero ninguno como Tin Tan. También a Don Francisco, muy amigo mío. Todo el mundo dice que es pesado, pero con razón, acaso quién no lo es. Todos tenimos nervio en el cuerpo y momentos de enojo, como cuando me quieren abrir un vehículo y me sale la aniñá. Todos tenimos doble personalidad.

Y pensaría en invitar a Piñera a mi programa. No le compro a ningún presidente. Al final, los gobiernos se hacen pal rico y no pal pobre. Aquí hay dos mundos: el de los pobres, donde el único que nos gobierna es el hombre de arriba, y el de los ricos, donde se gobiernan ellos mismos. En todo caso, Dios a todos nos pone en su lugar. A usted la puso como periodista. A mí como cuidador. Y al presidente como rico. Y menos mal que no me puso como rico. Si fuéramos todos ricos, no tendría ningún brillo este planeta, además que ellos no son felices. Por decirle, yo soy dueño de ir donde quiera, a la hora que quiera, pero el rico no. A esta hora, a las cinco de la tarde, están todos fondeados pa que no los cogoteen y les quiten la plata. Eso no tiene ni una gracia. No se dan cuenta que uno viene a sólo cuatro cosas a este planeta: a trabajar, comer, tener sexo e irse por el baño, o sea, a cagar. Nada más que eso importa.

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